Dirigentes estudiantiles de la Universidad Simón Bolívar (USB) exigen comicios para renovar a sus autoridades, después de tres años de gestión de un rector y dos vicerrectores que fueron designados por el Consejo Nacional de Universidades (CNU), en lo que se considera una grave violación del gobierno de Nicolás Maduro a las leyes universitarias.

Angelo Parucho, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la USB, dijo a Efecto Cocuyo que desde inicios de 2023 los universitarios han protestado sin obtener respuesta. Recordó que el 27 de septiembre del año pasado irrumpieron en el rectorado del campus de Caracas para pedir elecciones libres.

Parucho explicó que la USB debe discutir a la brevedad un reglamento transitorio que les permita llevar a cabo un proceso electoral, algo que ocurrió en 2023 en la Universidad Central de Venezuela (UCV), que hasta la fecha ha sido la única en el país en renovar a sus máximos representantes.

«Existe un reglamento y la Comisión Electoral, aunque es autónoma, no puede violarlo. Entonces es necesario que se discuta en el seno del Consejo Directivo, que está al control de los rectores interinos, ya que ellos ponen a dedo los decanos y los curules del mismo Consejo. Aunque hay una representación estudiantil, profesoral y egresados, los rectores ha dilatado la propuesta de discutir un reglamento transitorio», apuntó Parucho.

Advirtió que, de no hacerse elecciones, las autoridades interinas cumplirán en 2025 los cuatro años reglamentarios solo para aquellas electas de forma democrática, lo que constituye un duro golpe a la autonomía de la universidad.

La USB no quiere rectores impuestos

Durante 2021, tras la muerte del rector Enrique Planchard el 27 de julio de ese año, el CNU decidió juramentar a Jorge Stefani como nuevo rector de la USB; José Hernández, como vicerrector administrativo; y Víctor Teotiste, como vicerrector académico, en un proceso irregular que fue ampliamente criticado por otras casas de estudio.

En realidad, según el reglamento de la universidad, luego del fallecimiento de un rector se debe designar a uno interino y luego convocar a elecciones.

No obstante, el CNU designó a las tres autoridades principales, que siguen gestionando la institución para junio de 2024, a pesar de una orden que señalaba que las elecciones debían hacerse en máximo 180 días después de la juramentación de Stefani, Hernández y Teotiste.

En los últimos tres años la crisis en la USB se ha agudizado de forma acelerada. El 8 de abril de 2022, la universidad volvió a la palestra cuando una joven, Gabriela Álvarez, cuestionó en pleno acto de grado la ética y gestión de los rectores impuestos por el gobierno de Nicolás Maduro, lo que ocasionó que el evento fuese suspendido momentáneamente.

En general, las elecciones en la USB no se realizan desde hace una década, debido a una intervención del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en la autonomía universitaria que ha impedido — con excepción de la UCV en 2023— que se hagan comicios de autoridades en las instituciones de educación superior.

Dos de ellas lo han intentado, encontrándose como obstáculo nuevamente al Poder Judicial. Se trata de la Universidad de Carabobo (UC) y la Universidad de los Andes (ULA), cuyos procesos electorales fueron suspendidos por el TSJ en noviembre de 2023 y marzo de 2024 respectivamente.

Una USB sin condiciones para dar clases

Deficiencias en el transporte y el sistema de alimentación, falta de recursos y déficit presupuestario son solo algunos de los problemas que denuncia la comunidad universitaria de la USB.

«Han fingido normalidad, meten a estudiantes a diestra y siniestra para fingir que la universidad tiene estudiantes. Nuestro principal problema es el transporte, esta es una institución que queda bastante alejada, esto implica que hay profesores que no pueden asistir a dar clases, que a estudiantes les cueste mucho subir y hasta a los propios trabajadores se les dificulta», apuntó Parucho sobre el tema.

El campus principal de la USB se ubica en Sartenejas, municipio Baruta del estado Miranda, un punto donde el transporte público es muy escaso. En mayo de 2023, docentes de la casa de estudio, quienes pidieron resguardar su identidad, denunciaron a Efecto Cocuyo persecución y presiones hacia los profesores para que ofrecieran clases de forma presencial.

Parucho también indicó que la universidad «no está en condiciones de presencialidad absoluta», debido a que los servicios públicos son intermitentes y hay una amplia deserción docente, por los sueldos que no superan los 30 dólares mensuales.

«Han metido cerca de 1.500 estudiantes, pero sin mejorar los servicios. Lo que implica que esto es una burbuja y lo que se está fomentando es la deserción estudiantil. Hemos visto casos de chamos que ingresaron a la universidad y no tenían profesor de matemática, básicamente tenían un guía y los mandaban a presentar», explicó el presidente del FCE-USB.

Profesores también piden elecciones

No solo los estudiantes exigen elecciones inmediatas de autoridades. Los educadores de la USB también se movilizan para solicitar los comicios.

El 13 de junio de este año el profesor Omar Pérez Avendaño, quien forma parte de la junta directiva de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar (APUSB), informó que introdujo una demanda en el TSJ para solicitar una orden, con el fin de que la casa de estudios apruebe un reglamento transitorio y fije fecha para un proceso electoral.

Pérez aseguró que es «la quinta vez» que se solicita al Tribunal Supremo que actúe para renovar al rector y los vicerrectores de la universidad, sin obtener ninguna respuesta al respecto.

En 2024 ninguna de las autoridades de la USB se ha pronunciado sobre las demandas o han explicado cuál es la razón por la que se niegan a discutir fechas para elegir a nuevos representantes.

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