Escuela Mariano Picón Salas- Petare (Mairet Chourio)
Foto: Mairet Chourio.

Familias en Venezuela muestran gran preocupación por los resultados del primer lapso del año escolar. La Red Venezolana de Padres y Representantes denunció este 30 de noviembre que el sistema educativo arrastra las mismas fallas de años anteriores y que hay un problema se ha agravado de forma alarmante: la inasistencia de los niños.

Lila Vega, pediatra y coordinadora de la Red, aseguró que se registra al menos un 15 % de inasistencia en las aulas. El problema ya había sido advertido por la Federación Venezolana de Maestros (FVM) y la Formación de Dirigentes Sindicales (Fordisi) al iniciar el período académico en octubre de 2023.

“La situación es muy seria, con una gran ausencia de maestros y de muchachos. Además, en efecto hay muchos problemas de infraestructura y de los servicios que reciben las escuelas”, apuntó la doctora.

Actualmente, de acuerdo con cifras de la FVM, seis de cada diez centros no cuentan con las condiciones mínimas para dar clases. Vega añadió que la actuación del Estado venezolano frente a la crisis en los planteles sugiere que hay desdén hacia la educación venezolana desde las instituciones.

Recordó además el incidente ocurrido recientemente en el Colegio San Agustín, ubicado en el municipio Sucre, que fue usado por cuerpos de seguridad para trasladar reclusos al centro de detención preventiva de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), conocido como Zona 7, en Boleíta.

“El mensaje que eso trasmite es que las escuelas no valen nada. El mensaje que las autoridades en el país nos están dando es que las escuelas no son importantes. Pasa cuando suspenden clases para elecciones, la agenda política parece mucho más importante que la educativa y les da igual que los niños pasen con la escuela cerrada hasta tres o cuatro días”, afirmó Vega.

El horario mosaico es insostenible

El horario mosaico se implementa ya en el 80 % de las escuelas a nivel nacional de acuerdo con cifras del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema). Para Vega, es una de las principales fallas del sistema educativo este primer lapso: los docentes dan clases apenas dos días a la semana, máximo tres.

“Eso es gravísimo, es imposible aprender solo con dos días de actividades escolares. Las escuelas privadas tienen la ventaja de contar con el apoyo de los padres para lograr funcionar los cinco días de la semana”, comentó Vega.

Representantes ya se han mostrado en desacuerdo con la medida del horario, pero coinciden en que no pueden obligar a un profesor a trabajar en instituciones en decadencia durante toda una semana, sin una remuneración justa. En el país, el tabulador de sueldos de educadores señala que ganan entre 8 y 25 dólares mensuales, mientras que la canasta básica alcanzó los 493,53 dólares en octubre de este año, según Cenda FVM.

Algunas familias han optado por inscribir a los jóvenes en tareas dirigidas, pero la opción no solventa las deficiencias académicas. Al horario mosaico se le une el problema del déficit de especialistas. Faltan profesores de materias claves. Las consecuencias pueden verse a lo largo de todo el país.

El niño venezolano no está aprendiendo

Los estudiantes de bachillerato están reprobados en asignaturas científicas y sociales en 2023, denunció la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) a finales de noviembre. En promedio, estos alumnos tienen 7,53 puntos sobre 20 en matemáticas y 9,11 sobre 20 en habilidad verbal según un estudio realizado por la Escuela de Educación.

“No es solo un problema para entrar a la universidad, es un problema para la vida. Si no tienes destrezas matemáticas, si no tienes destrezas verbales te cuesta trabajo la vida, independientemente de si decidas ir a la universidad o no. Con esta información hay que sentarse a trabajar en las escuelas. El primer elemento es que los niños vayan a las escuelas todos los días”, acotó Vega.

En Petare, Nelly Rodríguez contó a Efecto Cocuyo que piensa inscribir a sus dos hijas en un colegio privado el próximo año, debido a que en esas instituciones no se aplica el horario mosaico.

“Mi ex esposo, el papá, se fue hace un tiempo a Ecuador, no le fue bien y luego pudo llegar a Estados Unidos con ayuda de unos primos. Ahorita es que está mandando plata para que pueda meter a las niñas en un mejor colegio. Sin eso no podría cambiarlas, yo gano 90 dólares mensuales, imagínate”, explicó Rodríguez.

Trabaja como dependienta en una tienda de Los Ruices, al este de Caracas. Cuenta que las dos niñas van a clases solo dos días a la semana en un centro educativo de la zona. La mayor tiene 14 años y la menor acaba de cumplir seis.

“A la pequeña le ha costado muchísimo aprender a leer. En la escuela no da tiempo y ella se queda en la casa con la grande, que está en lo suyo, tiene sus propias cosas para hacer. El papá le mandó una tablet con la condición de que aprendiera este año y así fue que medio se entusiasmó. Yo llegaba todas las noches a sentarme una hora con ella, porque ya tiene seis años y nos preocupaba que no leyera”, narró Nelly.

Un panorama poco alentador

La doctora Vega alertó que el próximo año la crisis de la educación podría agudizarse si el Estado no implementa políticas eficientes para atenderla.

“La autoridades del Ministerio de Educación tienen que entender que es importante la situación. No veo acciones que cambien el panorama para los próximos meses. Como no las veo, creo que los padres debemos hacer una diferencia, tenemos que involucrarnos con nuestras escuelas y empezar a resolver lo que el Estado no está resolviendo”, dijo.

Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), reportó el 19 de noviembre que las escuelas se han visto obligadas a solicitar recursos a los representantes para poder impartir clases.

Aseguró entonces que los centros educativos estaban siendo financiados por padres y profesores. Sobre el tema, Raquel Figueroa, sindicalista y especialista en políticas educativas, advirtió que Venezuela se convierte cada vez más en un Estado societario, en el que el gobierno ignora sus responsabilidades y se las transfiere a la población.

“Debemos presionar al Estado para que atienda. Pero mientras tanto, desafortunadamente depende de nosotros”, culminó Vega. Hasta la fecha la ministra de Educación venezolana, Yelitze Santaella, no ha ofrecido propuestas para rescatar el golpeado sistema educativo en el territorio nacional.