Jubilados de pdvsa
Los manifestantes han presentado complicaciones de salud con el pasar de los días Credit: Iván E. Reyes

Dos dedos de grosor separan el cuerpo de Rodolfo Hernández del piso de la plaza cubierta de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Pasa gran parte del día acostado en una colchoneta muy fina que apenas hace alguna diferencia en su espalda.

Hernández lleva nueve días en huelga de hambre junto a otros jubilados de Pdvsa, le empresa más grande de Venezuela. 

El suelo de este lugar suele ser frío y se enfría más cuando llega la tarde. Además, se suman las constantes lluvias.

“Llevamos nueve días en esto. Ayer nos mojamos mucho y la brisa también nos ha hecho daño”, comentó Rodolfo mientras estaba recibiendo suero vía intravenosa. 

Hernández tuvo que ser asistido por los médicos voluntarios

Él fue uno de los huelguistas que necesitó atención médica este miércoles 4 de octubre, cuando se cumple el noveno día de una protesta que busca llamar la atención de las autoridades venezolanas y de la estatal petrolera.

En total, tres manifestantes registraron complicaciones este miércoles y uno de ellos decidió retirarse de la huelga. “Yo siento que cumplí con mi parte; pero ya no puedo más”, dijo entre lágrimas Juan Chacón, que trabajó 25 años para Pdvsa en el eje central del país. 

jubilados de pdvsa
Juan Chacón se desmayó por varios segundos

Ahora, los manifestantes forman parte del paisaje de la UCV que esta semana recibió a miles de estudiantes en el campus de Ciudad Universitaria.

Frente a uno de los tantos murales de Oswaldo Vigas, los huelguistas insisten en que la protesta se mantendrá hasta que sus exigencias sean escuchadas. 

Jubilados de Pdvsa resisten la lluvia, el frío y robos 

Marlon Bermúdez dice que esta mañana le tomaron la tensión y estaba un poco alta. “Me puse un poco acelerado tratando de ayudar a mis compañeros”, indicó el huelguista que viene de Paraguaná, estado Falcón.

Bermúdez también denunció que dos de los manifestantes fueron robados mientras dormían en la madrugada de este miércoles 4 de octubre. Les quitaron dos pares de zapatos y unas cholas. 

Marlon Bermúdez recibe la atención de una enfermera voluntaria

“Las pocas horas que podemos dormir tenemos el sueño muy pesado, estamos cansados; pero acá seguimos”, dijo Bermúdez tras calcular que, en promedio, duermen entre 4 y 6 horas por día. 

Rodolfo Hernández tenía dificultades para permanecer despierto durante el día

La lluvia y la brisa de la tarde caraqueña también ha afectado a los manifestantes, que en su mayoría son del occidente del país.

A Juan Chacón no le fue suficiente con su bastón y necesitó la ayuda de varias personas para no caerse, tras desmayarse por varios segundos en la mañana de este miércoles.

Los médicos voluntarios le midieron el azúcar e indicaron que se trataba de un episodio de hipoglucemia. 

Chacón decidió retirarse de la huelga de hambre

“Ya llevamos nueve días en esto. Yo siento que logré algo, pero los objetivos mayores no han sido conseguidos”, comentó Chacón, que ya había decidido que este sería su último día en huelga de hambre.

Dentro de pocas horas lo buscaría un familiar para llevarlo a Valencia, con su esposa y nietos. “Mis hijos viven afuera del país y me vieron por los medios de comunicación. Me regañaron, pero yo les dije que estaba luchando por el dinero que trabajé durante mi vida”, comentó el jubilado de Pdvsa. 

Joel Lanoy estaba en mejores condiciones este miércoles que las que presentó el martes por la mañana, cuando se descompensó. “Hoy estoy más entero, pero me siento muy cansado. No está fácil el frío acá y la lluvia nos moja, aunque estemos bajo techo”, relató el venezolano.

Lanoy ya no se queda acostado como sus compañeros. Prefiere caminar de un lado a otro o simplemente quedarse parado cerca de alguna columna. Habla con las personas que acuden a expresar su respaldo a la manifestación. 

Johny Blanco fue otra de las personas que tuvo problemas de hipoglucemia

Trabajo en equipo

Marlon Bermúdez y Julio Blanco son dos de los huelguistas que permanecen en mejores condiciones. Bermúdez, alto y de definición robusta, se mantiene atento a su teléfono y a los reportes que envían otros compañeros desde varias ciudades del país. 

Blanco reposa en su delgada colchoneta y mira con detalle a las personas que pasan. En una libreta tiene anotado, persona por persona, las mediciones de tensión que les han hecho desde que inició la protesta. 

Julio Blanco anota en su libreta los valores diarios de los huelguistas
Bomberos de la UCV también prestan apoyo voluntario a los manifestantes

Este miércoles, un grupo de voluntarios del Hospital Universitario de Caracas (HUC) se acercó para medir la tensión de los huelguistas y para dar ciertas recomendaciones.

“Cada caso se revisa porque son personas con necesidades diferentes. En líneas generales están en buen estado, pero hay unos más débiles que otros”, comentó una de las enfermeras voluntarias. 

Dormir de noche se hace complicado para los huelguistas

Los huelguistas, que afrontan ya los diez días de protesta, esperan que haya algún tipo de respuesta por parte de las autoridades. Aunque reconocen que las posibilidades de que esto ocurra son bastante escasas.