El mandatario Nicolás Maduro aseguró este domingo desde México, donde asistió a una cumbre migratoria en Chiapas, que la migración ha sido de 2,5 millones de venezolanos entre los años 2015 y 2023.
Estas cifras contrastan con los 7.710.887 de migrantes y refugiados connacionales que se encuentran repartidos en el mundo, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para los Migrantes y Refugiados Venezolanos de las Naciones Unidas.
De esa cifra, esta coordinación que se conoce como la R4V asegura que 6.527.064 de esos venezolanos se encuentran en países de América Latina y el Caribe. Sus cifras se actualizaron el pasado 5 de agosto de 2023.
Maduro fue más allá al afirmar que desde 2021 “comenzó una migración en reversa de venezolanos y perseguidos y maltratados. El año 2022 fue el primer año donde hubo más llegada de venezolanos y en 2023 vamos por el mismo camino”, insistió.
A finales de septiembre, cifras del Servicio Nacional de Migración de Panamá a las que tuvo acceso EFE destacaron que 399.606 migrantes habían entrado en lo que va de este año a ese país tras cruzar la peligrosa selva del Darién, que divide a la nación centroamericana de su vecina Colombia.
El mes pasado fue un promedio de 2.000 personas que llegaron por día al territorio panameño.
De los casi 400.000, había más de 252.000 venezolanos. Más atrás estaban los ecuatorianos (47.724) y los colombianos (13.404).
El gobernante venezolano reiteró que esas cifras que reconoce, de 2,5 millones de migrantes, se revertirían con el levantamiento de sanciones de Estados Unidos y otros países contra su gestión.
“Si se levantan todas las sanciones sin condiciones y Venezuela en menos de un año Venezuela está revirtiendo todas las causas de la migración”, estimó Maduro.
El gobernante se reunió con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, como parte de la cumbre.
Esta jornada la convocó el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. En ella participaron jefes de Estado de Colombia, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela, el vicepresidente de El Salvador y el viceprimer ministro de Belice, así como ministros de Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Panamá, que se reunieron en Palenque con López Obrador.
Qué acordaron en cumbre migratoria
Entre los principales consensos estuvieron el rechazo a las medidas “coercitivas”, la promesa de políticas que “respeten el derecho humano a migrar”, y “solicitar a los países de destino la ampliación de las vías regulares, ordenadas y seguras de migración”, en referencia a Norteamérica.
“Nuestros mandatarios, nuestros jefes de Estado, han dado un paso importante en separar de la ideologización, del uso político, la migración, y realmente atender las causas, las consecuencias, los efectos y proteger, sobre todo, a nuestros migrantes en América Latina”, manifestó Yván Gil, canciller de Venezuela.
“Entendemos la dificultad que ha causado en todos nuestros países la promoción, el estímulo a la migración, que también ha sido ocasionado desde los países de acogida, sobre todo Estados Unidos, que ha diseñado políticas erráticas en materia de migración”, añadió.
La cumbre migratoria ocurre mientras México y Centroamérica afrontan un flujo migratorio “sin precedentes”, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), con hasta 16.000 migrantes que llegan al día a las fronteras mexicanas, de acuerdo con López Obrador.
“Venimos de un país que ha recibido a la fecha 445.000 migrantes por la selva del Darién, que es patrimonio de la Unesco, hemos visto cómo el día de hoy aspiramos y esperamos que la coordinación, el diálogo franco, entre todos los países, que era muy requerido, se vea plasmado en medidas concretas”, declaró la canciller de Panamá, Janaina Tewaney.
López Obrador convocó la reunión con la promesa de llevarle una postura regional común al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en noviembre.
Como seguimiento, los países crearán un “diálogo al más alto nivel” con un nuevo grupo de trabajo a cargo de las cancillerías, y vincularán estos acuerdos con el encuentro de alto nivel sobre migración y desarrollo de América Latina y el Caribe que propusieron Colombia y México para el primer trimestre de 2024.