Médicos Sin Fronteras denunció que las condiciones de recepción de migrantes en la provincia del Darién, en Panamá, se están deteriorando. Tras el duro viaje a través de la selva, los migrantes no reciben cuidados médicos y los recursos asignados para su atención no son acordes a los estándares internacionales.
Según la organización, diariamente llegan unos 300 migrantes a los puntos de atención de Canaán Membrillo, la primera población que encuentran en Panamá tras cruzar el Darién, pero sin la posibilidad de acceder a atención médica o servicios básicos de urgencia.
A diferencia del año anterior, cuando los migrantes llegaban al poblado de Bajo Chiquito –donde MSF y el Ministerio de Salud brindaron atención durante 2021– y luego eran trasladados a Lajas Blancas y San Vicente, actualmente es la zona de Canaán Membrillo la que se ha convertido en la puerta de entrada a Panamá para la mayoría de migrantes.
Allí, las mujeres víctimas de violencia sexual no reciben ningún tipo de atención, como tampoco otros pacientes que sufren problemas médicos graves. «Cuando llegan a la ERM de San Vicente, muchas veces las complicaciones médicas se han agudizado y el tiempo para que un tratamiento médico preventivo sea efectivo en casos de violencia sexual, es insuficiente», denuncian.
En las últimas semanas, en la región del Dairén ha aumentado el número de casos de Víctimas de Violencia Sexual que no reciben atención oportuna dentro de las 72 horas transcurridas después de la agresión, por lo que Médicos Sin Fronteras considera indispensable que las autoridades panameñas pongan en marcha los mecanismos para la detección de los casos de violencia sexual en Canaán Membrillo y hagan efectivos los mecanismos de protección para evitar las agresiones a migrantes a lo largo de la ruta.
«Médicos Sin Fronteras (MSF), organización presente en la Estación de Recepción Migratoria (ERM) de San Vicente, es testigo de las enormes carencias de protección, de atención médica o de servicios básicos, entre otras, con las que la población itinerante que llega a Panamá es recibida», señaló la institución en un comunicado emitido este viernes 20 de mayo.
De esta forma, la organización asegura que si bien en enero y febrero se presentó una reducción en el flujo de migrantes por la selva del Darién, en marzo y abril ha incrementado, lo mismo que los casos de robos y violencia sexual.
Además, en 2022, desde enero hasta la primera semana de mayo, MSF atendió a 89 casos de violencia sexual ocurridos en la travesía por el Darién. En 2021 (abril a diciembre) fueron 328 los casos atendidos.
Es por ello que MSF reitera la petición de ruta segura, además de atención médica para urgencias en Canáan Membrillo y una mejora en las condiciones de acogida en San Vicente para las personas migrantes que atraviesan el Darién.
Según Rabia Ben Ali, coordinadora de MSF en Panamá, las condiciones de las instalaciones de San Vicente en donde reciben a los migrantes también deben ser mejoradas,
En este lugar, niños y mujeres embarazadas duermen en el suelo debido a que no hay acceso general a dormitorios y las condiciones higiénicas son deficientes.
Estas condiciones afectan a los migrantes tanto en su salud física como mental. Durante el mes de abril, en promedio, los equipos de MSF atendieron diariamente a 78 pacientes. La mayoría de las patologías detectadas fueron enfermedades en la piel y dolores en el cuerpo (61%). Diarreas, infecciones respiratorias y enfermedades en el sistema digestivo representaron el 20% de los casos.
En promedio, además, el equipo de salud mental atendió diariamente seis pacientes por afectaciones como estrés agudo, episodios depresivos, reacciones ansiosas y duelos relacionados con muertes de familiares durante el camino, así como muertes por ahogamiento.
Los episodios que generaron estas afecciones tuvieron que ver, en su gran mayoría, con las experiencias negativas al cruzar las peligrosas rutas de la selva del Darién, donde MSF ha documentado violencia sexual, robos y accidentes por las características del camino.
HRW: Más venezolanos cruzan el Darién por falta de opciones migratorias legales y seguras
Mueren durante tiroteo dos hombres que robaban a migrantes en la selva del Darién
Estas son las nuevas normas que impone Panamá para ingreso de viajeros
Venezuela pide imparcialidad a relator de ONU para Libertad de Asociación
Rusia incluye a cinco países europeos en lista de naciones «hostiles»
Zulia es el estado fronterizo más violento de Venezuela, según Fundaredes
Ucrania y Rusia acuerdan desbloquear la exportación de cereales ucranianos
Médicos Sin Fronteras denunció que las condiciones de recepción de migrantes en la provincia del Darién, en Panamá, se están deteriorando. Tras el duro viaje a través de la selva, los migrantes no reciben cuidados médicos y los recursos asignados para su atención no son acordes a los estándares internacionales.
Según la organización, diariamente llegan unos 300 migrantes a los puntos de atención de Canaán Membrillo, la primera población que encuentran en Panamá tras cruzar el Darién, pero sin la posibilidad de acceder a atención médica o servicios básicos de urgencia.
A diferencia del año anterior, cuando los migrantes llegaban al poblado de Bajo Chiquito –donde MSF y el Ministerio de Salud brindaron atención durante 2021– y luego eran trasladados a Lajas Blancas y San Vicente, actualmente es la zona de Canaán Membrillo la que se ha convertido en la puerta de entrada a Panamá para la mayoría de migrantes.
Allí, las mujeres víctimas de violencia sexual no reciben ningún tipo de atención, como tampoco otros pacientes que sufren problemas médicos graves. «Cuando llegan a la ERM de San Vicente, muchas veces las complicaciones médicas se han agudizado y el tiempo para que un tratamiento médico preventivo sea efectivo en casos de violencia sexual, es insuficiente», denuncian.
En las últimas semanas, en la región del Dairén ha aumentado el número de casos de Víctimas de Violencia Sexual que no reciben atención oportuna dentro de las 72 horas transcurridas después de la agresión, por lo que Médicos Sin Fronteras considera indispensable que las autoridades panameñas pongan en marcha los mecanismos para la detección de los casos de violencia sexual en Canaán Membrillo y hagan efectivos los mecanismos de protección para evitar las agresiones a migrantes a lo largo de la ruta.
«Médicos Sin Fronteras (MSF), organización presente en la Estación de Recepción Migratoria (ERM) de San Vicente, es testigo de las enormes carencias de protección, de atención médica o de servicios básicos, entre otras, con las que la población itinerante que llega a Panamá es recibida», señaló la institución en un comunicado emitido este viernes 20 de mayo.
De esta forma, la organización asegura que si bien en enero y febrero se presentó una reducción en el flujo de migrantes por la selva del Darién, en marzo y abril ha incrementado, lo mismo que los casos de robos y violencia sexual.
Además, en 2022, desde enero hasta la primera semana de mayo, MSF atendió a 89 casos de violencia sexual ocurridos en la travesía por el Darién. En 2021 (abril a diciembre) fueron 328 los casos atendidos.
Es por ello que MSF reitera la petición de ruta segura, además de atención médica para urgencias en Canáan Membrillo y una mejora en las condiciones de acogida en San Vicente para las personas migrantes que atraviesan el Darién.
Según Rabia Ben Ali, coordinadora de MSF en Panamá, las condiciones de las instalaciones de San Vicente en donde reciben a los migrantes también deben ser mejoradas,
En este lugar, niños y mujeres embarazadas duermen en el suelo debido a que no hay acceso general a dormitorios y las condiciones higiénicas son deficientes.
Estas condiciones afectan a los migrantes tanto en su salud física como mental. Durante el mes de abril, en promedio, los equipos de MSF atendieron diariamente a 78 pacientes. La mayoría de las patologías detectadas fueron enfermedades en la piel y dolores en el cuerpo (61%). Diarreas, infecciones respiratorias y enfermedades en el sistema digestivo representaron el 20% de los casos.
En promedio, además, el equipo de salud mental atendió diariamente seis pacientes por afectaciones como estrés agudo, episodios depresivos, reacciones ansiosas y duelos relacionados con muertes de familiares durante el camino, así como muertes por ahogamiento.
Los episodios que generaron estas afecciones tuvieron que ver, en su gran mayoría, con las experiencias negativas al cruzar las peligrosas rutas de la selva del Darién, donde MSF ha documentado violencia sexual, robos y accidentes por las características del camino.