Por Orianny Granado
A Edmundo Rodríguez no le ha llegado el mensaje para ser vacunado, esto a pesar de tener 75 años y sufrir de diabetes e hipertensión. “Todos los días mando el mensaje para ver si ya me toca y lo que dice es que no, que espere", dice.
Esto lo llevó a tomar la decisión de acercarse este martes 22 de junio hasta el punto de vacunación de la Escuela Nacional Robinsoniana, en Catia, al oeste de Caracas, a las 7:00 am. “Ya a esa hora estaban aquí todos los que se iban a vacunar, pero nos dijeron que nos quedáramos a ver si sobraban dosis", cuenta Rodríguez.
Dos cuadras más abajo de donde está situado el punto de vacunación de la escuela Robinsoniana se encontraba el inicio de la fila para las personas de la tercera edad a mano derecha en la acera, para aquellos menores de 59 años se hacía al otro lado de la calle.
En este espacio que divide el centro de vacunación de donde aguardan las personas para vacunarse, fueron habilitados dos puntos con más de 60 sillas, ahí se sientan a las personas que están más próximas a ingresar para ser inmunizados.
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Diariamente se vacunan en este lugar a 250 personas, esto según un vocero de los Círculos de Paz (Cupaz) que custodian el lugar y que forman parte de los llamados colectivos.
Después de ingresar todos aquellos adultos mayores y personas que fueron citadas hasta este punto de vacunación, un funcionario de la Guardia Nacional dijo que habían quedado 15 dosis, que podían ingresar las primeras personas en la cola, sin embargo, Rodríguez no estaba entre ellos.
“Yo necesito vacunarme, y no entiendo por qué no me llega el mensaje si yo aquí veo gente muy joven", indica. “Volveré mañana pero más temprano, a eso de las cuatro de la mañana", dijo Edmundo Rodríguez, quien vive en las cercanías de la Plaza Catia.
En el Alba Caracas se acabaron las vacunas chinas
“Llegué con mis tíos a las seis de la mañana y sí me vacunaron", afirma en las puertas del Hotel Alba Caracas, María Yumaira Contreras, quien pasada las 12 del mediodía apenas salía de recibir la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19.
Contreras pudo vacunarse por primera vez este 22 de junio, pero algunos han tenido la suerte de ser convocados para aplicarse la segunda dosis. En el Alba Caracas fueron pocos los que este martes recibieron la vacuna por segunda vez, otros han sido llamados anteriormente y no pudieron acceder a su dosis, lo que evidencia aún la falta de planificación y coordinación del plan para inmunizar a la población venezolana.
En un recorrido realizado a varios de los centros de vacunación por la Alianza Rebelde Investiga (ARI), conformado por El Pitazo, Runrunes y TalCual, se observó que el caos y la desorganización de las primeras semanas del plan de vacunación en Caracas ha dado paso a un proceso más calmado y con pocas colas.
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“Primero a las ocho de la mañana pasaron los de la tercera edad que tenían mensajes, también a las personas con discapacidad, ahí pasaron mis tíos", dice al aclarar que ella y un grupo de más o menos 50 personas menores de 59 años lograron ingresar a las instalaciones del hotel adecuado como centro de vacunación desde el pasado 29 de mayo.
“Adentro el proceso es lento: primero pasas a un lugar donde te dan una charla, ahí tardamos más de una hora, luego de eso si te pasan a la sala donde vacunan y en esa parte es rapidito", explica Contreras.
La administración de Nicolás Maduro decidió, por razones que aún no han dado a conocer, aplicar la vacuna rusa Sputnik V a los adultos mayores de 60 años, mientras que a los menores de 59 años se les está inmunizando con la vacuna china Sinopharm.
Sin embargo, este martes 22 de junio en el Alba Caracas no había dosis de vacuna Sinopharm, por lo que los funcionarios de la Guardia Nacional apostados a las afueras del lugar, dijeron a los presentes que podían ser vacunados, pero solo con el fármaco ruso.
“A mí me dijeron que solo había la (vacuna) rusa, muchos se fueron porque dicen que esa no les sirve para viajar, pero yo aproveché porque si no imagínate", manifestó Contreras.
La tarjeta de vacunación que le entregaron indica que fue vacuna con la Sputnik V y que la segunda dosis para alcanzar la inmunidad total le toca el 22 de agosto, es decir, en dos meses.
Con esta asignación se estaría dando cumplimento a la decisión del Ministerio de Salud, de alargar por un período de hasta 90 días la aplicación de la segunda dosis de la vacuna Sputnik V.
Para el mediodía de este martes más de 100 personas esperaban a las afueras de este hotel capitalino para recibir su primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, muchos de ellos tenían el mensaje que los citaba en el lugar, otros hacían largas filas con la esperanza de poder inmunizarse, aún sin haber sido llamados. Pasado el mediodía una funcionaria identificada como médico de la red Barrio Adentro custodiada por funcionarios de la Dirección Nacional de Contrainteligencia Militar (Dgcim), salió y dijo a los presentes que por este día se habían agotado las vacunas, que los que tenían el mensaje debían estar el miércoles bien temprano.
En los puntos de vacunación situados en el Ipsfa en Los Próceres, así como el situado en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), solo se estaría vacunando a las personas a las que les hubiese llegado el mensaje. A diferencia de días anteriores, en las afueras no se hizo ninguna cola adicional para aquellos a quienes no les llegó la notificación. Mientras que los que esperaban lo hicieron por un período de entre cuatro a cinco horas.
Esta noticia es parte del seguimiento al proceso de vacunación contra el COVID-19 que realiza la Alianza Rebelde Investiga (ARI), integrada por El Pitazo, Runrunes y TalCual.
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