A un mes de las elecciones primarias de la oposición, en las que ganó ampliamente con 92% de la votación entre casi dos millones y medio de electores dentro y fuera de Venezuela, María Corina Machado habló de las tres líneas de acción de una nueva fase de lucha por el cambio político en Venezuela, pasada la contienda del 22 de octubre.
A través de una transmisión en vivo, el pasado 22 de noviembre, la máxima líder de Vente Venezuela dio trazos generales de lo que llama el aparato de integridad electoral; la gran alianza nacional y la alineación global, estrictamente necesarios en la ruta electoral de 2024 para hacer posible la derrota de Nicolás Maduro.
¿Pero en qué consisten, qué alcance tienen y cuál es la viabilidad? A continuación algunas claves de la explicación de Machado y lo que opinan analistas consultados por Efecto Cocuyo.
«Son lineamientos generales y hay que esperar en qué se traducen, pero lo interesante es que refrenda y reafirma la vía electoral, porque cuando ella dice un gran aparato de integridad electoral se refiere a los testigos, a la defensa del voto, a la movilización. Eso es fundamental, porque al no tener un partido y ante la envergadura de una elección presidencial, necesita una maquinaria muy robusta que tiene que construir», sostiene el consultor político Ricardo Ríos.
«Aparato de integridad electoral»
Machado habló de la organización de más de 600.000 personas «formadas, comprometidas y coordinadas» en una estructura nacional para la defensa del voto. Durante su alocución resaltó que para los comicios presidenciales previstos para 2024, se dispondrán alrededor de casi 50.000 mesas electorales, de allí la cantidad de voluntarios, entre activistas políticos y de la sociedad civil necesarios para el día que se convoque.
«Para lograrlo, Venezuela necesita que cada uno de nosotros haga la parte que le toca en esta tarea. Yo asumo el liderazgo de este proceso y necesito que te integres a la estructura para la defensa de la soberanía popular, porque juntos vamos a llegar a cada rincón de este país, a cada hogar y a cada corazón venezolano», expuso la aspirante a Miraflores.
El excandidato a las primarias Andrés Caleca, quien retomó las giras regionales para promover la organización en torno a la defensa del voto a través de los testigos de mesa y otros voluntarios, ve con buenos ojos la importancia que Machado da al punto y advierte que es un trabajo que debe hacerse desde ya ante la proximidad de las presidenciales. Se ha dicho que pueden ser convocadas para octubre pero todavía no descarta que puedan adelantarse.
«Se debe garantizar que no quede ninguna mesa electoral sin testigos. Nunca se ha demostrado que el fraude esté en la máquina de votación, el problema está cuando la máquina se queda sola con miembros de mesa y testigos solo del Psuv porque ponen a votar a los que no votaron», alertó.
¿Cuántas personas se necesitan para defender el voto?
Caleca, expresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), calcula dos testigos principales más dos suplentes para alrededor de 40.000 mesas electorales, para un total de 160. 000 personas a las que, subrayó, hay que «localizar y entrenar» para que conozcan el reglamento electoral y sepan cómo desenvolverse y defenderse.
Aunado a ello, resaltó, se necesita una red de voluntarios alrededor de cada centro de votación con logística (comida, agua, transporte) para no dejar solos a los testigos a ninguna hora y hasta que se haga el conteo y transmisión de votos en las mesas, con lo que recordó que el proceso de escrutinio es público.
Estima que incluyendo los testigos, la cifra de personas necesarias ascienden a 1.000.000 en todo el país.
«No vamos a una fiesta electoral, sino a una confrontación electoral porque el chavismo actúa de manera amenazante; hay que rodear a los testigos de apoyo y seguridad. Las experiencias en el Zulia (regionales de 2021) y en Argentina (presidenciales 2023) con un padrón electoral de vigilancia del voto fueron exitosas», dijo.
Reiteró que no se puede confiar en el CNE que ahora preside Elvis Amoroso porque es un «ministerio más» del gobierno, pero aseguró que con una masiva participación de los electores y una efectiva vigilancia del voto se puede derrotar al chavismo en las elecciones.
«Gran alianza nacional»
Durante su discurso, Machado también se comprometió a construir una «gran alianza nacional” sostenida en consensos. Pone el énfasis en la cooperación y colaboración entre los distintos sectores de la sociedad.
Para Ríos, de esa alianza nacional depende mucho la red de defensa del voto, al carecer de una estructura partidista, por lo que debe sumar la mayor cantidad partidos políticos y sociedad civil. Pero también destacó que en dicha alianza, Machado está incluyendo a factores del chavismo blando o descontento.
«Ella tiene el estigma de ser una candidata radical que no es bien vista por un buen segmento del chavismo, habla de abrir los brazos a quienes vienen del chavismo. Creo que ese es el gran objetivo de lo que ella llama la alianza nacional y que para construir la viabilidad política de su candidatura o la que ella designe, necesita alianzas nacionales y bajar el nivel de rechazo que tiene en el chavismo, incluso el chavismo que ya no está con Maduro», apuntó Ríos.
Precisamente a dicho sector, Machado se dirigió para asegurarles que serán recibidos con «los brazos abiertos». Aseguró estar al tanto de que se saben «traicionados, utilizados y expoliados», especialmente los empleados del sector público. «Es la hora de su liberación, porque la dignidad humana es sagrada», les dijo.
Caleca recalcó que la unidad nacional que Machado llama alianza no solo es necesaria, sino imprescindible para ganar las elecciones presidenciales, más allá de los partidos que integran la Plataforma Unitaria con los que ha tenido profundas diferencias. También llamó a tener cuidado con el triunfalismo a partir de los resultados de las primarias.
«Las primarias no demostraron que le podemos ganar a Maduro, sino el gran descontento popular hacia el gobierno. María Corina Machado debe entusiasmar al país, convencer al chavismo descontento de votar por ella, porque si hay una abstención de 30% gana Maduro. Hay que poner los pies sobre la tierra», advirtió.
«Alineación global»
Estados Unidos es el principal aliado internacional de Machado en cuanto a la presión que pueda ejercer para lograr la habilitación de su candidatura para 2024, a cambio del levantamiento de sanciones.
«Con respecto a la alineación global ella no ahondó en el tema, pero se entiende que, vista la circunstancia geopolítica, se refiere a posibles aliados para ella y antagónicos a Maduro como el gobierno de EEUU, pero ella también se ha referido a gobiernos latinoamericanos de izquierda pero que no les conviene el gobierno de Maduro», señaló Ríos.
Machado ha señalado que, aunque son aliados de Maduro, es importante conversar con países como Brasil y Colombia en aras de que contribuyan con la mediación en el logro de garantías electorales para 2024.
Ríos advirtió además que un cambio abrupto en el sistema de gobierno de Venezuela también genera expectativas en bloques de poder internacionales. Puso como ejemplo el triunfo de Javier Milei en Argentina que generó temores por el radicalismo demostrado en la campaña electoral, pero al final pasó que los mercados han reaccionado de manera positiva a su elección, además de que el presidente electo, agregó, se ha vuelto más prudente en sus declaraciones.
«Por allí pudiera ser la línea que ella (Machado) está tratando de construir. En general, parece una narrativa bastante consistente; ahora falta ver si logra primero las alianzas nacionales que creo son las que tiene más cuesta arriba y tener los diferentes escenarios en el ámbito electoral», agregó.
Sigue sin mencionar «plan b»
Tanto Caleca como Ríos igualmente resaltaron que Machado sigue sin hablar de un plan b; es decir, la posibilidad de nombrar a otro candidato, en caso de que no logre derribar la barrera de la inhabilitación impuesta por la Contraloría General de la República, aun con la presión de EEUU.
A juicio de Ríos, Machado insistirá en llegar «hasta el final» desde el punto de vista estratégico, pero aun así, apuntó, debe tener guardada una alternativa en caso de que no pueda inscribirse como candidata en 2024, para no desaprovechar el capital político electoral obtenido con las primarias.
Caleca añadió que para resolver dilemas como el de la inhabilitación también es necesaria la unidad nacional. Insiste en que el panorama de lo que viene no será fácil y hay que trabajar en función de ello, por ello «no basta», afirma, que hayan votado 2 millones y medio en las primarias.