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Caracas.- Un 26 de octubre, pero hace ya 15 años, en 2005 exactamente, Oswaldo Guillén se titulaba como el primer – y único hasta la fecha- mánager latino en ganar una Serie Mundial.
Ozzie Guillén, como es conocido en Las Mayores, lograba su hazaña al llevar a los Medias Blancas de Chicago a la final del campeonato, en la temporada 2004-05. Conseguiría el título tras derrotar a los Astros de Houston por 1-0, victoria con la cual completarían barrida de cuatro juegos consecutivos.
El triunfo fue histórico, pues, con un timonel latino, los Medias Blancas pusieron fin a una sequía de 88 años sin ganar una Serie Mundial. La última vez que habían conseguido el título databa de 1917.
Con el venezolano al mando, Chicago fue, durante la zafra de ese año, un equipo imbatible de principio a fin. Se le destaca a Guillén el haber logrado que cada hombre diera lo mejor de sí durante ese campeonato, para poder alcanzar el ansiado título en las Grandes Ligas.
La transformación del roster inició con José Contreras, quien durante un breve período en la postemporada explotó todo su potencial, para erigirse como líder de un grupo en el cual figuraban, entre otros, Orlando El Duque Hernández, el venezolano Freddy García y los estadounidenses Mark Buehrle y Jon Garland.
Chicago terminó con 99-63 la campaña regular y tuvo el mejor récord de toda la liga, por lo que le tocó enfrentar en primera ronda de los playoffs al wild card. El duelo fue contra los Medias Rojas de Boston, campeones vigentes para el momento, pero a quienes sacaron en tres juegos consecutivos. Luego le tocaría a los Angelinos de los Ángeles, que cayeron 4-2 en las series de campeonato.
En la final, Guillén apostó por García, quien se lució en siete episodios, dejando en blanco a los Astros, para finalizar con aquel glorioso 1-0 en la pizarra que les dio a los Medias Blancas un título esquivo durante muchas décadas, y a Guillén, un sitial que sigue sin ser superado hasta ahora.
