Nuevo CNE evidencia negociaciones bilaterales y poco interés del gobierno en volver a México, dicen analistas
Analistas insisten en que nuevo CNE no genera confianza. Foto: Mairet Chourio

Las negociaciones de México siguen estancadas, pero la composición del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) con tres rectores principales ligados al chavismo y dos a sectores de la oposición indica que existen conversaciones entre factores progobierno y partidos políticos opositores.

¿A dónde llevarán tales contactos? Analistas consultados por Efecto Cocuyo no guardan grandes expectativas en relación con las garantías democráticas que se puedan lograr para las elecciones de 2024 y 2025 a través de diálogos bilaterales, que en la medida que avancen, advirtieron, le darán menos incentivos a Miraflores para volver a México con la mediación de Noruega.

«Este CNE no va a aceptar mejorar las condiciones electorales, pero de la boca para afuera quiere mostrar a un chavismo con moderación, permitiendo una representación de Un Nuevo Tiempo (UNT) y Acción Democrática (AD). Este CNE da la idea, válida, que hay una negociación bilateral que se salta a México y a Noruega», señaló la consultora política, Carmen Beatriz Fernández.

El 24 de agosto, la Asamblea Nacional (AN) de 2020 designó como rectores principales del ente comicial al excontralor general de la República, Elvis Amoroso, a la exsecretaria de la AN, cercana a Cilia Flores, Rosalba Gil y a Carlos Quintero por el lado del sector progobierno, mientras que por el antichavismo entraron Aimé Nogal, exdirigente de UNT y Juan Carlos Delpino vinculado a AD. Ya instalado el nuevo ente comicial se acordó que Amoroso sería el presidente y Quintero el vicepresidente.

El doctor en Ciencia Política, Daniel Varnagy, coincide en que la nueva composición del CNE no genera confianza porque la impresión que da es que para su composición se negoció con factores de oposición a los que les interesa mantener el statu quo en beneficio de sus propios intereses.

¿Cuál es la prioridad de Maduro?

En opinión de Fernández, al gobierno de Nicolás Maduro le interesan más las negociaciones bilaterales, más si hay avances, y no siente la necesidad de ir a México, proceso que se volvió a estancar desde finales de 2022, a la espera del cumplimiento de un acuerdo social que implica el desbloqueo de 3.200 millones de dólares congelados producto de las sanciones internacionales.

 «Maduro volverá a México si es la única una opción de negociar con Estados Unidos, también con Europa, pero más con Estados Unidos, el tema de las sanciones», acotó.

Fernández advirtió que en medio del lobby petrolero a favor del relajamiento de sanciones, EEUU permite conversaciones bilaterales con Miraflores, lo que atenta contra el regreso a México.

Aclaró que para Miraflores es importante mejorar el reconocimiento internacional, pero, a su juicio, es la prioridad número dos, porque la número uno es preservar el poder, por lo que no hará concesiones electorales por la vía de negociaciones que le representen un riesgo en ese sentido

«Este es un CNE con el que el chavismo se siente a gusto porque Amoroso es el ejecutor de las inhabilitaciones y (Carlos Quintero) es la persona clave en cuanto a los obstáculos y trucos, es un insider que juega duro para el oficialismo (…) sería ingenuo esperar condiciones democráticas. La pregunta es si sabiendo de este CNE vale la pena jugar y la oposición parece decir que sí, que es posible ganarle a Maduro que está en los límites inferiores del aprecio público», añadió.

La agencia Bloomberg aseguró el 23 de agosto que la administración de Biden analiza el levantamiento de sanciones si el gobierno de Maduro permite garantizar “elecciones libres” en 2024 y que habrá conversaciones con una delegación de Miraflores encabezada por el presidente de la AN de 2020, Jorge Rodríguez, quien es además jefe del grupo que negocia en México.

Para Varnagy, el eventual relajamiento de sanciones tendrían que ver con el área petrolera, que ya se ha ido haciendo, porque es del interés estadounidense. Descarta que EEUU ceda en levantar las medidas restrictivas impuestas por la supuesta comisión de delitos asociados al narcotráfico, por ejemplo, contra individualidades, si Miraflores no da muestras concretas de otorgar verdaderas garantías electorales.

Seguirán «contactos por debajo de la mesa»

Amoroso, Quintero y Conrado Pérez, disidente de Primero Justicia, están al frente de la Junta Nacional Electoral que es el órgano medular en la organización de las elecciones. Por si fuera poco, como secretario del CNE fue nombrado Antonio Meneses, responsable de firmar la inhabilitación de María Corina Machado en la Contraloría General de la República y hombre de confianza de Amoroso.

Recientemente, el gobernador del Zulia, Manuel Rosales, aseguró que no está negociando con Miraflores; un día después se produjo el nombramiento del CNE en el que Aimé Nogal, una de las dirigentes del partido que preside, UNT, quedó como rectora principal.

Luego se da a entender una alianza con el candidato a las primarias, Henrique Capriles, que puja porque la candidatura para 2024 recaiga entre ambos excandidatos presidenciales y que incluyen negociaciones para que la inhabilitación política contra Capriles sea levantada.

Varnagy también considera que serán este tipo de negociaciones bilaterales las que antecederán los próximos procesos electorales en lugar de México, siempre en condiciones que favorezcan a Miraflores. Aunque no descarta por completo que se reanude la mesa de México para darse un mensaje de apertura por parte de Maduro pero que en realidad no conducirá a elecciones totalmente libres y transparentes.

«Están las negociaciones frontales, directas, sobre la mesa como México, pero están las conversaciones por debajo de la mesa que son las que estamos viendo otra vez entre el sistema hegemónico y sectores que se dicen de oposición pero que no están promoviendo un cambio de sistema a diferencia de María Corina Machado», sostuvo.