Caracas– Creadores venezolanos participaron en un taller sobre criptoarte para artistas y cultores que brindó herramientas teóricas y técnicas sobre esta nueva modalidad digital que permite la comercialización de obras de arte con criptomonedas.
El taller fue organizado por el Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (Iartes) en Caracas, ente adscrito al Ministerio de la Cultura. Eva Cortez, artista plástico y ponente, dijo formar parte del criptoarte o la creación de contenido digital.
Expresó que una de las ventajas de esta nueva modalidad es que permite, de alguna u otra manera, socializar el arte. «Mis obras -y la de muchos artistas- gracias a los NFT han sido expuestas en otras partes del mundo Lo que quisiera resaltar es que puedes llevar tu arte a otros espacios, hacer conexiones con otros artistas, coleccionistas; y aunque este no sea el objetivo en sí de los NFT, son una forma más para que los artistas puedan promover su trabajo", afirmó mediante una nota de prensa.
Recomendó a quienes deseen formar parte del criptoarte en Venezuela, abrir cuentas utilizando una VPN o red privada virtual, debido a que este servicio en el país no está disponible. «El VPN -que redirecciona la dirección IP de tu máquina- te permite entrar a las galerías de arte digitales o marketplaces para abrir una cuenta y comenzar a vender y comprar. Particularmente recomiendo Rarible, porque recientemente Opensea comenzó a cerrar cuentas", exhortó.
Expuso que las ilustraciones estáticas realizadas digitalmente, aunque también cualquier tipo de archivo digital, puede ser considerado criptoarte: un video, un libro, una canción o incluso un tweet.
Dijo que cualquiera de estas piezas cuentan con un código encriptado para certificar su autenticidad, exclusividad y autoría, llamado NFT o Non Fungible Token (token no fungible) basado en tecnología blockchain o cadena de bloques, es decir, una estructura matemática destinada al almacenaje de datos de forma segura que, según expertos, es casi imposible que sean falsificados.
El abogado y ponente Carlos Reyes consideró que, sin embargo, no todo es tan maravilloso como parece, pues si el criptoarte no se utiliza de manera adecuada, afirmó que puede ser “una trampa", al señalar que el comprador solo adquiere un NFT, y no la obra física, ni mucho menos sus derechos.
«¿Qué haces con un NFT? Mostrarle al mundo que hiciste una compra porque la obra física no es tuya, te quedas es con la impresión digital de un certificado de la misma», explicó.
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Recomendó que, además del NFT, los autores emitan un contrato que le otorgue al comprador los derechos de autor sobre la obra adquirida o por lo menos, establecer algún tipo de acuerdo que le permita percibir ganancias por la comercialización que se realice, siempre y cuando la venta haya estado basada en un precio justo.
Rosa Maican, artista plástico y asistente al taller, afirmó que el taller le permitió actualizarse en el mundo digital. «Como artistas no podemos, en pleno siglo XXI, dejar de lado la tecnología. Pude entender mejor qué hay detrás del criptoarte", expresó.