Felipe Capozzolo: “90% del comercio en el país está totalmente paralizado"

Caracas.- El presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, informó que al menos el 30% del comercio estaba amenazado antes de la llegada del COVID-19 a Venezuela, debido a los siete años de recesión y más de dos años de hiperinflación que ha desplazado el poder adquisitivo de los ciudadanos y, en consecuencia, ha golpeado duramente a la actividad comercial. «Con la pandemia, el 90% del comercio quedó paralizado", indicó.

En este contexto de pandemia, es probable que algunas empresas decidan no continuar operando, pero las que opten por mantener sus actividades deberán realizar ajustes importantes, cada una de acuerdo a su naturaleza.

En declaraciones a la prensa especializada, el viernes 29 de mayo, Capozzolo informó que a partir del inicio de la cuarentena decretada el pasado 13 de marzo, para frenar la propagación del COVID-19 en Venezuela, el 90% del comercio quedó totalmente paralizado. «Los sectores priorizados para ejercer las actividades productivas -alimentos, comunicaciones y medicinas- representan solo un mínimo porcentaje de este sector que ha tenido que operar bajo condiciones desfavorables debido a la escasez de combustible y a las fallas de servicios públicos", agregó.

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Explicó que las pequeñas y medianas empresas son reflejos de la población. “Tenemos muchas pequeñas empresas que no tienen capacidad de flujo de caja para aguantar más de unas pocas semanas sin operar. Muchas no podrán volver a subir sus santamarías".

Abogó por que se decrete una vuelta al trabajo de manera progresiva y planificada, para que se preserven puestos de empleo en el país.

En otro orden de ideas, Felipe Capozzolo aseguró que cada hogar venezolano ha resuelto, a su manera, el dilema de “quedarse en casa y cuidarse o salir a la calle a buscar los recursos".

“La mayor parte de la población ha decidido tratar de incorporarse al trabajo a través de una vía poco visible, pasando por alto la normativa sanitaria», dijo, y afirmó que la renovación del decreto de Estado de alarma, que se hizo el 13 de mayo, debió haber incluido alguna flexibilización para garantizar un regreso seguro a las actividades.