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Cerca de las 3:00 de la tarde el rumor corría por los pasillos de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Las personas caminaban con la mirada en sus teléfonos celulares y se escuchaban voces que hablaban sobre una presunta suspensión de las elecciones.

Unos veinte minutos después de las 3:00 de la tarde ya no era ni rumor ni un presunto. Las elecciones fueron diferidas debido a las numerosas irregularidades que ocurrieron este viernes 26 de mayo.

En otro pasillo de la UCV, uno que conecta la plaza del Rectorado con la Facultad de Medicina, decenas de estudiantes corrían y gritaban que querían respuestas. Querían votar. Algunos también cantaban fraude y exigían la renuncia de Cecilia García Arocha, rectora de la UCV desde 2008.

A los golpes para entrar en el Consejo Universitario

En el edificio de la Facultad de Medicina estaban reunidos quienes integran el Consejo Universitario. Estudiantes, profesores y egresados debatían sobre qué hacer en un proceso electoral que ya estaba diferido.

Afuera, a dos puertas de este sitio, por lo menos ochenta estudiantes exigían al personal de seguridad de la UCV que les dejaran pasar. Estos se negaban y, además, hacían una suerte de barricada para que no rompieran la puerta; los gritos se mezclaban unos con otros, algunos cantaban fraude, otros exigían respuestas y unos más responsabilizaban a la Comisión Electoral de la universidad.

Un estudiante tomó la voz de mando. Observó a sus compañeros y dijo: «acá la pregunta no es si vamos a entrar o no; acá la pregunta es si los de seguridad se van a quitar». Acto seguido, la mayoría de las personas empujó con fuerza hasta que la puerta de la sala terminó por abrirse. El vidrio se rompió y los estudiantes ingresaron al lugar donde estaba reunido en sesión permanente el Consejo Universitario.

En este lugar estaba la rectora Cecilia García Arocha, en el centro, con una chaqueta amarilla y una expresión de sorpresa. A su mano derecha estaba Amalio Belmonte, secretario administrativo de la UCV y candidato a rector en la presente elección. Los estudiantes que ingresaron no dudaron en gritar que querían la renuncia de la actual rectora. “Fuera Cecilia de la universidad”, era el coro que se escuchaba al unísono.

Diferir las elecciones de la UCV, pero sin dar respuestas

La Comisión Electoral de la UCV tomó la palabra. Costó al menos veinte minutos para que las personas presentes hicieran silencio y escucharan lo que Carlos Martín tenía que decir.

“La Comisión ha decidido diferir, no suspender, las elecciones de este 26 de mayo hasta el próximo 9 de junio”, dijo el presidente de la comisión.

“Sobre qué ocurrió hoy; yo estoy tan sorprendido como ustedes. Tenemos que investigar”, agregó Martín. Ante esto, la respuesta de los estudiantes fue un estruendoso abucheo y otros diez minutos de gritos continuos.

La exigencia de los estudiantes y de los representantes estudiantiles en el Consejo Universitario era clara: esclarecer qué fue lo que pasó este viernes y quiénes son los responsables. Además, representantes de egresados afirmaron que no tiene sentido poner una fecha tan cercana si todavía no se sabe qué ocurrió en la jornada de este viernes.

Luego, las palabras de la rectora Cecilia García Arocha: «yo me quiero ir, pero quiero que el proceso sea correcto«.

García Arocha fue la última en tomar la palabra en la sesión. Fue clara al decir que estaba decepcionada sobre la forma en la que irrumpieron los estudiantes en el edificio, pero también dijo que su voluntad máxima era dejar la universidad después del 14 de julio.

García aseveró que ella no tiene ningún tipo de responsabilidad en las elecciones universitarias, pues no es ella quien las organiza; sin embargo, aseguró que hay que esclarecer los hechos que ocurrieron este viernes 26 de mayo para generar más confianza en un futuro evento electoral.