Caracas.- La serie The Crown, producida por Netflix, ha sido un éxito enorme por la forma como retrata a la familia real y la monarquía británica en el reinado de la aún regente Isabel II.
En la pantalla, el productor Peter Morgan ha mostrado al Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, y quien fuera esposo de Isabel II por 74 años, como un engreído, arrogante y mujeriego, además de un padre frío y distante con su primer hijo, el príncipe Carlos, heredero al trono británico, pero sensible y cariño con su segunda hija, la princesa Ana.
De acuerdo a la ficción, el consorte de la Reina Isabel II pasa de ser un esposo ejemplar a un engreído con facilidad en diversos momentos, especialmente durante las dos primeras temporadas, que reflejan a un duque al que le cuesta aceptar su rol en la monarquía británica una vez que su esposa asciende al trono, según se lee en El Clarín.
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También aparece como un hombre que no desaprovechaba ninguna oportunidad para serle infiel a la Reina.
Además, muestra a un hombre silencioso, que acompaña y que opina muy poco, y cuyo papel en el destino del imperio británico era nulo.
Los actores Matt Smith y Tobias Menzies interpretan al príncipe a través de las cuatro primeras temporadas, quienes han tenido un impresionante reto al mostrar a un hombre siempre resentido por estar a la sombra de su esposa, la mujer más poderosa del mundo, y que, además, vivió los traumas del intenso drama que vivió su familia al ser abolida la monarquía griega, obligándolo a exiliarse en diversas casas y familias durante toda su vida.
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