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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) reconocieron este 24 de junio los avances logrados por los países de América en el cumplimiento de los compromisos que asumieron en la Declaración sobre Migración y Protección suscrita en la ciudad de Los Ángeles en junio de 2022. 

Sin embargo, las dos organizaciones advirtieron que aún queda mucho trabajo por hacer para brindar soluciones a los refugiados o responder a los desafíos «sin precedentes» que enfrentan los migrantes, así como las comunidades y países de origen, tránsito, destino y retorno en el continente. 

La OIM recordó que todos los países que firmaron Declaración de Los Ángeles se «comprometieron a fortalecer los esfuerzos nacionales, regionales y hemisféricos para crear las condiciones para una migración segura, ordenada, humana y regular, y a reforzar los marcos de protección y cooperación internacional». 

El documento fue suscrito el año pasado por Estados Unidos, Argentina, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.

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Planes para atender la migración

«Los gobiernos de la región han puesto en marcha importantes iniciativas, como la ampliación de los programas de reasentamiento de refugiados, la reunificación familiar y los planes de movilidad laboral, así como otras vías legales seguras de protección e inmigración a Estados Unidos y otros países», apuntó la OIM a través de una nota de prensa. 

Señaló también que mecanismos como el Proceso de Quito, la Conferencia Regional sobre Migración y la Conferencia Sudamericana han creado e intensificado sinergias.

«Aplaudimos estos esfuerzos de colaboración regional y responsabilidad colectiva. Sin embargo, la expansión del reasentamiento de refugiados y las vías regulares para los migrantes no pueden sustituir la responsabilidad de los Estados de proporcionar a las personas acceso al territorio y a los procedimientos de asilo«, puntualizó la organización. 

Agregó que es importante proporcionar asistencia humanitaria para salvaguardar las vidas de las personas migrantes y garantizar el apoyo continuo a la plena inclusión social y económica en los países de América Latina y el Caribe. 

«Millones de personas migrantes y refugiadas venezolanas, por ejemplo, se han beneficiado de procesos de regularización en varios países de América Latina y el Caribe. Es crucial extender estas iniciativas a otras nacionalidades, ayudar a proteger sus derechos humanos y proporcionar estabilidad y soluciones a quienes, de otro modo, se verían obligados a desplazarse», indicó. 

Abordar la migración desde distintas áreas

De acuerdo con la OIM, los gobiernos no son los únicos que deben involucrarse en el tema migratorio. Los actores del desarrollo y las instituciones financieras internacionales también desempeñan un papel importante:

«Sus contribuciones, en forma de subvenciones y préstamos para infraestructuras muy necesarias, contribuyen a reforzar los servicios nacionales, incluidos los destinados a las comunidades de acogida, y les ayudan a hacer frente en lugar de verse desbordados por la demanda adicional de migrantes y refugiados», apuntó. 

Explicó que el abordaje del movimiento de migrantes requiere necesariamente de un enfoque complejo, que considere todos los factores involucrados (complejidad de las rutas tomadas, países de origen y tránsito, así como los países de destino final).

Así, esta movilidad humana en el continente exige una «Estrategia hemisférica concertada basada en la cooperación y la solidaridad internacionales, como se reconoce en la Declaración de Los Ángeles». 

De acuerdo con datos de Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes, conocida como RV4, Venezuela es uno de los países con mayor cantidad de migrantes del mundo (7.320.225). No obstante, no se encuentra entre las naciones firmantes del Decreto de Los Ángeles.

«La OIM y el ACNUR seguirán trabajando con los Estados, los procesos consultivos regionales, la sociedad civil y los propios migrantes y refugiados para hacer realidad esta visión integral, en consonancia con el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, el Pacto Mundial sobre los Refugiados y la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección», culminó la organización.