Como una «triple amenaza de enfermedades respiratorias» calificó la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, el aumento actual de casos de COVID-19, influenza (gripe) y de virus sincitial respiratorio.
Según indicó la máxima representante de la OPS este 16 de noviembre, durante la última semana se registró un incremento del 17% en los casos de COVID-19 la región, mientras que los casos de influenza también están aumentando luego de dos años de activad por debajo del promedio en el norte de América y en Argentina y Uruguay.
«El aumento de una sola infección respiratoria es motivo de preocupación, pero cuando dos o tres comienzan a afectar a la población al mismo tiempo, esto debería ponernos a todos en estado de alerta«, dijo Etienne en una conferencia de prensa de la OPS.
En paralelo, de acuerdo con la vocera, ha habido un alza en el diagnóstico de virus sincitial respiratorio (RSV, por sus siglas en inglés), un virus con un impacto importante en niños y niñas, con énfasis en los menores de un año. Toda esta situación aumenta la presión sobre los sistemas de salud.
«Después de un par de años de menor transmisión estacional, las infecciones por el RSV han aumentado en forma importante. La actividad del RSV está sobrecargando los sistemas de salud de Canadá, México, Brasil, Uruguay y Estados Unidos y algunos hospitales pediátricos están llegando a su capacidad como resultado de este repunte», añadió.
Sin embargo, Etienne destacó que «es alentador» saber que las mismas estrategias utilizadas para limitar la propagación del COVID-19, como el uso de mascarillas y el distanciamiento físico, contribuyen a prevenir estas otras enfermedades respiratorias, por lo cual llamó a los países a hacer seguimiento a la situación y aplicar medidas cuando sea necesario.
Jairo Méndez Rico, asesor de la OPS para Enfermedades Virales Emergentes, ratificó que el linaje BA.5 de la variante ómicron sigue siendo el más dominante en la región, con más del 80% de las secuencias recibidas en las bases de datos globales.
BQ.1, otro de los sublinajes de ómicron, representa menos del 7% de las secuencias reportadas en la región, aunque ha incrementado en Estados Unidos. De acuerdo con Méndez Rico, no hay evidencias de que BQ.1 sea más agresivo o genere cambios en los síntomas de COVID-19.
Igualmente indicó que no es correcto llamar a la variante BQ.1.1 como «Cerbero o perro del infierno«.
«No se han definido ni nuevas variantes de preocupación. Seguimos utilizando el mismo sistema de nomenclatura basado en la asignación de letras, por lo que otros nombres o denominaciones que circulen en redes sociales como el perro del infierno o andrómeda no solo no son oficiales sino que además no son aceptados por la Organización Mundial de la Salud», dijo.
Sobre otras enfermedades en la región, la directora de la OPS destacó que el cólera sigue empeorando en Haití, con más de 700 casos confirmados, 144 muertes y más de 7.000 casos sospechosos.
En referencia a la viruela símica, los casos han disminuido en la mayoría de los países.
«Debemos aprovechar este impulso para reducir los casos de viruela símica a cero lo más rápidamente posible», expresó. Aunque tampoco se han registrado más casos de poliomielitis en la región, la cobertura de vacunación se mantiene en niveles históricamente bajos.
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Como una «triple amenaza de enfermedades respiratorias» calificó la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, el aumento actual de casos de COVID-19, influenza (gripe) y de virus sincitial respiratorio.
Según indicó la máxima representante de la OPS este 16 de noviembre, durante la última semana se registró un incremento del 17% en los casos de COVID-19 la región, mientras que los casos de influenza también están aumentando luego de dos años de activad por debajo del promedio en el norte de América y en Argentina y Uruguay.
«El aumento de una sola infección respiratoria es motivo de preocupación, pero cuando dos o tres comienzan a afectar a la población al mismo tiempo, esto debería ponernos a todos en estado de alerta«, dijo Etienne en una conferencia de prensa de la OPS.
En paralelo, de acuerdo con la vocera, ha habido un alza en el diagnóstico de virus sincitial respiratorio (RSV, por sus siglas en inglés), un virus con un impacto importante en niños y niñas, con énfasis en los menores de un año. Toda esta situación aumenta la presión sobre los sistemas de salud.
«Después de un par de años de menor transmisión estacional, las infecciones por el RSV han aumentado en forma importante. La actividad del RSV está sobrecargando los sistemas de salud de Canadá, México, Brasil, Uruguay y Estados Unidos y algunos hospitales pediátricos están llegando a su capacidad como resultado de este repunte», añadió.
Sin embargo, Etienne destacó que «es alentador» saber que las mismas estrategias utilizadas para limitar la propagación del COVID-19, como el uso de mascarillas y el distanciamiento físico, contribuyen a prevenir estas otras enfermedades respiratorias, por lo cual llamó a los países a hacer seguimiento a la situación y aplicar medidas cuando sea necesario.
Jairo Méndez Rico, asesor de la OPS para Enfermedades Virales Emergentes, ratificó que el linaje BA.5 de la variante ómicron sigue siendo el más dominante en la región, con más del 80% de las secuencias recibidas en las bases de datos globales.
BQ.1, otro de los sublinajes de ómicron, representa menos del 7% de las secuencias reportadas en la región, aunque ha incrementado en Estados Unidos. De acuerdo con Méndez Rico, no hay evidencias de que BQ.1 sea más agresivo o genere cambios en los síntomas de COVID-19.
Igualmente indicó que no es correcto llamar a la variante BQ.1.1 como «Cerbero o perro del infierno«.
«No se han definido ni nuevas variantes de preocupación. Seguimos utilizando el mismo sistema de nomenclatura basado en la asignación de letras, por lo que otros nombres o denominaciones que circulen en redes sociales como el perro del infierno o andrómeda no solo no son oficiales sino que además no son aceptados por la Organización Mundial de la Salud», dijo.
Sobre otras enfermedades en la región, la directora de la OPS destacó que el cólera sigue empeorando en Haití, con más de 700 casos confirmados, 144 muertes y más de 7.000 casos sospechosos.
En referencia a la viruela símica, los casos han disminuido en la mayoría de los países.
«Debemos aprovechar este impulso para reducir los casos de viruela símica a cero lo más rápidamente posible», expresó. Aunque tampoco se han registrado más casos de poliomielitis en la región, la cobertura de vacunación se mantiene en niveles históricamente bajos.