Caracas.- El camión ARI Móvil de la Alianza Rebelde Investiga visitó la comunidad El Calvario Alto, en El Hatillo, el miércoles 6 de diciembre, para conocer la labor de Nutriendo el Futuro (NEF). Yaya Andueza, coordinadora del ARI Móvil, sostuvo una charla con niños de entre cuatro y doce años, junto con los voluntarios y coordinadores de NEF, en la que pudieron aprender del trabajo periodístico.
Después de seis años de labor, NEF ha pasado de ser un comedor a un centro comunitario; el número de beneficiarios ha ido en aumento y el compromiso de la organización también. Tres veces por semana, después de sus clases en la escuela municipal de El Calvario, los niños de la zona acuden al comedor de NEF, organización sin fines de lucro, para cenar a las 5:30 p.m.
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El comedor funciona en ese horario porque la escuela trabaja doble turno, de esa forma, los niños no deben elegir entre alimentarse o estudiar. Alejandro Martínez, coordinador de logística de NEF, afirmó que “un niño con mala nutrición es un niño al que también va a costarle el desempeño en su educación".
Además de conversar con los adultos, Andueza preguntó a los pequeños que conocieron el camión cuáles eran sus sueños y aspiraciones en la vida. “Vida y salud", respondieron, junto con muchas de sus deseadas profesiones: maestra, médica, motocrossista, basquetbolista, policía, entre muchas otras.
A través del camión ARI, los niños conocieron la profesión del periodista y cómo se hacen las noticias. Varios de ellos fueron entrevistados. “Yo te pregunto, tú me contestas. Es maravilloso porque tú te enteras de mis inquietudes y yo de tus respuestas", le explicó Andueza a Christopher, un niño beneficiado de NEF.
Los niños también conocieron lo que es un periódico, con la entrega de ejemplares de Entérate, una iniciativa que se traduce en un pequeño periódico de distribución gratuita y bajo tiraje que se reparte en el ARI Móvil.
Samuel Díaz Pulgar, director general y cofundador de Nutriendo el Futuro, inició el proyecto junto a cuatro amigas, Ana Luisa Ciorda y Ana Cristina Romano. Su objetivo es proveer un espacio seguro para niños y adolescentes en donde puedan alimentarse y crecer en un entorno seguro.
“Empezamos con 40 niños. Cuando llegamos a 100 no podíamos aceptar más, pero la familia va creciendo". Aylín Cisneros, coordinadora de preparación de alimentos, fue la primera cocinera del proyecto. A ella se unieron Olivia y Yuberly. Juntas preparan la cena de los niños. “Incluso se comen la crema de auyama", comenta, un plato que no parecía muy popular entre los niños cuando empezaron a ofrecerlo.
Olimpia, también cocinera del comedor, afirma que quisiera proporcionarles más cosas a los niños. “Antes les dábamos frutas, pero ya no se puede. Aunque se podría hacer una verbena para reunir dinero, la cosa es que, si todos estamos en la misma situación, ¿cómo ayudamos?", se preguntó.
Este año ha sido el más complicado para Nutriendo el Futuro, porque los recursos económicos de sus donantes han disminuido, lo que ha incidido en otros beneficios. Desde la pandemia, redujeron la atención a solo tres cenas por semana. A pesar de esto, incluso las propias cocineras aportan sus ingredientes y su mística para proveerles el mejor alimento a los niños.
Durante la conversación en el camión, la coordinadora Diana Yánez explicó que su objetivo va más allá de alimentar a los niños. “También trabajamos en la parte educativa y nutrimos en valores. Traemos charlas educativas con la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopna), con el Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente. Procuramos que tengan momentos de recreación con juegos lúdicos y didácticos, y otros que complementen su educación".
La comunidad de El Calvario Alto que participa en Nutriendo El Futuro manifestó que se informa a partir de redes sociales, el medio principal a través del que establecen alianzas con establecimientos y consiguen productos a mejores precios. Según Alejandro Martínez, muchos han optado por solo leer las noticias más elementales", para tener un tema de conversación", al menos.
Diana Yánez agregó que trabajan en proyectos educativos que refuercen el conocimiento de los niños en áreas de castellano y matemática, esto hace que Nutriendo el Futuro no sea solamente un comedor sino un centro comunitario.
“En enero comenzaremos un plan de lectura para seguir incentivándolos con lectura comprensiva, escritura, ortografía; queremos reforzarlos para que ellos tengan un mejor porvenir", apuntó.
Experiencia que transforma
La experiencia de Nutriendo el Futuro, una organización sin fines de lucro fundada en febrero de 2018, significa una transformación para muchos de quienes participan activamente en sus proyectos.
Olimpia, cocinera del comedor, enfrentaba un duelo por la muerte de su cónyuge y madre cuando empezó a colaborar y ni siquiera cocinaba frecuentemente. En estos años, con su trabajo, ha contribuido a las más de 90.000 cenas servidas que, según NEF, redujeron la desnutrición infantil de los niños atendidos de 50 % a 5 %.
El programa de alimentación se ha ampliado a 20 adultos mayores, que se han beneficiado a partir de la alianza con dos cadenas de supermercados en Caracas. NEF fue galardonado con las distinciones Resolution Project Fellowship, de la Universidad de Harvard, y la Iniciativa Global Clinton, de la Fundación Clinton.