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La novedad de un restaurante en las alturas en Altamira, municipio Chacao, no estuvo exento de críticas, las mismas que se ha enfilado contra bodegones, edificios de lujo y venta de vehículos importados en un país que padece una emergencia humanitaria desde hace unos años, mientras el gobierno nacional denuncia un «bloqueo» producto de sanciones internacionales.

En cinco meses, el famoso restaurante Altum pasó de ofrecer un menú, acompañado de una vista panorámica de Caracas a 50 metros del suelo a un precio de hasta 180 dólares por persona, al cierre permanente por una supuesta falta de comensales y ser «visitado» por la Policía Nacional Contra la Corrupción (PNCC) que le ejecutó una medida de «aseguramiento».

Cuáles son los vínculos de Altum con Pdvsa

¿Qué estaría detrás del cierre del famoso local? ¿Cuáles son los vínculos de uno de sus dueños con la trama de corrupción en Petróleos de Venezuela (Pdvsa)? A continuación un repaso de la polémica que rodeo a Altum desde su inauguración hasta su clausura y que parece no haber terminado.

En noviembre de 2022 se anunció como el primer restaurante flotante de Caracas con ubicación en la avenida 6 de Altamira. Abrió al público el 7 de diciembre. Grupos de 25 comensales se sentaban alrededor de una plataforma de 35 metros cuadrados que elevaba una grúa amarilla a 50 metros del suelo.

Una vez arriba, los clientes recibían la atención de ocho empleados, se escogía de un menú, se degustaba, se disfrutaba de la vista de la ciudad y en aproximadamente una hora, de nuevo a la tierra.

Uno de sus propietarios Nelsy Blanco, quien también lo es del conocido restaurante Buono que se encuentra en la misma urbanización, destacó en entrevistas previas a la inauguración que se trataba de un «nuevo concepto gastronómico combinado con adrenalina», pues además de la altura, los asientos eran reclinables y podían girar de un lado a otro para apreciar mejor la vista. El concepto tuvo su inspiración en restaurantes similares que funcionan en Bélgica, España y Dubai.

El precio era de 180 dólares los adultos y 140 dólares niños, previa reservación. Se aseguró que la seguridad  de clientes y personal estaba garantizada en las alturas y que además de la comida preparada por chefs, se ofrecían cocteles y hasta Djs. 

Artistas, los primeros invitados

Artistas como Norkys Baptista y Xavy Muñoz figuraron entre los invitados especiales para promocionar el restaurante como «orgullo venezolano».

Las reacciones de las personas a través de las redes sociales no se hicieron esperar, desde dudas sobre la seguridad de los comensales y el personal, que cumpliera con las variables requeridas para el permiso de la Alcaldía y «enfrentamientos virtuales» entre quienes hablaban de recuperación económica y quienes expresaban su indignación y hacían todo tipo de conjeturas sobre el origen del local de comida.

«Los felicito, cosas del primer mundo aquí en Venezuela, así como la seguridad, el Metro sin puertas, la pobreza, pero qué chévere, de verdad los felicito», escribió el usuario Francisco Aguilar en la cuenta de Instagram @altumvzla al ser anunciada la inauguración.

Te contamos: PNCC «asegura» restaurante Altum por relación con trama de corrupción Pdvsa-cripto

Un vuelo de poca altura

La usuaria de IG Evelin Pinto también expresó en una de las publicaciones del restaurante: «Ya van a empezar a salir los orígenes de todas estas cosas que se ven ahora mismo en Venezuela. No se extrañen cuando empiecen a escuchar las palabras testaferro, corrupción, detrás de estas obras. Lo más triste es que hay millones de venezolanos que no ganan más de 30 dólares mensuales».

La novedosa experiencia gastronómica no llegó al semestre de vida. Los primeros días de mayo el dueño justificó el cierre por falta de comensales, entre las causas de la poca afluencia citó miedo a las alturas como la principal, el costo y una «sobreoferta» de opciones en el área culinaria.

El costo por persona fue disminuyendo de 180 dólares a 140 dólares y hasta se ofrecieron tres paquetes de 50,100 y 140 dólares pero la asistencia no mejoró, de acuerdo con Blanco, en declaraciones a Unión Radio, el 8 de mayo.

Aseguró que se harían esfuerzos  porque el cierre no fuera definitivo. La clausura fue interpretada como un «frenazo económico» en el país, que coincide con la disminución del auge de los bodegones.

Qué pasó con Altum

La versión del dueño se sostuvo hasta el 16 de mayo, cuando se conoció que la PNCC ejecutó una medida de «aseguramiento» sobre las instalaciones y bienes de Altum, por averiguaciones sobre la presunta comisión de delitos.

Versiones extraoficiales revelaron que otro dueño del restaurante, Rafael Hernández Quintero, quien se encontraría bajo arresto, fue vinculado a la trama de corrupción en Pdvsa como presunto testaferro del exsuperintendente nacional de criptoactivos (Sunacrip), Joselit Ramírez, quien supuestamente también tendría participación en el  negocio del lujoso restaurante.

Hernández Quintero es empresario y excoordinador administrativo del Monumento Bicentenario de la Batalla de La Victoria de la gobernación de Aragua, bajo la gestión del exministro del Petróleo Tareck El Aissami, a quien conocía desde la época de estudiantes en la Universidad de Los Andes (ULA).

El Nacional reseñó además que es uno de los dos propietarios de la empresa JMT Solutions Technology, contratada como proveedora del Carnet de la Patria pese a tener pocos meses de registro legal. En el sistema del Seguro Social, Hernández Quintero también aparecía en 2017 como trabajador de la Vicepresidencia de la República.

De acuerdo con el fiscal designado por la Constituyente de 2017, Tarek William Saab, hay más de 60 detenidos desde mediados de marzo, la mayoría por los ilícitos detectados en Pdvsa, pero también se incluyen los apresados por otra trama de corrupción que envuelve a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y Cartones de Venezuela.