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martes, 6 abril, 2021

El deseo de Gaetano Luongo: dejaré al Caracas FC cuando Dios lo decida

El utilero que estuvo durante 33 años con el club capitalino y vivió los 12 títulos del equipo falleció este 6 de abril. Como homenaje, El Pitazo publica una entrevista que ofreció en 2020, luego de que el conjunto rojo ganara la duodécima corona en el fútbol nacional

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John Requena

Gaetano Luongo era el jefe de utilería del Caracas F.C desde su renombre y estabilidad en Primera División en 1986. Múltiples generaciones de directivos, entrenadores y jugadores han pasado por el equipo, pero Luongo se mantuvo fiel al club. Se convirtió en un ícono y fue el único en vivir los 12 campeonatos de los “Rojos del Ávila" dentro de la institución.

El Pitazo lo entrevistó en el año 2020. En ese entonces sus labores comenzaban cada semana a las 4:00 am cuando llegaba a Cocodrilos Sports Park, en la Cota 905. Preparaba el camerino y las herramientas necesarias para el entrenamiento diario. Sentados justo al frente del cuarto de utilería, se acercaban jugadores, tanto masculinos como femeninos a pedirle zapatos, cargadores o cualquier cosa que necesitaban. Se levantaba, iba al cuarto y entregaba lo solicitado. Siempre con una sonrisa, aunque también alzaba la voz para indicarle a un juvenil que recordara cerrar la puerta del vestuario.

Luongo nació en Italia. A los seis años se vino a Venezuela con su madre y hermano para reencontrarse con su padre.

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──¿Qué recuerda de su corta estadía en Italia?

──No mucho, solo días con nieve y convivir con mis abuelos.

──¿Cómo hubiese sido su vida de quedarse en Italia?

──De seguro hubiese estado en el mundo del fútbol, al igual que aquí. Es una pasión.

──¿Sigue a algún club de fútbol extranjero?

──Al Napoli de pequeño, pero ahora sigo a la Juventus y al Napoli.

──¿Le agradece a sus padres haber venido a vivir a Venezuela?

──Sí, aquí hice mi vida. Toda mi vida está aquí.

──¿Qué valores adquirió que ahora predominan en su vida tras la adaptación y el trabajo que tuvo de joven como emigrante?

──La responsabilidad; siempre me inculcaron eso de pequeño, para lograr nuestros objetivos.

──Usted ya atravesó un divorcio. En esta nueva relación, ¿se ha visto entre la espada y la pared con respecto al tiempo que pasa en el trabajo y con su familia?

──Sí, pero ella ha comprendido. Hemos engranado bien, ella también tiene mucho trabajo; ambos salimos en la mañana y llegamos en la tarde-noche. Cuando estamos en la casa, le damos la mejor calidad a nuestra hija Doménica, de 10 años. Nos comprendemos los dos y nuestra hija sabe lo que hacemos; además le gusta también el deporte (risas).

──¿Practica alguno?

──Kárate, ahorita es cinta naranja. Ha competido a nivel nacional y tiene el primer lugar en varios torneos.

──Es su mayor inspiración…

──Sí. La vida no me ha dado varones, pero acá tengo muchos hijos. Todos me dicen el viejo; soy como un padre para todos ellos. A donde voy, todos los que han estado aquí se acercan y me piden la bendición.

──¿Es lo más bonito de este trabajo?

──Sí. Además de los viajes, te da la oportunidad de conocer muchos lugares. Acá en Sudamérica hay partes muy bonitas, igual que en Venezuela, que es un paraíso y tiene de todo. Lo que pasa es que a veces no sabemos aprovecharlo. Tenemos que hacer que el turismo llegue a Venezuela.

──¿Tiene un estado de Venezuela favorito?

──Mérida, porque es una ciudad muy tranquila. Además, mi esposa es de ahí. Los tiempos libres que tenemos, visitamos a la familia de mi esposa. Cambiamos la aceleración de Caracas por la tranquilidad de Mérida.

──¿Entonces considera viajar uno de sus pasatiempos favoritos?

──Podría ser viajar, y cuando uno no gasta, mejor (risas). Además, veo mucha televisión, como National Geographic; me gustan muchos temas que pasan ahí.

Un verdadero maestro

El Caracas F.C es su casa, pero su familia es el motor de todo su esfuerzo. El apoyo de su mujer y su hija lo mantiene en pie. Dedica el mayor tiempo de descanso a estar con ellas, ayudar a su hija en las tareas o verla en los campeonatos de kárate. “Don Gaetano" sufrió un infarto mientras estaba con el club. Afirmó que tuvo que dejar la cerveza (su bebida favorita) y sustituirla por el agua o jugos sin azúcar por razones médicas. “Además mi esposa es nutricionista; ella es la que me hace la dieta", agregó.

──¿Ha pasado por su mente el momento de dar un paso al costado con el equipo?

──Realmente no. Siempre he dicho que cuando el que está allá arriba disponga. Ahorita estoy más fuerte; tanto mi esposa como mi hija me dan el ánimo para seguir adelante. Aún no tiro la toalla. Todavía queda Gaetano para rato.

──¿Un jugador al que usted siempre le gustaría ver en el equipo?

──Todos tienen su particularidad, pero a todos los trato de la misma forma, tanto juveniles como de alto nivel. Ellos son los que nos dan todo a nosotros. Uno tiene que atenderlos bien, para que se sientan bien y rindan en la cancha. Esa es nuestra satisfacción.

──¿Cómo es Gaetano con los jugadores, además de ser el utilero?

──Trato de darles consejos de comportamiento a todos. A veces hay que regañarlos también. Soy un padre para ellos. Hay quienes agarran consejo, y otros no, pero yo siempre trato de hacer lo mejor para ellos. Llega un momento que el entrenador lo ve, pero lo va apartando, y se torna complicado; pero ahí estoy yo. Así soy yo, les doy la mano a todos. Todos dicen que tengo un carácter fuerte, pero internamente no soy esa persona. Creen que soy amargado, el bravo, muchos tienen temor de preguntar algo. Pero existe el respeto entre ambos.

──Ese respeto se pudo observar al permitirle levantar el trofeo número 12 del equipo. ¿Fue ese día el mejor que ha tenido con el club?

──Te digo que sí. Teníamos nueve años esperando la copa, y qué bonito llegar a la final y ganarle al Deportivo Táchira. Fue muy especial.

──¿Qué le falta por lograr?

──Realmente, seguir adelante hasta que Dios quiera. Conocer más lugares, gente, entrenadores, pero me ha llegado todo: mi familia, mi hija y mis tres hijas con el primer matrimonio. ¿Qué más quiero yo?

──¿Ha recibido ofertas nacionales o internacionales?

──Nacionales sí, pero no voy a dejar al Caracas sino hasta que Dios decida. Aquí me han dado todo.

──¿No le pasó por su mente ser técnico del equipo?

──No, para eso se estudia; uno puede saber muchos tips, pero hay que meterse de lleno en eso. Además, prefiero quedarme tranquilo de este lado. El entrenador está estresado todo el tiempo. El bien es para los jugadores, y el mal para el entrenador.

──¿Qué le han dejado estos 30 años de trabajo?

──He conocido a muchas personas, aprendido de cada jugador, entrenar a varios utileros que han salido del país u otros clubes, que cuando me ven dicen: «Aquí está Gaetano. Aquí está el maestro».

──¿No se atrevería a dar clases?

──No, no me gusta estar metido en un salón de clases (risas). Prefiero el aire puro.

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