El pasado fin de semana Marcos Alfonso Carabello Díaz, de 26 años de edad, fue detenido junto a Nerio Bello Negrón, de 58 años, por posar en ropa interior y vestido de ángel frente a la Basílica de la virgen de Chiquinquirá en Maracaibo, estado Zulia.
Fueron acusados de “ultraje al pudor” y en su audiencia se les prohibió la salida del país y orden de presentación ante los tribunales durante cada 30 días. Una acción que llamó la atención de las organizaciones defensoras de derechos humanos y de los derechos de las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales y Queer (Lgbtiq+), que condenaron la detención y las medidas.
Yendri Velásquez, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia Lgbtiq+, aseguró en una entrevista telefónica con Efecto Cocuyo que “la utilización del ultraje al pudor público es la excusa que usa el sistema de justicia venezolano para tratar de esconder su profunda homofobia y transfobia”.
Para el activista, el hecho de que el ultraje al pudor publico aún forme parte del Código Penal en el país es lamentable, ya que generalmente vinculan a miembros de la comunidad gay, como ocurrió el año pasado cuando detuvieron a 33 hombres en un spa en el estado Carabobo.
Velásquez añade que esta ley no es específica en cuanto a los casos que sanciona y que es un delito queda a interpretación personal del funcionario que lleva a cabo el operativo.
“Si la persona tiene perjuicios homofóbicos —como lo es en este caso, y en el caso de los 33 de Carabobo— imputará este delito porque sencillamente le parece que la homosexualidad es una aberración o algo contra la moral y las buenas costumbres, cosa que también se ha dicho sobre las relaciones homosexuales, pero también es una excusa histórica para atentar contra las libertades de mujeres, niñas y personas Lgbtiq+”, apuntó.
Para Velásquez, hay una gran cantidad de derechos que la policía y el Estado violentaron con el caso del joven Carabello. La primera violación tiene que ver con los derechos humanos y la libertad de expresión, también la violación de los derechos asociados a la cultura y a la creación del arte.
El activista por los derechos de la comunidad Lgbtiq+ en el país indicó que el derecho más importante violado tras la detención del joven influencer fue el de la no discriminación, que junto al resto están amparados por la Constitución.
“Lamentablemente como sabemos la Constitución hoy parece letra muerta y no necesariamente la guía de los funcionarios en el país”, indicó.
Preocupación en el colectivo
Esta detención alerta a los líderes de la comunidad Lgbtiq+ en el país ya que estos arrestos contribuyen a una “enmascarada” política homofóbica y transfóbica por parte del Estado venezolano.
“Esto no es otra cosa que la continuación de la misma, lamentablemente prevemos que no va a ser la última vez que sucedan casos similares; incluso podemos ver como el modo operandis fue similar (al de los 33 de Carabobo) incluso se les acusó con el delito de ultraje al pudor basado en temas de prejuicios homofóbico y discriminatorios. Al final, afortunadamente en Venezuela no es delito ser abiertamente Lgbtiq+, pero pretenden hacerlo por la vía de hecho. Es preocupante además cuando vemos que el Estado venezolano, en todos sus niveles, antes que cumplir su principal función es garantizar los derechos humanos de las personas, prefiere guardar silencio o prefiere actuar para guardar las relaciones con el liderazgo de iglesias o religiones”, explica.
Doble moral
Hace meses se viralizó en redes sociales un video donde se muestra a una modelo venezolana caminando por las calles de Caracas en ropa interior y vestida de ángel. La joven influencer también se realizó fotografías en el bulevar de Sabana Grande.
La joven que también realizó un trabajo artístico e irreverente pudo hacer su material para redes sociales sin ningún tipo de objeción por parte de las autoridades, ya que solo ejercía su libertad de expresión.
“Mientras sea una mujer y se pueda cosificar el cuerpo de la mujer, entonces está bien y no es un ultraje de pudor, no con esto estoy diciendo que es ultraje al pudor, porque es parte del arte, pero precisamente el arte siempre será una forma de retar los prejuicios”, dice Velásquez.
Velásquez señala que ver a alguien desnudo exponiendo su cuerpo en forma artística no es una amenaza para nadie ,“pero hacemos la comparación porque cuando lo han hecho mujeres o cuando se ha hecho a través de mujeres, que son cuerpos que cosifican socialmente, entonces no pasa nada, pero cuando lo hace un hombre abiertamente homosexual utilizando elementos femeninos en su expresión de género entonces la fuerza del Estado cae, la policía además de una forma violenta y de una forma exagerada contra las personas que lo que están haciendo es tomarse una foto”, dice.
El coordinador del OVV Lgbtiq+ indica que la actuación de la policía del Zulia y de quienes están detrás de esa decisión de la detención es precisamente basada en prejuicios homofóbicos y en prejuicios discriminatorios sobre la comunidad Lgbtiq+.
Comunidad en riesgo
El activista sostiene que los miembros de la comunidad Lgbtiq+ en Venezuela están en riesgo, ya que viven diferentes formas de violencia diariamente.
Alertó que los integrantes del colectivo viven formas de discriminación en todos los lugares y señala que en el país a los miembros de la comunidad se les está negando el espacio público, las plazas, los centros comerciales, las calles, y que viven violencia dentro de los hogares, universidades y colegios.
“Lamentablemente no hay políticas públicas y el Estado no cumple con su deber de prevenir y sancionar esta forma de discriminación. Estamos viviendo a diario distintas formas de violencia y discriminación que atentan contra integridad física y psicológica. Estamos en un estado profundo estado de desprotección al no contar con autoridades, no contar con instituciones que vea que es un problema real, que vean que lo que estamos viviendo nos afecta y que afecta al final a la sociedad”, expresa.
El activista subrayó que todavía esperan que la Defensoría del Pueblo se pronuncie por el caso de los 33 hombres detenidos hace meses en un spa en el estado Carabobo. “Han guardado absoluto silencio, pero también hemos estado esperando que la Fiscalía y los otros entes procedan con las investigaciones correspondientes ante las detenciones arbitrarias que se han dado, ante los allanamientos ilegales que se dan. Lamentablemente no guardamos demasiada esperanza que respondan”, apuntó.
Tomarse una foto no es delito
La información que pudo recabar el OVV Lgbtiq+ señala que los dos hombres fueron liberados con condiciones y una de ellas es la presentación ante los tribunales cada 30 días y no podrán salir de Venezuela.
“No tiene ningún tipo de sentido porque al final no se está cometiendo ningún delito, tomarse una foto frente a la Basílica no es un delito, tomarse foto como un disfraz con una vestimenta no debería constituir ningún delito, pero lamentablemente lo actuación homofóbica del sistema justicia ha llevado estas medidas en contra en contra de Marcos y Bello,”, dice.
Velásquez recordó que estas detenciones fueron realizadas en un marco discriminatorio que no solo vivieron los detenidos, sino que también sus familiares y amigos.
“No se sabe quiénes tomaron estas decisiones, quién dio la instrucción de estas detenciones, pero que tienen toda la responsabilidad en el daño psicológico que se les causó a las víctimas y a sus familiares”.