De nuevo la calle fue el escenario para que los jubilados expresaran su malestar. Esta vez, reclamaron el bono recreacional, de 85 días, que deben pagarles cada 29 de mayo, de acuerdo a la convención colectiva.
Los adultos mayores se concentraron en la plaza La Moneda, cerca del Banco Central de Venezuela, en la parroquia Altagracia, para hacer visible la crisis por la que atraviesan los pensionados y jubilados.
Ángela Fermín, 58 años, expresó que no pueden dejar de exigir mejores condiciones, «pues todo esto es una burla, juegan con los ancianos, estamos viviendo en la miseria. Por eso hay que salir a la calle. No tenemos garantía de salud, en ningún lado podemos ir para que nos atiendan dignamente».
Dijo que si sus hijas no estuvieran en otro país, ella no pudiera sobrevivir. «Ellas me mantienen porque esta pensión es una miseria», dijo mientras sus compañeros gritaban que querían el pago ya del bono recreacional.
Aunque estaban codo a codo (se protegían con sus tapabocas y de vez en cuando usaban gel para limpiar sus manos) no dejaron de insistir en que se mantendrán firmes con sus reclamos, «queremos que el Ministerio de Finanzas revise y se ponga al día con las deudas».
Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela, explicó que la Onapre les está eliminando cláusulas y disminuyendo los beneficios laborales.
Denunció que además en los recibos que les entregan aparece el monto y que cuando van a revisar sus cuentas hay un saldo menor. «Esta situación es una irregularidad más del Seguro Social, que fracciona pago a los pensionados. A esto se suma la deuda del bono recreacional contemplado en la convención colectiva».
Por eso, señaló, queremos llamar la atención de la vicepresidencia, «pues esto que estamos enfrentando los trabajadores y jubilados no es más que un paquetazo neoliberal, algo que tanto criticaban en la cuarta República. Ahora, aumentan los servicios básicos, la comida, las medicinas y reducen los salarios».
Andrés Guerra, de 62 años, jubilados IVSS, también se sumó a las exigencias: «queremos la cancelación del bono recreacional, y todos nuestros derechos y beneficios que cada día nos van quitando. Pedimos que se respete y se cumpla lo establecido en la Constitución», sentenció.
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De nuevo la calle fue el escenario para que los jubilados expresaran su malestar. Esta vez, reclamaron el bono recreacional, de 85 días, que deben pagarles cada 29 de mayo, de acuerdo a la convención colectiva.
Los adultos mayores se concentraron en la plaza La Moneda, cerca del Banco Central de Venezuela, en la parroquia Altagracia, para hacer visible la crisis por la que atraviesan los pensionados y jubilados.
Ángela Fermín, 58 años, expresó que no pueden dejar de exigir mejores condiciones, «pues todo esto es una burla, juegan con los ancianos, estamos viviendo en la miseria. Por eso hay que salir a la calle. No tenemos garantía de salud, en ningún lado podemos ir para que nos atiendan dignamente».
Dijo que si sus hijas no estuvieran en otro país, ella no pudiera sobrevivir. «Ellas me mantienen porque esta pensión es una miseria», dijo mientras sus compañeros gritaban que querían el pago ya del bono recreacional.
Aunque estaban codo a codo (se protegían con sus tapabocas y de vez en cuando usaban gel para limpiar sus manos) no dejaron de insistir en que se mantendrán firmes con sus reclamos, «queremos que el Ministerio de Finanzas revise y se ponga al día con las deudas».
Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela, explicó que la Onapre les está eliminando cláusulas y disminuyendo los beneficios laborales.
Denunció que además en los recibos que les entregan aparece el monto y que cuando van a revisar sus cuentas hay un saldo menor. «Esta situación es una irregularidad más del Seguro Social, que fracciona pago a los pensionados. A esto se suma la deuda del bono recreacional contemplado en la convención colectiva».
Por eso, señaló, queremos llamar la atención de la vicepresidencia, «pues esto que estamos enfrentando los trabajadores y jubilados no es más que un paquetazo neoliberal, algo que tanto criticaban en la cuarta República. Ahora, aumentan los servicios básicos, la comida, las medicinas y reducen los salarios».
Andrés Guerra, de 62 años, jubilados IVSS, también se sumó a las exigencias: «queremos la cancelación del bono recreacional, y todos nuestros derechos y beneficios que cada día nos van quitando. Pedimos que se respete y se cumpla lo establecido en la Constitución», sentenció.