El consultor político y presidente de la encuestadora Datincorp considera que el gobierno de Maduro está en condiciones precarias, pero no totalmente derrotado. Según Seguías, el oficialismo está dispuesto, por ahora, a pagar un alto costo quedándose en el poder por la fuerza
Edmundo González Urrutia era el hombre llamado a liderar una compleja transición política en Venezuela tras el 28 de julio, pero dos meses después de la elección presidencial está en el exilio que forzó el oficialismo mediante presiones y por errores estratégicos opositores que, de acuerdo con el consultor político y presidente de la encuestadora Datincorp, Jesús Seguías, dinamitaron una ruta que luce difícil de rehabilitar luego de la derrota electoral del oficialismo.
“Edmundo González Urrutia era el mejor candidato para una transición. El mejor. Y todavía se está a tiempo, si el Gobierno quiere -porque está en una posición de endemoniado, están desaforados- porque saben que, de quedarse en estas condiciones, tampoco es holgado para ellos. Están pagando un costo político bastante rudo quedándose en estas condiciones en el poder, pero prefieren ese costo antes que entregar el poder a su peor enemigo", dijo Seguías en entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz.
El consultor político cree que la existencia de “dos estrategias diferentes en la calle" en medio de lo que fue la atípica campaña electoral opositora que en 22 días lideraron María Corina Machado y el propio González Urrutia, fue un hecho que le complicó el panorama al oficialismo, atrincherado y en una posición defensiva frente a lo que estaba por venir luego del 28 de julio.
Es un gobierno que está en condiciones sumamente precarias, pero no significa que estén derrotados
Jesús Seguías, consultor político y presidente de la encuestadora Datincorp
“El Gobierno estaba enredado y finalmente decidieron no reconocer el resultado. Punto. Tienen poder para hacerlo", añadió Seguías.
El director de la firma Datincorp, una de las encuestadoras que meses y semanas antes de la elección presidencial mostraron la ventaja en cuanto a respaldo e intención de voto a favor de González Urrutia, considera un error que, frente a los dilemas existenciales que se le plantean al oficialismo tras perder en el terreno electoral, la oposición mayoritaria descarte la utilidad de la figura del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, como un actor confiable para la coalición que lidera Maduro.
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Para Seguías, en un irremediable proceso de negociación que hoy luce muy cuesta arriba, no son muchos los nombres con acceso al oficialismo que pueden ser útiles a la oposición mayoritaria en la búsqueda de acercamientos y diálogos con una coalición de gobierno radicalizada.
“No solamente es Rodríguez Zapatero, sino que es uno de los pocos, porque puede haber otros. Lula hubiera sido excelente, pero ya intervino a favor de algunas tendencias, lo cual le pone las cosas más difíciles para ser un mediador que tenga capacidad de convencer al Gobierno de poder entrar en un juego de negociaciones para buscar una solución a la crisis del país", añadió Seguías.
Maduro le ha fallado a su militancia, a sus bases. Y en la oposición le han fallado a los opositores
Jesús Seguías, consultor político y presidente de la encuestadora Datincorp
–Si no es solamente Rodríguez Zapatero, si ya Lula no puede ser y tampoco Petro. ¿Quién o quiénes pueden ser negociadores?
–El que mejor posición tendría sería el expresidente Rodríguez Zapatero. Cuando vi que se lanzaron todos los ataques a Rodríguez Zapatero por haber intervenido a favor de Edmundo González y que se le otorgara un salvoconducto para irse a España, dije que es una equivocación grandísima porque no le veía sentido a darle tantos golpes y acusaciones de todo tipo, que ponían en tela de juicio la integridad ética del expresidente Zapatero.
“La candidata real era María Corina"
Seguías enfatiza que la estrategia electoral de la oposición liderada por Machado le transmitió al Gobierno el peor escenario posible.
“No es tonto el Gobierno y se lo está diciendo de manera clara a la oposición: no vamos a entregarles el poder, especialmente jamás a María Corina Machado; prefieren estar muertos antes de entregarle el poder a María Corina Machado, porque saben que lo que vendría para ellos no es ningún estímulo", sostiene Seguías.
De acuerdo con el consultor político, el planteamiento estratégico vinculado con la negociación no representa para el oficialismo un acuerdo ganar-ganar para las partes.
“María Corina Machado se ha encargado de decirles que lo máximo, como incentivo para que el Gobierno acepte la derrota, era un salvoconducto al presidente Maduro y a todo su equipo para que se vayan a un exilio dorado y entregaran el poder. Eso no es una negociación bajo acuerdos ganar-ganar, consensuada, sino que es un acta de capitulación, de rendición, que María Corina Machado le está poniendo sobre la mesa al Gobierno", apuntó Seguías.
–¿No era una capitulación el hecho de no aceptar la participación de María Corina Machado, que se retirara y no participara en una campaña electoral?
–A eso aspiraba el Gobierno, que tiene el poder suficiente para hacer valer lo que ha hecho, mientras que la oposición no tiene poderes para impedirlo. Hoy día lo que está haciendo el Gobierno es una demostración de poder, de fuerza, hago lo que me da la gana y le entrego a quien me da la gana.
Estoy sorprendido. ¿Por qué el Gobierno no hizo esto antes de las elecciones? Esa es la pregunta que nadie ha logrado entender. Quizá se sobreestiman demasiado, como pasa en todos estos gobiernos, y fueron a esas elecciones y el resultado lo conocemos todos.
Tanto ganó Edmundo González, que no ha habido manera de que el Gobierno pueda demostrar que ganó. Ni la petición de Lula, que tenía un poder muy grande de influencia en el chavismo, ha sido una persona respetada por el chavismo, con una capacidad de influencia afectiva que se suponía que podía conminarlos a que demostraran su victoria. Igual Petro. Y le pasaron por encima a Lula, a Petro, con lo que están demostrando que no le iban a entregar el poder a nadie a quien ellos no le dieran el visto bueno y no se pudieran entender previamente.
Hoy la oposición y sus dirigentes están imbuidos en el modo denuncia, no en el modo solución
Jesús Seguías, consultor político y presidente de la encuestadora Datincorp
Claridad en el objetivo
Seguías cree que la oposición mayoritaria incurre en un error que en el pasado marcó la línea de acción estratégica opositora: desafiar al Gobierno y no tener, según refiere, claridad en el objetivo; no solo ganar, sino cobrar y luego gobernar para concretar el cambio político deseado en Venezuela con tres elementos fundamentales: la pacificación política del país y la reconstrucción de la infraestructura nacional y de la economía del país.
“El gran error fue desafiar al Gobierno y poner en la campaña electoral dos estrategias contradictorias, distintas. Una la dirigía González Urrutia como candidato para una transición democrática. Mejor que González Urrutia para una transición consensuada con el Gobierno no había. Por otro lado, había la estrategia de María Corina Machado presidenta. No cuestiono la legitimidad que pueda tener María Corina Machado para ser presidenta: es honesta, valiente, inteligente, pero eso no es suficiente", añadió Seguías.
El director de Datincorp cree que la oposición, en 25 años, no ha comprendido que tiene enfrente a un elefante político que para “comérselo" debe hacerlo “en rodajas".
“Y que gobiernos de ese tipo no salen ni los vas a desmantelar de la noche a la mañana. Tiene que ser un proceso de cambio consensuado, transitorio, una transición es lo que correspondía", acotó.
La oportunidad que se tenía para emprender un cambio progresivo se pierde por haber asumido una posición del todo o nada
Jesús Seguías, consultor político y presidente de la encuestadora Datincorp
–¿Consensuado con quienes forman parte del Gobierno?
–Por supuesto. Son las dos partes. Los venezolanos parece que somos especialistas en poner las cosas más difíciles y anotarnos en causas perdidas. ‘La Salida’ fue una causa perdida, la rebelión de 2017 fue una causa perdida, el intento por la vía parlamentaria en 2016 fue una causa perdida; la abstención en 2018 fue una causa perdida. Entonces me pregunto: ¿Hasta cuándo vamos a estar en esto?
A los venezolanos no se les puede crear falsas expectativas, no se les puede jugar con su esperanza. Construir esperanza a veces resulta fácil.
–Pero sin la esperanza Edmundo González no hubiese obtenido 7.000.000 de votos
–Por supuesto. Porque en 2024 se repitió la misma fórmula de 2015. No es que la mayoría se vino a manifestar en 2024. En 2015, 70 % de los electores votaron contra Maduro. No es nada nuevo. Desde 2015 Maduro está en minoría absoluta. Ganó en 2018 porque la oposición, en mala hora, decidió abstenerse, porque decía que el Gobierno iba a hacer trampa con el CNE y resulta que hoy la mayor prueba que tiene la oposición es unas actas emitidas por las máquinas que sí dicen la verdad.
Hoy la oportunidad brillante que se tenía para lograr emprender un cambio progresivo, comerte el elefante en rodajas, se pierde por haber asumido una posición del todo o nada.
El Gobierno está cumpliendo con su propósito. Le dijo a la oposición: si María Corina Machado es la que va a estar al frente, no vamos a entregar el poder. El tema no es electoral ya, es de carácter político, donde estamos obligados a entendernos porque el país no le sirve a nadie en las condiciones en las que está.
Hoy día lo que está haciendo el Gobierno es una demostración de poder, de fuerza
Jesús Seguías, consultor político y presidente de la encuestadora Datincorp
–¿Y cómo se come ese elefante en rodajas si no se quiere dejar comer, si no hay facilidades para que se sienten a la mesa los comensales?
–Ellos quieren conservar el poder a como dé lugar. Pero en caso dado que los votos no le den para hacerlo, cualquier cambio pasa porque el candidato que va a asumir el poder sea alguien confiable para ellos. Eso es lo que pasó en todos los cambios de transición en el mundo.
Hay experiencias que nos dicen claramente que cuando tienes casos como el de Venezuela, hay que aprovechar las pequeñas rendijas para poder avanzar y dejándole claro al Gobierno no que renuncien al poder, sino que el proceso de transición sea de cohabitación, de coexistencia, inclusive de distribución de algunos cargos de poder que para ellos pueden ser relevantes.
–¿Y por qué se empeñan en sacar a González Urrutia del país con la mediación de Zapatero?
–Al Gobierno le conviene que se vaya, pero González Urrutia pudo haberse quedado como María Corina Machado, en la clandestinidad, pero eso no ocurrió. Él quería irse, al Gobierno le convenía y en segundo lugar el Gobierno puso unas condiciones. Lo mismo que está proponiendo María Corina Machado, pero al revés.
–Una figura como Rodríguez Zapatero, con su relación con los Rodríguez, con Maduro, ¿puede ser una figura confiable para la oposición?
–Es un tema de acuerdos y avalado por la comunidad internacional. Reconocer a González Urrutia pasaría por un acuerdo de amplia magnitud política, donde González Urrutia sería el presidente encargado y es lo que debieran estar negociando, y al mismo tiempo entregarle algunas cuotas de poder.
Cuando el Gobierno dice que no se va a ir jamás, lo está diciendo en serio. Tiene poderes para quedarse. Le dijeron a María Corina Machado no vas a inscribirte, y no pasó nada. Inhabilitaron a Corina Yoris y no pasó nada. Metieron presa a la plana mayor de Vente Venezuela y no pasó nada. Qué me hace suponer que ahora sí van a pasar las cosas.
¿Qué ha ocurrido desde hace dos meses para hacer valer una victoria? ¿La denuncia internacional? El solo hecho de haber mandado al cipote a Lula y Petro te dice que van con todo. Hoy la oposición y sus dirigentes están imbuidos en el modo denuncia, no en el modo solución, y los venezolanos quieren soluciones.
Reconocer a González Urrutia pasaría por un acuerdo de amplia magnitud política
Jesús Seguías, consultor político y presidente de la encuestadora Datincorp
–Un gobierno de transición de González Urrutia tendría la presión de la opinión pública para permitir una elección en la que competiría María Corina Machado, algo contrario a lo que quiere el oficialismo.
–Esa era la idea: que María Corina Machado, en un gesto de desprendimiento, se hubiese apartado políticamente del gobierno de transición, dejar a González Urrutia al frente y posiblemente se habría obtenido una aceptación del Gobierno.
–¿González Urrutia hubiera ganado sin el apoyo de María Corina Machado?
–Por supuesto. No necesitaba hacer campaña. A los 10 días de haberse conocido hicimos una encuesta nacional y el 55 % de los venezolanos ya lo conocían. 50 % estaba dispuesto a votar por él. El venezolano no está casado con un caudillo, con un mesías. El venezolano quiere parar de sufrir, que haya un cambio. Y no solo los opositores quieren un cambio, los chavistas también. Nadie está contento con el país que tenemos.
–¿María Corina Machado se hubiese tenido que retirar de la vida pública y dejar a González Urrutia solo?
–No, para nada. Eso es simplificar demasiado las cosas. La idea es que en la campaña María Corina Machado no apareciera como el verdadero poder. Y hablar con el Gobierno: esto se tenía que haber negociado con el Gobierno desde antes y no se hizo. Lo que hizo fue retar al Gobierno y en este momento reaccionó de manera muy fea, peor que en todos los años que tiene gobernando; está dando su demostración de poder y de fuerza.
Y con todo, ningún gobierno se ha atrevido a reconocer a González Urrutia como presidente electo porque la comunidad internacional sabe que la tiene difícil.
¿Cuál era el rol que tenía que haber cumplido María Corina Machado? Me dedico a organizar el padrón electoral, a organizar a la oposición para el desafío que viene: elecciones parlamentarias, regionales, municipales. Con ella al frente la oposición podía haber tenido victorias contundentes. Luego de ese gobierno de transición, que logre reinstitucionalizar el país, es cuando ella podía aspirar y nadie le hubiese quitado la victoria. Ella creyó que era su momento, que podía torcerle el brazo al Gobierno, que Maduro estaba derrotado.
Un desenlace consensuado
Seguías se pregunta por los recursos que pueda usar la oposición para impedir un mayor despliegue de fuerza (represión y persecución) del oficialismo en lo que resta de año hasta el 10 de enero.
“¿Las sanciones, las declaraciones de unos parlamentarios europeos o latinoamericanos que no tienen ningún poder vinculante? ¿La declaración de la ONU? ¿Qué vamos a hacer? Cualquier desenlace tiene que ser pacífico, consensuado y donde el Gobierno se sienta ganador y también la oposición se sienta ganadora; que pueda comenzar el proceso de transición", precisó.
–Usted da como un hecho que el 10 de enero Maduro se va a juramentar. ¿Después de eso no hay nada que hacer?
–Esa es una de las razones por las cuales yo quise opinar. No esperar esa fecha para lograr un acuerdo, porque a partir de esa fecha no será con González Urrutia a la cabeza, será otra cosa distinta, no sé lo que pueda ocurrir, pero sí sé que tendremos un Gobierno envalentonado, se sentirá victorioso: no tengo nada que negociar y sigo adelante.
Yo no pretendo aguarle la fiesta a nadie ni estar bombardeando la esperanza, no. Pero veo que no vamos por buen camino. Y cuando hablo con cualquier dirigente de la oposición lo que me dicen es que cualquier cosa puede ocurrir. ¿Vamos a esperar un golpe de suerte? ¿Nos quedamos sin respuestas? Hay que decirle al país claramente cuál es la estrategia y el objetivo.
Esto es serio. Hay que tener cuidado de no entrar en un proceso de negociación bajo el modo ira, porque no va a generar buenos resultados. No es lo recomendable, mucho menos para quienes piensan ser jefes de Estado, quienes quieren dirigir un país y cuando tienes en juego la vida y sobrevivencia de millones de seres humanos.
–¿Está hablando de María Corina Machado o de Maduro?
–De todos porque no están actuando responsablemente. Nicolás Maduro no está actuando responsablemente. El tema es que ambos factores han fallado. Maduro le ha fallado a su militancia, a sus bases. Y en la oposición le han fallado a los opositores.
Antes eran los partidos políticos y María Corina Machado logró convertirse en una esperanza de la gente que estaba rechazando todos los partidos opositores. La Primaria sirvió para eso y ella, que tenía participación activa, apareció como la nueva líder; es parte del juego político, pero en este momento las decisiones que se han tomado no son las más asertivas, no ayudan a resolver la crisis, sino que la están complicando.
–¿Es una lectura equivocada la de los sectores opositores que dicen que al chavismo, desde la Primaria, todo le ha salido mal?
–Al Gobierno le han salido mal las cosas desde hace años. Su gobernanza es mínima. No son capaces de entrompar razonablemente ninguna cosa que se propongan. Es un gobierno que está en condiciones sumamente precarias, pero no significa que estén derrotados porque tienen poderes de coacción para quedarse.