El mandatario Nicolás Maduro apareció este lunes 4 de marzo en el Estadio Monumental Simón Bolívar, en Caracas, donde encabezó una reunión con el «alto mando político ampliado de la revolución». En parte de su mensaje cuestionó el papel de la «Corte Internacional» al hablar de las desapariciones forzadas que hubo en Venezuela antes de la llegada del chavismo.
«Fernando Soto Rojas jamás pudo ver a su hermano, una desaparición forzada. Y dónde estaba la Corte Internacional, dónde estaban esos organismos que responden al imperialismo y responde a Occidente cuando hubo 3 mil desapariciones aquí, incluyendo a Víctor Ramón Soto Rojas», aseguró el líder del chavismo en el encuentro con gobernadores, alcaldes y otros dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Son las primeras palabras del gobernante después de que el pasado 1 de marzo, la Sala de Apelaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) rechazó la apelación que introdujo para intentar detener la investigación que realiza la Fiscalía del ente por la presunta comisión de crímenes de lesa humanidad durante la gestión de Maduro.
Ya la Cancillería y la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, además del Ministerio Público rechazaron que continúe el proceso que inició de forma preliminar en 2018, pero que ahora avanzará para determinar la responsabilidad de los altos mandos.
Aunque Maduro se preguntó dónde estaba la CPI antes de la llegada del chavismo, este organismo se creó en 1998 en el seno de la Organización de Naciones Unidas y comenzó a funcionar en el año 2003.
Más tarde, en su programa semanal de televisión, «Con Maduro+», insistió en su crítica a la CPI y la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
«Venezuela no acepta colonialismo judicial de nadie y menos en este momento que está la humanidad entera cuestionando a la CIJ, a la CPI, todos los organismos están contra la pared, agotados (porque) hacen la vista gorda, son cómplices indirectos de un genocidio», expresó la noche de este lunes.
Añadió que en la CIJ «no hacen nada» ante la guerra en Gaza porque la institución «está en manos del imperio de occidente», conformado, según dijo, por Estados Unidos, Europa y empresas transnacionales.
Reunión del «alto mando de la revolución»
En el encuentro político del chavismo, el mandatario dijo que era para trazar «tácticas», «estrategias» y «alianzas de reunificación» a través de las llamadas 7 líneas de transformación (7T) para una gestión de gobierno pensada hasta 2030 y «más allá».
Flanqueado por el presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2020, Jorge Rodríguez, por el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, y la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, habló de ajustar mecanismos y agendas para ponerlos en «sintonía» con la acción gubernamental, con lo que, advirtió, no puede haber nadie con agenda propia.
«Nos vinimos porque nos tenemos que preparar para ganar el juego, la batalla, unir a quien tiene que ser unido por el futuro de Venezuela», expresó.
Sin ahondar en detalles, Maduro indicó que el plan «rumbo al 2030» contiene medidas de corto plazo «que obligan a actuar», a mediano plazo, pensadas para 2026-2027 y a largo plazo «con la década que arranca en 2030».
Esto, sin aclarar que primero debe ser reelecto en las presidenciales de 2024, comicios para los que la Plataforma Unitaria Democrática exige, con apoyo de países como Estados Unidos, condiciones democráticas como el cese de las inhabilitaciones políticas, actualización del Registro Electoral y observación internacional calificada.
Vale recordar que las llamadas «7T» esbozadas por Maduro durante la presentación de su mensaje anual ante la AN de 2020, el 15 de enero, como promesa electoral incluye como áreas claves la transformación económica, «independencia plena», consolidación de la paz y seguridad ciudadana, recuperación de la protección social, proceso de repolitización, ecología y geopolítica.
Traiciones
Maduro volvió a hablar de traiciones y recordó todos los planes, que según aseguró, han estado concebidos para sacarlo del poder desde 2019, incluyendo el interinato presidido por Juan Guaidó e intentos de insurrección. Resaltó que estos últimos han fracasado.
«Maduro es el pueblo y no saldrán del pueblo, así de sencillo», sentenció el gobernante.
Sostuvo que durante las protestas antigubernamentales de 2014 y 2017 hubo violaciones de derechos humanos en el país cometidos «por los apellidos», entre los que señaló una vez más a la aspirante a Miraflores opositora, María Corina Machado, el líder de Voluntad Popular (VP) Leopoldo López y el exalcalde metropilitano, Antonio Ledezma, estos dos últimos exiliados en España.
«Pero no les han quitado el derecho a la felicidad a una generación. Los traidores donde salgan están condenados a secarse. Usarán a un ‘traidorsón’, manosean al traidor, pero tiene un solo destino, secarse, no pueden con su propia culpa y nosotros sonrientes, seguros de nuestra lucha, de nuestro destino y leales siempre. Son cuatro generaciones de unión y lealtad y una quinta que se levantó» dijo durante un discurso que se extendió por alrededor de 40 minutos.
En la reunión con presencia de gobernadores y alcaldes de las «40 ciudades más importantes de Venezuela», según acotó, también será evaluado el plan 1×10 del Buen Gobierno.
De este último afirmó que ha atendido a 2 millones 500 mil personas en año y medio. Sostuvo también que los meses de enero y febrero fueron positivos en lo económico y que fueron los mejores primeros dos meses del año, desde 2010.
Con información de Efe