La escritura feminista no da tregua. Somos prolíficas, diversas, intensas y escribimos para existir, para comprendernos y para seguir empujando el mundo hacia un lugar más justo
La escritura feminista no da tregua. Somos prolíficas, diversas, intensas y escribimos para existir, para comprendernos y para seguir empujando el mundo hacia un lugar más justo