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El mundo está lejos del objetivo global de alcanzar la igualdad de género. El recién publicado Índice de Normas Sociales de Género (Gsni, por sus siglas en inglés) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) revela que la permanencia de sesgos de género contra las mujeres se mantiene como un problema global. 

El informe, divulgado el 12 de junio, refleja pocos avances en la superación de los prejuicios contra las mujeres en los últimos 10 años, mientras algunos movimientos contra los derechos de las mujeres han ganado impulso en el mundo. 

De acuerdo con el documento, los sesgos de género impiden el empoderamiento económico de las mujeres, restringen sus oportunidades y las mantienen lejos de los puestos de liderazgo, además de privar a las sociedades de los beneficios del liderazgo femenino. 

A continuación, cinco claves sobre el informe: 

1️⃣ 90 % de la personas tienen algún sesgo

Según el informe, nueve de cada 10 hombres y mujeres en el mundo siguen manteniendo al menos un sesgo contra las mujeres entre los ámbitos de la política, educación, economía e integridad física. Estos sesgos están presentes en países con alto y bajo índice de desarrollo humano.   

«Las normas sociales que limitan los derechos de las mujeres perjudican también a la sociedad en su
conjunto y frenan la expansión del desarrollo humano», dijo Pedro Conceição, director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del Pnud.

En Venezuela, 92,35% de las personas tienen al menos un sesgo de género.

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2️⃣ Todavía hay personas que justifican la violencia 

Otro de los datos arrojados por el informe, y calificado como alarmante por el Pnud, es el porcentaje de personas que justifican la violencia contra la mujer: 25 % de la población cree que está justificado que un hombre le pegue a su esposa. 

Un porcentaje similar (26 %) de adolescentes y mujeres mayores de 15 años han experimentado violencia de pareja. 

De acuerdo con la ONU, las personas que piensan que la violencia es aceptable pueden directamente imponerla o justificarla, mientras que las normas sociales permisivas con la violencia dificultan que las mujeres puedan denunciarla y escapar de ella.

Además, los contextos de crisis a nivel mundial pueden intensificar la violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas. 

3️⃣ Sesgos impiden que haya más mujeres líderes

El Pnud destaca que las mujeres siguen estando subrepresentadas en la política, la administración pública y el liderazgo empresarial. 

La mitad de la población mundial todavía cree que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, y 43 % opina que los hombres son mejores ejecutivos empresariales. En el mercado de trabajo, las mujeres ocupan menos de la tercera parte de los cargos directivos. 

Solo 10 % de las jefaturas de Estado o de Gobierno son ocupadas por mujeres, un porcentaje que no ha registrado mayores cambios desde 1995.

Además, apenas 22 % de los cargos ministeriales son ocupados por mujeres, principalmente en las áreas de la mujer, la niñez, la juventud, atención a personas mayores o con discapacidad o ambiente. A nivel parlamentario, las mujeres solo representan un cuarto de los asientos. 

De acuerdo con el informe, estos sesgos afectan las oportunidades de las mujeres de surgir como líderes, pero incluso cuando las mujeres alcanzan puestos de liderazgo, los sesgos de género conducen a tratos y juicios desiguales. 

4️⃣ Persiste la brecha en los ingresos

Actualmente, las mujeres tienen más formación y habilidades que nunca, pero todavía hay una falta de progreso para cerrar la brecha de género a nivel de ingresos.

En los 59 países en que las mujeres cuentan con un mayor nivel educativo que los hombres, la brecha media en los ingresos sigue siendo de 39 % en favor de los hombres.

Según el reporte, las brechas en los ingresos están vinculadas con las profundamente arraigadas normas sociales y estereotipos de género. 

«Estos patrones están alineados con recientes estudios que muestran que los ingresos de las mujeres están impactados por una ‘penalidad por hijo’, que surge de las expectativas sociales de que las mujeres dediquen más tiempo al cuidado de los hijos que los hombres. Los estereotipos de género también contribuyen a subvalorar las contribuciones de las mujeres», destaca el informe. 

5️⃣ El cambio es posible

A pesar de la prevalencia de sesgos de género contra las mujeres, los datos indican que sí puede haber un cambio: entre los 38 países con datos comparables en el tiempo, 27 registraron un aumento en la proporción de personas sin sesgo en ninguno de los indicadores.

Para impulsar ese cambio, el informe aboga por invertir en medidas que promuevan la igualdad de  las mujeres en la participación política, el refuerzo de los sistemas sociales de protección y cuidado y la estimulación de intervenciones innovadoras para hacer frente a normas sociales dañinas, las actitudes patriarcales y los estereotipos de género. 

El Pnud destaca que un punto de partida puede ser reconocer el valor económico del trabajo de cuidado no remunerado. 

«Esto puede ser una forma muy eficaz de combatir las normas sociales de género respecto a este tipo de ocupación. En aquellos países donde las normas sociales revelan mayores sesgos de género, se calcula que las mujeres dedican al trabajo de cuidados no remunerado entre seis y siete veces más tiempo que los hombres», explicó Raquel Lagunas, Directora del Equipo de Género del Pnud.

Puede consultar el informe completo aquí.

Con información del Pnud.