El mundo contemporáneo se encuentra inmerso en un contexto de cambios significativos, enfrentándose a situaciones complejas que abarcan desde la polarización política en Estados Unidos hasta conflictos regionales en el Medio Oriente y Europa del Este, así como la creciente amenaza de una inteligencia artificial descontrolada. Estos riesgos, interconectados de diversas maneras, plantean una serie de amenazas para la estabilidad global en 2024.
Desafíos globales
La política en Estados Unidos ha llegado a un punto crítico en 2024, erosionando la institucionalidad. La desconfianza hacia el Congreso y los medios de comunicación ha alcanzado niveles históricos. Esto socava la estabilidad interna y debilita la posición del país en el escenario global. Tanto la polarización extrema como la desinformación han minado la cohesión social en Estados Unidos.
Además, la disputada elección presidencial y la percepción de que los candidatos demócratas y republicanos carecen de idoneidad para el cargo contribuyen a la creciente crisis política. Tanto las acusaciones criminales contra el expresidente Donald Trump como la avanzada edad de Joe Biden generan inquietud entre la población.
La próxima elección presidencial se prevé como un catalizador para una mayor división. Independientemente del resultado, se espera que la legitimidad de la elección sea cuestionada, exacerbando la crisis política en Estados Unidos.
El Medio Oriente al borde del abismo
La situación entre Israel y Gaza representa un peligro inminente para una región tradicionalmente convulsa como lo es el Oriente Medio. Sin una solución clara y la tendencia a la cronificación del conflicto, el aumento de los combates podría conducir a una radicalización en ambas partes, intensificando la inestabilidad en la región y en el mundo.
Por otra parte,la división política en Estados Unidos, que determina una postura ambivalente ante el conflicto entre israelíes y palestinos, y las complejas elecciones americanas del 2024 podrían afectar significativamente el papel tradicional de Estados Unidos como mediador en el Medio Oriente, debilitando aún más la estabilidad en la región.
Ucrania dividida
El conflicto en Ucrania, sin visos de solución cercana, parece agravarse en 2024 con una posible partición del país en regiones pro y anti Rusia, alterando significativamente el equilibrio geopolítico.
La progresiva disminución del apoyo ha sido particularmente notoria por parte de los Estados Unidos ante la perpetuación de la guerra, lo que coloca a Ucrania en una posición bastante vulnerable.
Oriente y Occidente
Los Estados Unidos mantiene una política de reducir la dependencia económica con China, para evitar que las crecientes tensiones con ese país y sus aliados afecten su hacer económico interno.
China, por otra parte, busca reemplazar el mercado americano por su inmenso mercado interno y a través de nuevos acuerdos comerciales con regiones y países no alineados con los Estados Unidos.
Por otra parte los BRICS, ahora nutrido con nuevos miembros del Medio Oriente, se ha convertido en el bloque económico más poderoso del mundo superando con creces en población, PIB y producción petrolera a las grandes economías occidentales. Los BRICS hoy comprenden la mitad de la población mundial, el 28% del PIB y el 44% del crudo del mundo. Además, los países que los componen no son aliados naturales de los Estados Unidos.
Se suma al nuevo orden económico el hecho de que la disminución de la interdependencia económica entre China y los Estados Unidos da nuevas licencias al gigante asiático para hacerse el control de Taiwán, con lo que viene amenazando desde hace buen tiempo.
No olvidemos que no solo Taiwán, con claras simpatías por Occidente, geográficamente está situado en territorio chino, sino que hoy es el productor del 60% de los semiconductores que consume el mundo. Por esta razón es un enclave estratégico en lo geopolítico y geoeconómico para Oriente y Occidente.
Los países rebeldes
Una cooperación cada vez mayor entre Rusia, Corea del Norte e Irán en 2024 representa un desafío significativo para la estabilidad global, ya que estos países buscan alterar el statu quo global a su favor.
La unión de estos Estados, alimentada por sanciones internacionales y resentimientos compartidos contras los Estados Unidos, representa una amenaza creciente. Su disposición a violar las leyes internacionales podría intensificar la inestabilidad global, representando un riesgo significativo para la seguridad mundial.
Inteligencia Artificial sin control
La desinformación generada por la inteligencia artificial amenaza la democracia global al influir en campañas electorales y alimentar la división social. La falta de regulación eficaz permite que actores nacionales y extranjeros utilicen la IA de manera perjudicial.
La expansión descontrolada de la inteligencia artificial, fuera del alcance de los gobiernos, aumenta el riesgo de desarrollos y usos indebidos de esta. Esto plantea amenazas tanto en términos de seguridad nacional como de estabilidad global.
El año 2024 se presenta como un período crítico, lleno de desafíos que exigen una mirada atenta y cuidadosa desde el punto de vista económico y político. La respuesta global a los problemas planteados, determinará la dirección del orden mundial y aspectos de seguridad mundial en los años venideros.
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Del mismo autor: Efecto Cashea