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El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, aseguró que desde que comenzó a enviar migrantes a Washington, Nueva York y Chicago en abril pasado, más de 10 mil personas se encuentran en «ciudades santuario«.

Se refiere a estados o capitales donde no se persigue a la migración que carece de documentos para estar en Estados Unidos.

Después de confirmar que fue él quien envió dos autobuses con más de 100 migrantes a la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris, en Washington D.C., Abbot emitió un comunicado este 15 de septiembre.

«La Administración Biden-Harris continúa ignorando y negando la crisis histórica en nuestra frontera sur, que ha puesto en peligro y abrumado a las comunidades de Texas durante casi dos años”, aseguró.

Añadió que su gobierno continuará esta política que critican por organizaciones de ayuda humanitaria, sociales y quienes acogen a migrantes y refugiados.

«La vicepresidenta Kamala Harris, aún no ha visitado la frontera para ver de primera mano el impacto de las políticas de fronteras abiertas que ha ayudado a implementar, llegando incluso a afirmar que la frontera es ‘segura’. Texas continuará enviando inmigrantes a ciudades santuario como Washington, DC hasta que el presidente Biden y el zar fronterizo Harris den un paso al frente y hagan su trabajo para asegurar la frontera».

Lea más en: “Nos dejaron botados”, testimonios de los migrantes venezolanos que dejaron frente la residencia de Kamala Harris

Más de 10 mil migrantes

La llegada de migrantes coincidió con el envío de 50 personas, la mayoría de ellos venezolanas, a la isla Martha’s Vineyard, una exclusiva zona de descanso que se encuentra en Massachusetts. A estas personas las enviaron en un avión. Lo hizo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, otro republicano que aplica una política similar a de Abbott en Texas.

«Desde que comenzó esta estrategia de transporte en autobús en la primavera, más de 10,000 migrantes han sido transportados a estas ciudades santuario mientras brindan el alivio que tanto necesitan las abrumadas comunidades fronterizas de Texas», reiteró el texano.

Insistió en que su gobierno tiene 4.000 millones de dólares para movilización, al tiempo que ratificó su Operación  Lone Star y la movilización de miles de soldados de la Guardia Nacional de Texas y del Departamento de Seguridad Pública de Texas, para asegurar la frontera con México.

 Estas acciones también incluyen deportar a migrantes que entren de forma ilegal por la frontera sur y adquirir recursos para construir un muro fronterizo en Texas, una política que heredó del gobierno de Donald Trump.

Lea el comunicado completo aquí (en inglés)