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Mariano de Alba: Petro no va enterrar al gobierno interino, fue EEUU el que lo desinfló

POLÍTICA · 10 AGOSTO, 2022 17:17

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Ibis Leon | @ibisL


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Si bien el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, despojó al opositor Juan Guaidó del reconocimiento como presidente encargado de Venezuela, el analista de Crisis Group, Mariano de Alba, opina que fue Estados Unidos el que desinfló al gobierno interino.

“Para Petro es evidente que Venezuela tiene un solo gobierno que es el de (Nicolás) Maduro. Pero creo que también entiende que ese restablecimiento de relaciones no se puede convertir en persecución contra la gente que fue del gobierno interino o de la oposición y que está en Colombia”, afirma a Efecto Cocuyo.

El especialista en derecho y política internacional sostiene que Petro “no tiene la posibilidad de enterrar al gobierno interino”. “Lo que va a tratar es de sincerar quién es la oposición y quién el gobierno, el debilitamiento del gobierno interino tiene que ver más con una entidad que ha demostrado incapacidad para ejecutar actos de gobierno salvo cuando tiene el apoyo de otro gobierno o de la comunidad internacional”, argumenta.

En su opinión, el cambio relevante de la política estadounidense con respecto a Venezuela, que ha incluido visitas de altos funcionarios a Miraflores para reunirse con Maduro, fue lo que “desinfló más” al interinato.

Una decisión que deberá tomar el gobernante colombiano es si devuelve Monómeros, filial de Pequiven que opera en Barranquilla, a Maduro. La compañía opera sin ser sancionada gracias a una licencia que otorgó la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Este será un factor que deberá sopesar el nuevo jefe de Estado.

«Hay temas complejos como Monómeros, que es donde se hacían los fertilizantes. Es una empresa casi quebrada que hay que ver cómo se puede reiniciar, hay que ver las formas jurídicas y el sistema de sanciones, etc. Eso no es tan fácil», declaró recientemente.

¿Opositores en riesgo?

El hasta ahora encargado de negocios del gobierno interino en Colombia, Eduardo Battistini, declaró que la oposición venezolana teme la infiltración de algún agente de Maduro para “hostigar” a los exiliados.

La justicia venezolana, que carece de independencia, según la misión de determinación de los hechos sobre Venezuela de la ONU, solicitó la extradición del opositor Julio Borges, quien reside en Colombia.

El dirigente de Primero Justicia es señalado de presuntamente participar en el intento de magnicidio contra Maduro. El tribunal que lleva este caso, y que condenó a 17 personas por ello, exigió que a Borges se le impongan alertas internacionales “para hacer valer la responsabilidad penal de otros autores y partícipes de estos hechos”.

De Alba considera que el riesgo para la oposición “va a ser patente”, en la medida en que las relaciones entre ambos países reinicien.

“El propio Borges dijo a los medios que gente supuestamente vinculada al gobierno venezolano hacía labores de inteligencia, lo seguían y le tomaban fotos en Bogotá. Pudiéramos ver eventos en esa dirección que generen fracturas o gran tensión entre ambos gobiernos porque Petro quedaría muy mal si le pasa algo a un perseguido venezolano en territorio colombiano”, manifiesta.

El analista considera que el mandatario colombiano debe dar continuidad a la política de protección a los migrantes y refugiados venezolanos y hacer de la extradición de algún opositor algo innegociable: “Es evidente que en Venezuela no hay Estado de Derecho y que a cualquier persona que sea extraditada o deportada a Venezuela probablemente se le violen sus derechos”.

Sin embargo, cree que es probable que Maduro exija la entrega de dirigentes opositores a cambio de contribuir con la pacificación de los grupos armados que operan en la frontera colombo-venezolana y esto sumará tensión e incluso podría deteriorar su relación con Petro “por algunos espacios de tiempo”.

“El gobierno de Maduro tiene otros intereses, el principal es recuperar legitimidad o reconocimiento internacional, luego está el tema económico donde creo que también ve un gran atractivo en el restablecimiento de las relaciones comerciales. Así que no creo que convierta la extradición de opositores en un punto de honor”, agrega.

Petro en la negociación

De Alba explica que la posibilidad de que Gustavo Petro asuma un rol en la búsqueda de una solución negociada a la crisis venezolana “es limitada”.

“Petro apunta a lograr la paz en Colombia y tratar de reformar la economía para establecer un sistema más redistributivo que tenga impacto social. La única forma realista que veo que puede tener cierto rol en la negociación venezolana es a través de algún esfuerzo de concertación regional donde Colombia de su apoyo”, apunta.

Además de la retadora agenda que el nuevo presidente colombiano se impuso así mismo, otro motivo por el que evitaría asumir un rol protagónico en las conversaciones entre el chavismo y la oposición es el costo político que eso pudiera representar.

“Puede ser bastante tóxico para Petro, sobre todo si está tratando de recomponer las relaciones con el gobierno de Maduro, empezar a opinar o meterse en la situación política de Venezuela. El chavismo es alérgico a la crítica y cualquier cosa que diga Petro puede causar problemas”, argumenta De Alba.

¿Negociación en puerta?

Representantes de la delegación de la Plataforma Unitaria para el diálogo anticiparon un pronto reinicio de la negociación en México, el pasado 8 de agosto.

Jorge Rodríguez vuelve a condicionar diálogo: Hasta que nos devuelvan avión «secuestrado» en Argentina  

Pero el investigador de Crisis Group no ve condiciones para la reactivación de este proceso: “El gobierno de Maduro sigue sin ver gran valor en reiniciar estas conversaciones y la oposición sin resolver las diferencias que hay en su delegación sobre cuáles deben ser los temas prioritarios en la agenda si el electoral, el social, etc”.

POLÍTICA · 10 AGOSTO, 2022

Mariano de Alba: Petro no va enterrar al gobierno interino, fue EEUU el que lo desinfló

Texto por Ibis Leon | @ibisL

Si bien el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, despojó al opositor Juan Guaidó del reconocimiento como presidente encargado de Venezuela, el analista de Crisis Group, Mariano de Alba, opina que fue Estados Unidos el que desinfló al gobierno interino.

“Para Petro es evidente que Venezuela tiene un solo gobierno que es el de (Nicolás) Maduro. Pero creo que también entiende que ese restablecimiento de relaciones no se puede convertir en persecución contra la gente que fue del gobierno interino o de la oposición y que está en Colombia”, afirma a Efecto Cocuyo.

El especialista en derecho y política internacional sostiene que Petro “no tiene la posibilidad de enterrar al gobierno interino”. “Lo que va a tratar es de sincerar quién es la oposición y quién el gobierno, el debilitamiento del gobierno interino tiene que ver más con una entidad que ha demostrado incapacidad para ejecutar actos de gobierno salvo cuando tiene el apoyo de otro gobierno o de la comunidad internacional”, argumenta.

En su opinión, el cambio relevante de la política estadounidense con respecto a Venezuela, que ha incluido visitas de altos funcionarios a Miraflores para reunirse con Maduro, fue lo que “desinfló más” al interinato.

Una decisión que deberá tomar el gobernante colombiano es si devuelve Monómeros, filial de Pequiven que opera en Barranquilla, a Maduro. La compañía opera sin ser sancionada gracias a una licencia que otorgó la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Este será un factor que deberá sopesar el nuevo jefe de Estado.

«Hay temas complejos como Monómeros, que es donde se hacían los fertilizantes. Es una empresa casi quebrada que hay que ver cómo se puede reiniciar, hay que ver las formas jurídicas y el sistema de sanciones, etc. Eso no es tan fácil», declaró recientemente.

¿Opositores en riesgo?

El hasta ahora encargado de negocios del gobierno interino en Colombia, Eduardo Battistini, declaró que la oposición venezolana teme la infiltración de algún agente de Maduro para “hostigar” a los exiliados.

La justicia venezolana, que carece de independencia, según la misión de determinación de los hechos sobre Venezuela de la ONU, solicitó la extradición del opositor Julio Borges, quien reside en Colombia.

El dirigente de Primero Justicia es señalado de presuntamente participar en el intento de magnicidio contra Maduro. El tribunal que lleva este caso, y que condenó a 17 personas por ello, exigió que a Borges se le impongan alertas internacionales “para hacer valer la responsabilidad penal de otros autores y partícipes de estos hechos”.

De Alba considera que el riesgo para la oposición “va a ser patente”, en la medida en que las relaciones entre ambos países reinicien.

“El propio Borges dijo a los medios que gente supuestamente vinculada al gobierno venezolano hacía labores de inteligencia, lo seguían y le tomaban fotos en Bogotá. Pudiéramos ver eventos en esa dirección que generen fracturas o gran tensión entre ambos gobiernos porque Petro quedaría muy mal si le pasa algo a un perseguido venezolano en territorio colombiano”, manifiesta.

El analista considera que el mandatario colombiano debe dar continuidad a la política de protección a los migrantes y refugiados venezolanos y hacer de la extradición de algún opositor algo innegociable: “Es evidente que en Venezuela no hay Estado de Derecho y que a cualquier persona que sea extraditada o deportada a Venezuela probablemente se le violen sus derechos”.

Sin embargo, cree que es probable que Maduro exija la entrega de dirigentes opositores a cambio de contribuir con la pacificación de los grupos armados que operan en la frontera colombo-venezolana y esto sumará tensión e incluso podría deteriorar su relación con Petro “por algunos espacios de tiempo”.

“El gobierno de Maduro tiene otros intereses, el principal es recuperar legitimidad o reconocimiento internacional, luego está el tema económico donde creo que también ve un gran atractivo en el restablecimiento de las relaciones comerciales. Así que no creo que convierta la extradición de opositores en un punto de honor”, agrega.

Petro en la negociación

De Alba explica que la posibilidad de que Gustavo Petro asuma un rol en la búsqueda de una solución negociada a la crisis venezolana “es limitada”.

“Petro apunta a lograr la paz en Colombia y tratar de reformar la economía para establecer un sistema más redistributivo que tenga impacto social. La única forma realista que veo que puede tener cierto rol en la negociación venezolana es a través de algún esfuerzo de concertación regional donde Colombia de su apoyo”, apunta.

Además de la retadora agenda que el nuevo presidente colombiano se impuso así mismo, otro motivo por el que evitaría asumir un rol protagónico en las conversaciones entre el chavismo y la oposición es el costo político que eso pudiera representar.

“Puede ser bastante tóxico para Petro, sobre todo si está tratando de recomponer las relaciones con el gobierno de Maduro, empezar a opinar o meterse en la situación política de Venezuela. El chavismo es alérgico a la crítica y cualquier cosa que diga Petro puede causar problemas”, argumenta De Alba.

¿Negociación en puerta?

Representantes de la delegación de la Plataforma Unitaria para el diálogo anticiparon un pronto reinicio de la negociación en México, el pasado 8 de agosto.

Jorge Rodríguez vuelve a condicionar diálogo: Hasta que nos devuelvan avión «secuestrado» en Argentina  

Pero el investigador de Crisis Group no ve condiciones para la reactivación de este proceso: “El gobierno de Maduro sigue sin ver gran valor en reiniciar estas conversaciones y la oposición sin resolver las diferencias que hay en su delegación sobre cuáles deben ser los temas prioritarios en la agenda si el electoral, el social, etc”.

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