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Entre Unearte (antiguo Ateneo de Caracas) y el Complejo Cultural Teatro Teresa Carreño, está escondida una de las salas de teatro más importantes del país, clave para la historia de las artes escénicas de Latinoamérica y que actualmente requiere de apoyo económico para seguir existiendo.
Porque describir de otra manera la Sala Rajatabla es casi imposible. Fue en esa sala donde se presentó, por primera vez, la adaptación que hiciera Carlos Giménez de El Coronel no tiene quien le escriba, con críticas positivas hasta del mismísimo Gabriel García Márquez. En su escenario murió Marco Antonio Ettedgui, hacia el final de una función de Eclipse en la casa grande. Sirvió como cuartel del Grupo Rajatabla que, bajo la dirección de Giménez, recorrió el mundo y puso en alto el teatro venezolano.
Aquel fulgurante pasado debió haber asegurado un presente igual o mejor, pero no fue así. Con el paso de los años, el cierre del Café Rajatabla y el agravamiento de la crisis económica en el país, la mítica sala de teatro requiere ayuda económica para costear un renovado equipo de iluminación, más que indispensable para las funciones teatrales. Lo hace a través de la popular plataforma de campañas de donativos conocida como GoFundme, con una meta de 3.000 euros, que equivalen a unos USD $3.500 aproximadamente.
“Si has actuado, disfrutado, te has emocionado… en fin, vivido con nosotros y todas las compañías que han pasado por nuestro espacio en estos 48 años, sabrás lo importante que es mantener nuestras instalaciones operativas para nuestra actividad", afirma William López, presidente de la Fundación Rajatabla, en la descripción de la campaña.
Hasta el momento es necesario reemplazar la parrilla de luces de la sala con nuevos reflectores y una máquina de humo para las producciones. En total, se necesitan 20 equipos para reacondicionar la sala y su techo, que también tiene numerosas filtraciones.
La campaña está disponible al público en GoFundme, para aquellos que deseen compartirla o apoyar con ayuda económica.
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