Miles de simpatizantes de Nicolás Maduro se reunieron en distintos puntos de Caracas, este jueves 4 de julio, para dar inicio a la campaña electoral de cara a los comicios presidenciales del 28 de julio.
En Catia y en la avenida Libertador, el chavismo se concentró buscando recordar viejas épicas que le den un empujón al arranque de la campaña.
En la plaza Sucre de Catia las personas se comenzaron a congregar a partir del mediodía. Sin embargo, en un recorrido realizado por Efecto Cocuyo se pudo constatar que para esa hora todavía era muy poca la cantidad de personas en el lugar.
También se vieron decenas de autobuses estacionados en la avenida Libertador, todos con el objetivo de trasladar a los manifestantes chavistas. No obstante, la convocatoria del Psuv en Catia era para salir a las 3:00 de la tarde. Una hora más temprano saldría la marcha desde la avenida Libertador, a la altura de la sede de Pdvsa en La Campiña. Sin embargo, la movilización partió después de las 4:00 de la tarde con Nicolás Maduro Guerra liderando a la gente.
En uno de los puentes que conecta ambos lados de la avenida Libertador dos señoras hablaban.
—¿Tú crees que Maduro vaya a ganar? —preguntó una de ellas
—Yo creo que sí… espero que sí —respondió la otra con algo de dudas.
El clamor de las personas es darle una vez más la confianza a Nicolás Maduro, pero con la expectativa de que las cosas mejoren en lo económico y social. “Yo quisiera que mis hijos vuelvan, ojalá eso pudiera pasar”, dijo a Efecto Cocuyo María González mientras esperaba que la marcha la alcanzara en la avenida Urdaneta.
Nicolás Maduro acompañó la marcha desde un carro rojo
Luego de caminar por varios kilómetros, desde la avenida Libertador a la altura de La Campiña, la gente se preguntaba dónde estaba Nicolás Maduro o alguna figura prominente del chavismo. Hasta ese momento, cerca de las 5:45 de la tarde, sólo estaban Nicolás Maduro Guerra y Blanca Eckhout, entre otros.
En la sede de Cantv de Mariperez estaba esperando Héctor Rodríguez, gobernador del estado Miranda.
Sin embargo, las personas todavía se preguntaban por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, dos de los principales referentes para la militancia chavista.
Cerca de las 6:00 de la tarde la marcha se partió en dos. Un grupo se adelantó y llegó hasta el elevado que está a la altura de la avenida Vollmer y el otro se quedó atrás en el paso bajo que conecta el final de la avenida Libertador con la avenida Urdaneta.
Un grupo de escoltas corrió rápidamente hacia el túnel. Acto seguido dos todoterrenos rojos se metieron de retroceso por la vía. “Ahí viene mi presidente”, dijo una de las manifestantes chavistas.
Efectivamente eran los preparativos para que Nicolás Maduro se sumara a la movilización. El gobernante se subió a uno de los vehículos y comenzó a saludar a sus seguidores con una mano. Con la otra sostenía un monopie donde estaba puesto un teléfono pues el político estaba haciendo una transmisión en vivo por su cuenta de TikTok.
La gente que se quedó a esperarlo en el elevado estalló de alegría. Las personas se intentaban acercar y Maduro les respondía con saludos mientras el vehículo avanzaba dirección Miraflores.
Poca atención el discurso de Nicolás Maduro
A las 6:40 de la tarde, las personas que estaban en la avenida Urdaneta, a la altura del puente de la avenida Fuerzas Armadas, se quedaron con las ganas de ver pasar a Nicolás Maduro. Tuvieron que apurar el paso para llegar hasta una tarima dispuesta frente al Banco Central de Venezuela, a dos cuadras del Palacio de Miraflores.
Desde ese lugar, el gobernante daría un breve discurso en el que aseguró tener las herramientas para mejorar la situación del país, algo que ha repetido en muchas otras ocasiones.
Mientras el político hablaba, pasadas las 7:00 de la noche, decenas de personas seguían en la avenida Urdaneta. Pero con el pasar de los minutos la gente comenzó a dispersarse. Unos buscaban agua, otros comida y muchos el transporte que los llevaría de vuelta a casa.
Decenas de fuegos artificiales iluminaron el cielo del centro de Caracas para dar fin a un acto que marca el inicio oficial de la campaña electoral en la que Nicolás Maduro se juega una nueva reelección.