Táchira.- El pan andino es una de las tradiciones más simbólicas del estado. En los terminales y aeropuertos del Táchira es común que haya panaderías donde los viajeros compran el pan para llevar a sus amigos y afectos de otros estados, que lo reconocen como una exquisitez. Este es el llamado “pasaporte de los tachirenses".
La Asociación de Panaderos del Táchira solicitó al Consejo Legislativo del estado la declaración como patrimonio cultural el pan andino por su importancia en la entidad y el valor que tiene para los habitantes del estado.
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Además, el Consejo Legislativo también incluyó como patrimonio cultural del estado el puntal. Giomar Caminos en su libro Para un vocablo del habla tachirense definió el puntal como: “Comer a media tarde. Reforzar mediante la ingesta las con-diciones del cuerpo para evitar des-mayos, vahídos, escoyuntos. En el puntal se sirve, generalmente, pan blanco, acema o cucas con cuajada o queso, acompaña-dos de aguamiel negra o café con leche. Los ingredientes varían de acuerdo al poder adquisitivo".
Los 13 diputados votaron y aprobaron por unanimidad que el 6 de septiembre sea el día del pan tachirense y la presidenta del Consejo Legislativo, Charly Rojas, aseguró que elevará la solicitud a la Unesco para que se reconozca al pan como patrimonio de la humanidad debido a su fama a nivel mundial.
“El pan tachirense ha viajado en una maleta que el andino lleva a cualquier parte, nos sentimos orgullosos de que en nuestra tradición alimentaria permanezca el pan tachirense, y hoy reconocemos a quienes a lo largo de la historia formaron parte de esta importante labor como lo es la elaboración del pan tachirense", indicó Rojas.
Según la Asociación de Panaderos, en Táchira hay al menos 1350 panaderías, de las cuales 408 están en San Cristóbal y hay más de dos mil artesanos que lo producen en sus viviendas. Destacaron que allí radica la importancia de esta declaración.
“Amaría volver a comerlo"
Amalia Suárez vive en Madrid, España, desde hace cuatro años. Además de extrañar a sus papás y sobrinos, resalta al pan andino como uno de sus grandes anhelos. Dejar de consumirlo ha sido de lo más difícil de su migración.
“Amaría volver a comerlo en el desayuno y puntal. Mi abuelita siempre decía que el pan andino era el que daba fuerzas para el día o el descanso cuando lo cenábamos. La extraño a ella que ya no está viva pero el pan siempre me retrocede a las tardes hermosas en La Ermita -zona de San Cristóbal- cuando comíamos pancito con queso blanco", dijo a El Pitazo vía telefónica.
Explicó que aunque hay tachirenses que hacen pan para vender, el sabor no es el mismo. Entre risas aseguró que “el agua del Táchira le da el toque".
En Táchira la variedad de pan andino va desde pan azucarado, dulce, de leche, de mantequilla, acema de bocadillo (con guayaba), peguetas, pan de arequipe y hasta pan de chocolate. El diputado Heriberto Labrador propuso al parlamento que los panaderos sean homenajeados en una próxima oportunidad, por mantener viva una tradición que lleva más de 500 años.
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