El Cristo Redentor de Río de Janeiro se tiñó este miércoles de verde y amarillo, los colores de la bandera de Brasil, en una ceremonia para recordar que faltan 100 días para el comienzo de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La iniciativa tuvo el objetivo de «recordar a todos cómo el deporte puede inspirar en la lucha contra el COVID-19», explicó el Comité Olímpico Brasileño (COB) en un comunicado.
«Brasil y el mundo pasan por un momento muy difícil y yo tengo la convicción de que el deporte puede ayudarnos a salir (de la situación) mejores de que hemos entrado», expresó en la nota el director general del COB y campeón olímpico de judo, Rogério Sampaio.
Con sus brazos abiertos, el monumento más simbólico de Río se vistió con la camisa de Brasil y pidió «disciplina, respeto, foco, superación, determinación y coraje» en una proyección de dos horas.
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La acción igualmente contempla la donación de 1.000 cestas básicas a la archidiócesis de Río de Janeiro, que las distribuirá entre 60 proyectos sociales de la ciudad a los que apoya.
«No es un día para celebrar, en respeto a todos los brasileños que perdieron sus vidas, pero es un día para ejercitar la solidaridad y la esperanza de que días mejores vendrán», señaló el presidente del COB, Paulo Wanderley.
Brasil cuenta hasta ahora con una delegación de 200 atletas de 23 modalidades confirmados para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que se celebrarán entre el 23 de julio y 8 de agosto próximos, una cifra muy inferior a los 465 que tuvo en la edición de Río de Janeiro 2016, y próxima a los 259 con los que disputó los de Londres 2012.