Luego de la publicación del último informe de Human Rights Watch (HRW), titulado “Este infierno era mi única opción”, sobre la situación de los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos vía selva del Darién, esta organización sostiene que esa crisis cada vez más empeora.
Juan Pappier, subdirector de la división para las Américas de HRW, aseveró que este informe cifra en 457.000 las personas de decenas de nacionalidades que cruzaron la peligrosa selva panameña hasta septiembre de 2023. Una cifra récord que va de la mano con el aumento de visados y restricciones impulsados por Estados Unidos.
“Hemos visto un aumento dramático de personas que cruzan el Darién”, indicó.
En conversación este martes con Luz Mely Reyes, en el espacio de entrevistas #ConLaLuz, emitido por Efecto Cocuyo, Pappier agregó que una organización criminal llamada Clan del Golfo, que se lucra con la migración, es parte del problema, pues han hecho de esto un negocio.
“Ese grupo regula las rutas que se pueden utilizar para el movimiento de migrantes. Extorsiona a todas las personas que se benefician del flujo migratorio, tanto a los guías que ayudan a las personas a cruzar la selva como a las personas que alquilan habitaciones o venden alimentos”, explicó.
El directivo de HRW indicó que en la región se hace necesario crear vías legales y seguras para que las personas que migran no estén expuestas a estas acciones en el llamado Tapón de Darién. El informe destaca también que alrededor del Darién hay bandas criminales que roban, matan y en muchos casos abusan sexualmente de los y las migrantes.
“Del lado panameño hay bandas criminales más pequeñas que son los que usualmente roban a los migrantes, son peligrosos y Panamá no ha hecho esfuerzos suficientes para desmantelarlos”, aseguró.
Para Pappier, las políticas migratorias adoptadas recientemente por Estados Unidos ha causado que se dé ese aumento en el flujo de personas intentando cruzar fronteras y arriesgando sus vidas.
“La evidencia sugiere, de forma sólida, el impacto que ha tenido estas políticas de EE. UU. ha contribuido a que haya más personas migrantes cruzando el Darién”.
La sugerencia de la organización es que los países del continente están en el deber de contribuir con la protección de los migrantes.
“Todos en América Latina y el Caribe deben pensar en un estatuto temporal de protección para los haitianos y venezolanos, que no sea solo por un año, debe ser por un período más largo”, dijo.