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Comerciantes afectados por el incendio en el Mercado de los Corotos de Quinta Crespo, ocurrido en julio de este año, no han recibido soluciones del Estado venezolano ni respuestas sobre las acciones a tomar en 2023. Indican que el futuro de 326 vendedores es incierto y que hay 1.500 las personas perjudicadas directa e indirectamente por el siniestro. 

«Vamos a terminar diciembre sin poder cubrir gastos y sin producir ni la cuarta parte de lo habitual. En estos momentos estamos más afectados que en julio, porque llevamos cinco meses sin trabajar», expresó Emma Martínez, vocera, el 21 de diciembre. 

Durante madrugada del 31 de julio de 2022 el fuego devoró al menos el 40 % del mercado, ubicado al final de la avenida Baralt en el centro de la capital venezolana, y causó daños en 310 puestos, según datos de las autoridades de la alcaldía de Caracas. Más de cinco reuniones se han organizado desde agosto con funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, sin resultados visibles. 

En ese mes, algunos comerciantes decidieron vender lo poco que les quedó desde las aceras: se organizaron con sábanas y cartones para exhibir ropa, piezas de ferretería y zapatos. Para diciembre continúan sentados en la calle, bajo la atenta mirada de los funcionarios policiales. 

«Con el incendio, los que estábamos en Mezzanina y piso 1 perdimos todo. Lo que sabemos de entrada para 2023 es que no nos van a dejar trabajar aquí afuera. Ya nos han venido avisando», dijo Eneida Montalbo, de 52 años, a Efecto Cocuyo.

En Quinta Crespo están sin respuesta de la Alcaldía de Caracas

Voceros de los afectados en Quinta Crespo informaron que han acudido a varias instituciones estatales además de la alcaldía del municipio Libertador, que está a cargo de Carmen Meléndez, militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv). A la fecha, ninguna les ha presentado propuestas viables.

«Nosotros tuvimos derecho de palabra ante la Comisión de Economía y Finanza de la Asamblea Nacional. Pedimos una mesa de trabajo con todas las instituciones y la comisión convocó a la Alcaldía de Caracas y a personas de gobierno de Distrito Capital. Entre otras cosas, se habló que para saber si el edificio es habitable hay que hacer una inspección técnica, pero para hacerla hay que esperar que los tribunales «liberen» el edificio», comentó Jesús Martínez, otro de los voceros de los perjudicados.

Los vendedores propusieron organizar una feria navideña para poder recuperar parte del dinero perdido en julio. El plan no se llevó a cabo debido a la falta de un espacio que pudiese acoger de forma adecuada a más de 300 personas durante varios días. 

También te contamos: «No nos dan soluciones y ya viene diciembre», dicen comerciantes de Quinta Crespo a tres meses del incendio

«Sabemos que el mes de diciembre se nos fue. En el próximo año estaremos en ese proceso a ver en qué espacio podemos estar momentáneamente, pero que no nos afecte mientras resolvemos el tema del edificio», apuntó Martínez. La edificación de cuatro pisos permanece cerrada a los transeúntes.

Los comerciantes han organizado tres protestas en lo que va de año: una el 14 de septiembre, cerca del edificio quemado; la segunda el 20 de octubre frente al Palacio de Justicia y la tercera el 26 de octubre, en Quinta Crespo.

¿El Mercado de los Corotos está abierto?, la pregunta de los comerciantes

Tanto los vendedores que se encuentran en las aceras como los voceros contaron a Efecto Cocuyo que personas desconocidas han ingresado al mercado en distintas oportunidades y que objetos de valor han desaparecido gradualmente.

Se quejan de que las autoridades no permitieron a los propietarios revisar con detenimiento la mercancía que se podía salvar luego del incendio. También comentaron que la policía no ha identificado quiénes entran al edificio ni han detenido a nadie por ello.

«Nosotros empezamos a notar incluso que faltaban vidrios de algunas ventanas. Hay gente que está entrando y saliendo, los hemos visto y hasta grabado. Nosotros no podemos entrar, pero todas las noches allá hay movimiento sacando vigas y rejillas», comentó Brigitte Camargo, una de las afectadas. 

Diciembre ha resultado un mes de pocas ventas para los comerciantes. Expresan que aguardan por un espacio temporal y que se niegan a abandonar el Mercado de los Corotos, una estructura que existe desde hace 22 años. 

«Mis compañeros, siendo comerciantes que tenían su local, ahora están en la calle llevando sol y agua, sin baños, sin lugar donde guardar la mercancía. Las personas de la tercera edad pasaron a depender de la caridad de un familiar. Cada una de las 326 personas que trabajaban aquí es una historia y compartió casi 20 años en este mercado, por eso vamos a continuar luchando», concluyó Emma Martínez.