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El servicio de nefrología del principal hospital pediátrico de Venezuela, el J. M. de los Ríos, registró otro deceso este 12 de septiembre: el de la niña Stephany Muñoz, informó la organización no gubernamental Prepara Familia.

Stephany tenía solo 7 años de edad y sufrió un paro. Le habían realizado una compleja operación urológica, pero falleció al entrar en diálisis, según la ONG. Llevaba aproximadamente dos años como paciente renal.

Con su muerte, suman nueve niños, niñas y adolescentes fallecidos en el servicio en lo que va de año, de acuerdo con Prepara Familia.

En 2022, antes de Stephany, murieron Juan Morales, de 17 años; Ángel Céspedes, de 15 años; Milán Montilla, de 4 años de edad; Jerberson Rojas, de 17 años de edad; Anthony Matute, de 12 años, Abraham Fernández, Diego Peralta y Karla Barrios. 

Sin trasplantes

En total, según cifras de la organización, desde 2017 han muerto 72 niños, niñas y adolescentes del servicio de nefrología. Muchos de ellos esperaban un trasplante de riñón que nunca llegó debido a la suspensión del sistema de procura de órganos y tejidos (Spot), programa que permitía realizar trasplantes de donante cadavérico, una paralización que ya suma 5 años y 3 meses. 

A la inactividad del Spot se sumó la disminución de los trasplantes de donante vivo, ocasionada por el deterioro del sistema de salud y la falta de inmunosupresores, medicamentos necesarios para que los trasplantados no rechacen el órgano que reciben.

La Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (Ontv) también lamentó su muerte y pidió por la reactivación de los trasplantes, lo que permitiría brindar a los niños una segunda oportunidad de vida. 

Los niños, niñas y adolescentes del servicio de Nefrología del J. M. de los Ríos están amparados por medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) desde 2018. Estas medidas instan al Estado venezolano a adoptar acciones necesarias para garantizar su vida, integridad personal y salud, pero aún no se han cumplido.