La Plataforma Unitaria emitió un comunicado en rechazo a la “violenta arremetida contra la Iglesia católica” de Nicaragua que “alcanzó un punto álgido con la detención del obispo Rolando Álvarez en la ciudad de Matagalpa”.
“La Iglesia católica continúa velando por la defensa de los derechos humanos de todos los nicaragüenses, por lo que consideramos como un suceso de suma gravedad esta persecución contra religiosos que no pretende más que callar las voces críticas contra el régimen de (Daniel) Ortega”, denuncia la coalición opositora.
La dirigencia venezolana se compromete a acompañar a los defensores y activistas del país centroamericano en sus reclamos «ante las instancias internacionales que correspondan”.
La policía nicaragüense irrumpió la madrugada del viernes 19 de agosto en la sede de la diócesis de Matagalpa, en el norte del país, y detuvo al obispo disidente, quien fue arrestado junto a cinco sacerdotes y tres laicos. Las autoridades lo acusan de «incitar al odio«. Horas después, la policía aseguró que el obispo estaba en Managua, bajo «resguardo domiciliar».
La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, consuegro del presidente Daniel Ortega, confirmó que realizaron un operativo en la madrugada en la sede episcopal de Matagalpa en la que sacaron contra su voluntad a Álvarez y a sus colaboradores, y luego los trasladaron a Managua.
La Plataforma Unitaria señala que la prisión política de cerca de 200 nicaragüenses, el acoso y la persecución “muestra lo que hacen los regímenes totalitarios como el de Ortega para intentar callar a la disidencia”.
“Los pueblos de Nicaragua y Venezuela debemos seguir unidos en la lucha por la libertad y llamamos a la comunidad internacional a voltear hacia Nicaragua y exigir justicia, el cese de la persecución religiosa y apoyar por la libertad del obispo Álvarez y de todo el pueblo”, expone la coalición.
El papa Francisco expresó este domingo su preocupación y dolor por la situación en Nicaragua y pidió «un diálogo abierto y sincero» para que «se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacífica».
Foto: Imagen tomada de las redes de la Diócesis de Matagalpa.
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“La Iglesia católica continúa velando por la defensa de los derechos humanos de todos los nicaragüenses, por lo que consideramos como un suceso de suma gravedad esta persecución contra religiosos que no pretende más que callar las voces críticas contra el régimen de (Daniel) Ortega”, denuncia la coalición opositora.
La dirigencia venezolana se compromete a acompañar a los defensores y activistas del país centroamericano en sus reclamos «ante las instancias internacionales que correspondan”.
La policía nicaragüense irrumpió la madrugada del viernes 19 de agosto en la sede de la diócesis de Matagalpa, en el norte del país, y detuvo al obispo disidente, quien fue arrestado junto a cinco sacerdotes y tres laicos. Las autoridades lo acusan de «incitar al odio«. Horas después, la policía aseguró que el obispo estaba en Managua, bajo «resguardo domiciliar».
La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, consuegro del presidente Daniel Ortega, confirmó que realizaron un operativo en la madrugada en la sede episcopal de Matagalpa en la que sacaron contra su voluntad a Álvarez y a sus colaboradores, y luego los trasladaron a Managua.
La Plataforma Unitaria señala que la prisión política de cerca de 200 nicaragüenses, el acoso y la persecución “muestra lo que hacen los regímenes totalitarios como el de Ortega para intentar callar a la disidencia”.
“Los pueblos de Nicaragua y Venezuela debemos seguir unidos en la lucha por la libertad y llamamos a la comunidad internacional a voltear hacia Nicaragua y exigir justicia, el cese de la persecución religiosa y apoyar por la libertad del obispo Álvarez y de todo el pueblo”, expone la coalición.
El papa Francisco expresó este domingo su preocupación y dolor por la situación en Nicaragua y pidió «un diálogo abierto y sincero» para que «se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacífica».
Foto: Imagen tomada de las redes de la Diócesis de Matagalpa.