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Docentes de Venezuela denuncian que el amedrentamiento en las aulas, por parte de autoridades, se ha incrementado desde enero de 2023. Decenas de ellos reportan que son amenazados u obligados a ir a las escuelas para impartir clases, a pesar de la crisis que vive actualmente el sector educativo en todo el país. 

«Ha existido una persecución y un acoso laboral por parte de los supervisores y los directores. No permiten que los sindicatos entren a las instituciones educativas para escuchar las denuncias de los maestros que son acosados», dijo a Efecto Cocuyo Luis Guillermo Padrón, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros de Venezuela en Carabobo (Sinvemaca). 

Los educadores de instituciones adscritas al Estado y, en general, el resto del sector público, se han mantenido en las calles por más de tres meses para exigir una mejora inmediata de las condiciones laborales, sin, hasta la fecha, respuestas o soluciones del gobierno de Nicolás Maduro.

Actualmente un maestro venezolano activo no percibe más de 30 dólares mensuales, mientras la cesta básica se acerca a los 500 dólares, según cifras extraoficiales. 

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Debido a la grave situación, en las escuelas se ha implementado una modalidad de emergencia, llamada «horario mosaico», en la que los docentes acuden a las aulas solo dos o tres días a la semana mientras que el resto lo utilizan para realizar oficios que les garanticen otros ingresos. Algunos han optado por negarse a volver a sus puestos de trabajo mientras no les aseguren beneficios o un mejor sueldo. 

Frente a la postura de los profesionales, autoridades de las zonas educativas se han acercado a las instituciones públicas para intimidar a los educadores, dicen los gremios. 

«A una de mis delegadas le suspendieron el salario la quincena pasada y tiene a su hija hospitalizada. Fuimos al Ministerio de Educación a poner la queja. Están jugando con la vida de ellas dos. No hay forma que esa gente entienda que eso no se puede hacer, porque hay fuero sindical y no pueden levantar expedientes o suspender salarios«, comentó Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital (Sinvema).

¿Cómo amenazan a los docentes? 

La presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Carmen Teresa Márquez, expresó que una de las formas más usuales y preocupantes de amedrentamiento contra los docentes es la suspensión de sueldo. Es decir, el educador deja de percibir la remuneración por su labor en las aulas. 

«Hay informaciones de estados donde los jefes de zona y supervisores están amedrentando a los docentes. Nos reunimos con la gente del Ministerio de Educación la semana pasada y se nombró una comisión con la finalidad de hablar sobre estos temas con la dirección de Gestión Humana del ministerio», indicó la profesora Márquez a Efecto Cocuyo este 20 de abril. 

Entre las entidades venezolanas donde se ha visto un incremento de intimidación hacia los docentes están Apure, Portuguesa, Carabobo, Aragua, Zulia y Distrito Capital, según indican los distintos gremios. 

«Algunos profesores han regresado a sus sitios de trabajo porque tenemos mucho amedrentamiento por parte de los supervisores. La represión en Diego Ibarra es mundial: profesores están yendo asustados porque les dicen que los van a botar», señaló Ana Martorana, profesora de Mariara en el municipio Diego Ibarra, estado Carabobo.

Exigen cese de intimidación

Márquez afirmó que la FVM exige al Estado venezolano que revise la situación en las escuelas y que se retome la discusión del contrato colectivo. 

«… Para que los salarios sean cónsonos con la canasta alimentaria. Estamos esperando una reunión con la ministra de Educación donde se le ha solicitado, por tercera vez, que se reanude la discusión de la contratación colectiva», dijo la docente. Aclaró que ningún educador puede ser discriminado o amenazado por protestar. 

En la actualidad, la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras indica que los sindicalistas gozan de protección del «fuero sindical», que impide que puedan despedirlos o trasladarlos mientras haya un pliego conflictivo o se desarrolle la negociación de una contratación colectiva. También puede encontrarse esta garantía en los Convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). 

«En ningún momento un docente puede ser atropellado. Después que se realizó el pliego de peticiones en la Inspectoría del Trabajo, el docente no puede ser trasladado, suspendido ni se le puede levantar actas por protestar. Nos protege también el artículo 68 de la Constitución, que nos garantiza el derecho a protestar pacíficamente», señaló la maestra Jacqueline Paez, desde Carabobo. 

Protestas del sector público seguirán

Entre enero y febrero de 2023 hubo 2.024 protestas en el país, la mayoría por exigencias laborales y de servicios básicos, según datos del Observatorio Venezolano de Conflictos (Ovsc). Los docentes han protagonizado estas jornadas de movilizaciones. 

Para abril, las solicitudes al gobierno de Maduro continúan siendo las mismas. Entre las principales están: la homologación del salario mínimo y las pensiones a la cesta básica, eliminación del instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y garantía de seguridad social. 

A raíz del silencio estatal, todos los sectores de la administración pública saldrán a las calles el próximo 1 de mayo, Día Internacional del Trabajador, para expresar su rechazo a las políticas laborales a nivel nacional.