La directora en funciones para las Américas de Human Rights Watch, Tamara Taraciuk, destaca dos aspectos fundamentales que debe contener el “Acuerdo de Los Ángeles para Migración y Protección”, como ha sido bautizado el documento que suscribirán los Estados en la novena Cumbre de las Américas.
En entrevista para Efecto Cocuyo, Taraciuk subrayó como “un paso importante” la incorporación del tema migratorio, que en un principio no estaba contemplado en la agenda de este foro internacional.
“Me parece clave que el acuerdo incluya un reconocimiento explícito del derecho a solicitar asilo o refugio de quienes se ven obligados a salir de sus países. En América Latina estamos viendo a millones de personas que salen porque no les queda otra alternativa y debe existir un reconocimiento de la necesidad de otorgarles refugio o estatus legal a través de otros mecanismos”, afirma.
La abogada explica que la ilegalidad genera condiciones más precarias y que abren la puerta a abusos. “Hace que haya explotación laboral, sexual, dificultad para acceder a servicios médicos, a educación para los niños, etc.”, señala.
El segundo punto central, en opinión de Taraciuk, es la garantía de seguridad en los trayectos para las personas que se movilizan por la región.
“Lo que vemos es que enfrentan enormes desafíos y abusos en el transcurso de sus caminos con violencia, abusos contra las mujeres, dificultades para acceder a la alimentación, a los servicios de salud y todo eso debe ser abordado”, expresa.
La vocera de la organización internacional promotora de los derechos humanos considera como un riesgo probable que los acuerdos que se suscriban en la Cumbre terminen siendo únicamente una declaración de buena voluntad.
“Lo más probable es que esto sea una linda expresión de principios que en general es como nacen estas declaraciones y obviamente después surgirá el trabajo y la necesidad de, por un lado, implementar esos compromisos, y por otro de conseguir que otros países se sumen porque no todos van a firmar esto inmediatamente”, sostiene.
A su juicio, el esfuerzo debe estar dirigido a alcanzar un acuerdo con los mejores estándares posibles, a lograr que se implemente y a sumar a más Estados.
En el marco de la novena Cumbre de las Américas, una caravana de 15.000 personas, que incluye un importante número de venezolanos, intenta abrirse paso hacia Estados Unidos desde el sur de México.
La respuesta de la administración de Joe Biden y de Andrés Manuel López Obrador parece apuntar a políticas más restrictivas en materia migratoria.
El subsecretario estadounidense para América Latina, Brian Nichols, envió un mensaje a la caravana: “La frontera está cerrada, no se arriesguen”.
Venezolanos predominan en la caravana de 14.000 migrantes que irá a la frontera norte de México
Mientras que el presidente López Obrador calificó de “normal” el despliegue de 30.000 efectivos del Ejército en las fronteras norte y sur para contener el paso de los migrantes.
Sobre esto, Taraciuk enumera los peligros que estas personas corren en sus travesías:
“En términos generales, lo que vemos es que quienes cruzan América Central, y desde el sur los que cruzan la selva del Darién y México para llegar a Estados Unidos, se enfrentan a grandes desafíos, sobre todo violencia cometida a veces por agentes migratorios, a veces por grupos criminales, tienen que pagar para poder trasladarse y han sido víctimas de distintos tipos de abusos en el camino”, alerta.
En relación a la caravana que actualmente está en movimiento, la representante de HRW indicó que no tienen documentación específica.
“Los gobiernos tienen la obligación de asegurar que quien tenga derecho a pedir asilo pueda hacerlo, si Estados Unidos quiere ayudar a otros Estados para que tengan recursos está muy bien, pero que esto no implique abandonar sus propias obligaciones de otorgar asilo. No sirve darle dinero a otros si no están dispuestos a modificar su política migratoria para dar estatus legal dentro de Estados Unidos”, concluye Taraicuk.
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La directora en funciones para las Américas de Human Rights Watch, Tamara Taraciuk, destaca dos aspectos fundamentales que debe contener el “Acuerdo de Los Ángeles para Migración y Protección”, como ha sido bautizado el documento que suscribirán los Estados en la novena Cumbre de las Américas.
En entrevista para Efecto Cocuyo, Taraciuk subrayó como “un paso importante” la incorporación del tema migratorio, que en un principio no estaba contemplado en la agenda de este foro internacional.
“Me parece clave que el acuerdo incluya un reconocimiento explícito del derecho a solicitar asilo o refugio de quienes se ven obligados a salir de sus países. En América Latina estamos viendo a millones de personas que salen porque no les queda otra alternativa y debe existir un reconocimiento de la necesidad de otorgarles refugio o estatus legal a través de otros mecanismos”, afirma.
La abogada explica que la ilegalidad genera condiciones más precarias y que abren la puerta a abusos. “Hace que haya explotación laboral, sexual, dificultad para acceder a servicios médicos, a educación para los niños, etc.”, señala.
El segundo punto central, en opinión de Taraciuk, es la garantía de seguridad en los trayectos para las personas que se movilizan por la región.
“Lo que vemos es que enfrentan enormes desafíos y abusos en el transcurso de sus caminos con violencia, abusos contra las mujeres, dificultades para acceder a la alimentación, a los servicios de salud y todo eso debe ser abordado”, expresa.
La vocera de la organización internacional promotora de los derechos humanos considera como un riesgo probable que los acuerdos que se suscriban en la Cumbre terminen siendo únicamente una declaración de buena voluntad.
“Lo más probable es que esto sea una linda expresión de principios que en general es como nacen estas declaraciones y obviamente después surgirá el trabajo y la necesidad de, por un lado, implementar esos compromisos, y por otro de conseguir que otros países se sumen porque no todos van a firmar esto inmediatamente”, sostiene.
A su juicio, el esfuerzo debe estar dirigido a alcanzar un acuerdo con los mejores estándares posibles, a lograr que se implemente y a sumar a más Estados.
En el marco de la novena Cumbre de las Américas, una caravana de 15.000 personas, que incluye un importante número de venezolanos, intenta abrirse paso hacia Estados Unidos desde el sur de México.
La respuesta de la administración de Joe Biden y de Andrés Manuel López Obrador parece apuntar a políticas más restrictivas en materia migratoria.
El subsecretario estadounidense para América Latina, Brian Nichols, envió un mensaje a la caravana: “La frontera está cerrada, no se arriesguen”.
Venezolanos predominan en la caravana de 14.000 migrantes que irá a la frontera norte de México
Mientras que el presidente López Obrador calificó de “normal” el despliegue de 30.000 efectivos del Ejército en las fronteras norte y sur para contener el paso de los migrantes.
Sobre esto, Taraciuk enumera los peligros que estas personas corren en sus travesías:
“En términos generales, lo que vemos es que quienes cruzan América Central, y desde el sur los que cruzan la selva del Darién y México para llegar a Estados Unidos, se enfrentan a grandes desafíos, sobre todo violencia cometida a veces por agentes migratorios, a veces por grupos criminales, tienen que pagar para poder trasladarse y han sido víctimas de distintos tipos de abusos en el camino”, alerta.
En relación a la caravana que actualmente está en movimiento, la representante de HRW indicó que no tienen documentación específica.
“Los gobiernos tienen la obligación de asegurar que quien tenga derecho a pedir asilo pueda hacerlo, si Estados Unidos quiere ayudar a otros Estados para que tengan recursos está muy bien, pero que esto no implique abandonar sus propias obligaciones de otorgar asilo. No sirve darle dinero a otros si no están dispuestos a modificar su política migratoria para dar estatus legal dentro de Estados Unidos”, concluye Taraicuk.