La píldora anticonceptiva y los cambios de humor

Introducida en mayo de 1950, la “píldora” anticonceptiva fue una innovación médica que ha transformado drásticamente la vida de millones de mujeres en todo el mundo. La combinación adecuada de progesterona y estrógeno no solo puede prevenir el embarazo con gran eficacia, sino que también puede usarse para tratar el acné, quistes en los ovarios, dolor menstrual, las migrañas y los síntomas de la endometriosis.

Sin embargo, como cualquier medicamento, las píldoras anticonceptivas conllevan riesgos y efectos secundarios que varían de persona a persona, pudiendo ocasionar desde cáncer de mama y coágulos sanguíneos, hasta la disminución del libido, el aumento de peso y la depresión.

A pesar de las investigaciones que lo vinculan con todo tipo de males, sigue siendo el método anticonceptivo más popular en la actualidad y la toman unas 3,7 millones de mujeres en Venezuela.

En 2016, un artículo científico mostró que las mujeres que tomaban la píldora (ya sea combinada o solo de progestágeno) tenían más probabilidades de que se les recetara un antidepresivo respecto a aquellas que no tomaban anticonceptivos. Mientras que otro trabajo de investigación determinó un vínculo entre la anticoncepción hormonal y los intentos de suicidio.

Desde una perspectiva global, la depresión es una de las principales causas de trastornos en la salud y discapacidad. Más de 264 millones de personas se ven afectadas y al menos 25% de las mujeres y 15% de los hombres requirieron medicación para tratar la depresión en algún momento de su vida.

En este sentido, algunos estudios han identificado fuertes vínculos entre usar anticonceptivos hormonales y efectos negativos en la salud mental. Además un reciente documental de la BBC arrojó luz sobre la gravedad del problema y revela cómo ha dejado a algunas mujeres sufriendo de depresión y experimentando pensamientos suicidas.

Una encuesta realizada por el equipo que elaboró el documental, titulado La píldora anticonceptiva: ¿qué tan segura es?, encontró que una de cada cuatro mujeres que tomaban la píldora dijeron que les había afectado negativamente su salud mental.

Un reciente estudio publicado en Epidemiology and Psychiatric Sciences, basado en 264.557 mujeres durante un período de dieciséis años, ha encontrado evidencia adicional de que el anticonceptivo oral combinado está asociado con “un mayor riesgo de depresión poco después de su inicio”.

El método anticonceptivo estudiado fue sobre las píldoras combinadas, que contienen progestágeno (un compuesto parecido a la hormona progesterona) y estrógeno. El progestágeno previene la ovulación y espesa el moco cervical para evitar que los espermatozoides entren al útero, mientras que el estrógeno adelgaza el revestimiento del útero para impedir la implantación de un posible óvulo fertilizado.

Si bien los anticonceptivos orales se han utilizado y estudiado ampliamente por su eficacia para prevenir embarazos no deseados y controlar diversas afecciones de salud, la relación entre el uso de anticonceptivos orales y la depresión ha sido tema de debate y hallazgos no concluyentes en el pasado.

Por tanto, los investigadores del reciente artículo indicaron que “sentimos que era esencial investigar más a fondo este tema para proporcionar claridad y conocimientos sobre los riesgos potenciales asociados al uso de anticonceptivos orales y su impacto en la salud mental, centrándonos particularmente en la depresión”.

En comparación con las participantes que nunca habían tomado un anticonceptivo oral en su vida, los investigadores encontraron que aquellas que comenzaron a tomar anticonceptivos enfrentaban un riesgo de 79% de ser diagnosticadas con depresión en los primeros dos años.

De todos los grupos de edad representados en la cohorte, las pacientes adolescentes (aquellas que comenzaron a usar anticonceptivos orales a la edad de 20 años o antes) parecían ser las más susceptibles. En los primeros años de uso de estos anticonceptivos orales, las personas menores de 20 años tenían un 95% de sufrir depresión.

Para ahondar en los datos de las mujeres que tenían síntomas de depresión, los investigadores analizaron información de un subgrupo de 82.232 que completó un cuestionario de salud mental en línea. En este análisis adicional, las mujeres que usaron anticonceptivos orales tenían el doble de riesgo de manifestar síntomas depresivos en los primeros dos años de uso, en comparación con las mujeres que nunca habían utilizado anticonceptivos orales.

Según el estudio, las mujeres que habían comenzado a usar anticonceptivos a los 20 años o menos tenían un riesgo de 130%. Mientras que las mujeres que comenzaron a tomar anticonceptivos orales a los 21 años o más, tenían un riesgo menor de 92%. En la edad adulta, señalan los autores, “las mujeres han pasado por cambios hormonales sustanciales, lo que podría ser parte de la razón por la cual los anticonceptivos orales no parecen afectarlas tanto”.

Ahora bien, los hallazgos del reciente estudio son reveladores, pero no deberían asustar a la hora de tomar anticonceptivos orales. Estos medicamentos ayudan a muchas mujeres y son muy eficaces en su función.

Por ello, es importante que tanto los médicos como las pacientes estén atentas a cualquier efecto secundario que pueda surgir durante su uso y “los psiquiatras deberían considerar discutir este riesgo potencial con sus pacientes, monitoreando de cerca cualquier cambio en el estado de ánimo o el bienestar mental durante el uso de anticonceptivos hormonales”, señalaron los científicos.

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Profesor-Investigador Universidad Central de Venezuela • Miembro de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat • Editor de la Revista Catálisis • Presidente (H) de la Sociedad Venezolana de...