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Caracas.– La temporada de las Grandes Ligas ofrece una serie de situaciones nuevas, debido a la pandemia del coronavirus, pero la presencia de la batería latinoamericana se mantiene con la misma solidez de siempre, sobre por la presencia de jugadores del calibre de los venezolanos Miguel Cabrera y José Altuve.
El desempeño de estos criollos, junto a otros latinos, podría marcar la diferencia a favor de la Liga Americana.
Con el inicio del campeonato regular recortado a 60 juegos y con nuevas reglas en el diamante, los toletes de Latinoamérica prometen ser protagonistas en el circuito.
Uno de los peloteros con mayor presencia en las mayores es el bateador designado venezolano de los Tigres, Cabrera, que empezará su decimotercera temporada con la novena de Detroit.
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El venezolano, que estuvo en 136 partidos en 2019, nominado por los Tigres para el Premio Hank Aaron, quedó segundo en la Americana y tercero en las Grandes Ligas con promedio de bateo de .369 con corredores, su cifra más alta desde que bateó para .397 en 2013.
Con sus 12 jonrones en el 2019 llegó a 477 de por vida, empatado con el dominicano Adrián Beltré en el puesto 30 de las mayores.
Cerró el 2019 con 1.694 impulsadas en su carrera y ocupa el puesto 26 en la lista de empujadas de todos los tiempos.
Además, conectó su imparable número 1.000 en el Comerica Park, el 6 de agosto contra los Medias Blancas de Chicago, convirtiéndose en el primer jugador en alcanzar esa marca.
Otro pelotero venezolano a seguir es Altuve, ya que la temporada pasada superó una lesión en los isquiotibiales a principios del campeonato y logró algunos de sus mejores números en su carrera durante la segunda mitad del año.
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Altuve reunió su tercera temporada con un OPS por encima de .900, al registrar .902, y se convirtió en el cuarto jugador en la historia de la franquicia con al menos tres temporadas con un OPS por encima de .900, uniéndose al dominicano Moisés Alou (3), Lance Berkman (9) y Jeff Bagwell (9).
Con el poder de su bateo estableció marca personal con 31 jonrones, la mayoría para un segunda base en una sola temporada en la historia del club.
También lideró la segunda base en las mayores en jonrones y OPS, promedio de bateo y porcentaje de slugging, en donde logró porcentaje de .550, el más alto de su carrera.
Después del descanso del Juego de las Estrellas lideró la Liga Americana en hits (93) y bases totales (178), y empató el tercer lugar en jonrones (21).
Su total de 178 las bases fueron la segunda mejor cantidad para un jugador de los Astros, después del All-Star Break de una sola temporada, detrás de las 185 de Richard Hidalgo en el 2000.
Con información de EFE
