El gerente general de Monómeros afirma que los señalamientos por corrupción no son ciertos y señala que fueron desestimados. Fustiga al diputado de la Asamblea Nacional de 2015, José Luis Pirela, quien nuevamente arremeta contra la compañía venezolana y contra él cuando la filial de Pequiven espera la renovación de la licencia de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (Ofac) de Estados Unidos para operar sin inconvenientes

Guillermo Rodríguez Laprea maniobra el timón de Monómeros Colombo Venezolanos C. A. en un mar bravío. El actual gerente general de la empresa, filial de Pequiven, enfrenta desde el año 2021, cuando fue designado en el cargo, duras críticas a su gestión e importantes señalamientos de corrupción, elevadas especialmente por un diputado de la Asamblea Nacional de 2015, liderada por Juan Guaidó.

Con el tiempo ajustado y a punto de abordar un avión, Rodríguez Laprea, a través de una videollamada con El Pitazo, señaló que son falsas las denuncias de corrupción en su contra y consideró que las acciones del parlamentario José Luis Pirela –de la Asamblea Nacional de 2015– solo buscan perjudicar la imagen de la empresa que -a su juicio- se empañó con el episodio de la “toma hostil", en la que Nitron Group, un importante proveedor de materia prima de la empresa, presuntamente quería apoderarse del patrimonio de la nación con el apoyo de distintos actores políticos.

“A nosotros nos costó recuperar el prestigio de la empresa y hemos tenido un buen desempeño corporativo corroborado incluso por la Supersociedades (Superintendencia de Sociedades de Colombia)", sostiene Rodríguez Laprea.


Monómeros ha cumplido con los trámites para obtener nuevamente la licencia (de la Ofac). Hemos mantenido informado al organismo para que los procesos se aceleren

Guillermo Rodríguez Laprea, gerente general de Monómeros

Esas denuncias lo persiguen inclusive ahora que la compañía venezolana, con sede en Colombia, espera la renovación de la licencia que le otorgó la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (Ofac) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para operar sin el peso de las sanciones.

El gerente general de Monómeros confía en que las diligencias realizadas ante la Ofac darán resultados positivos para la compañía, incluso a pesar de que la Asamblea Nacional advierte lo contrario, pues algunos diputados aseguran que la licencia no será renovada hasta tanto no se cumpla con la designación de una nueva junta directiva de la petroquímica con el apoyo de una agencia cazatalentos con el fin de despolitizar a la empresa. En este sentido, resaltó que la decisión de elegir el mes de febrero a nuevos integrantes de la directiva sin consultar a Juan Guaidó, se tomó por orden de la Supersociedades, que de incumplirse podría acarrear multas a la compañía.

–¿Influye de alguna forma que no haya una junta directiva imparcial y alejada de intereses políticos para obtener la licencia de la Ofac que vence a finales de este mes de junio?

–Desde el punto de vista corporativo, Monómeros ha cumplido con los trámites para obtener nuevamente la licencia. Hemos mantenido informado al organismo para que los procesos se aceleren. No hay ningún elemento que impida la renovación del permiso para operar. Si hay otros requisitos, no dependen de nosotros como compañía. Estoy seguro de que será renovada. En algo en que hemos trabajado también es en levantar la imagen de la empresa, especialmente después de denunciar la toma hostil ilegal, y despolitizarla lo mejor posible. Nuestro trabajo siempre ha sido corporativo.

–¿Por qué se tomó la decisión de llenar las vacantes de los directores de Monómeros sin consultar al Parlamento?

–La Supersociedades, que aún tiene bajo control a Monómeros, nos da instrucciones que estamos obligados a cumplir porque por el contrario implicaría multas importantes y una mayor intervención de la empresa. La superintendencia ordenó que se llenarán las vacantes que la Asamblea Nacional estaba pendiente por cubrir desde septiembre de 2021. La Supersociedades dio la orden y la junta directiva ad hoc de Pequiven cumplió con la instrucción de forma accidental y nominal con empleados de la empresa. Esto, además, es una medida temporal. No hubo nada ilegal, el proceso se hizo en cumplimiento de las leyes colombianas. Ahora, la Asamblea Nacional tiene la potestad de nombrar a los directores y lo puede hacer en cualquier momento. La Supersociedades no puede decirle a la Asamblea Nacional que designe a los directores porque legalmente en Colombia el accionista es Pequiven.

–¿Está a favor de una reestructuración de la junta directiva?

–Todos los procesos que sean para mejorar la empresa tienen que darse, incluyan reestructuración o cambios de directores. Incluso te digo que internamente en Monómeros ha habido una reestructuración para mejorar los procesos. Entonces, nadie puede estar en contra de cualquier decisión que implique mejoras. Jamás me opondría.

–El 25 de mayo de 2022 el diputado José Luis Pirela presentó ante la Fiscalía General de Colombia una demanda en la que lo acusa de cometer actos de corrupción. En sus señalamientos indica que usted intentó que la empresa LionStreet, vinculada a parientes suyos, firmara un contrato con Monómeros y que comprometía el patrimonio del activo de la nación. ¿Cuál es su versión sobre estas acusaciones?

–En principio, personas con apellido Rodríguez hay muchas en Venezuela. Toda una guía telefónica inclusive. Es absurdo que se haya dicho que los representantes de LionStreet son familiares míos solo por tener en común el apellido. A este tema es el único que le han dado vueltas y más vueltas desde el año pasado. Incluso consignaron cinco denuncias anónimas en las que se decían cantidades de cosas en mí contra y, entre esas, estaba este tema. Todas esas denuncias luego fueron desestimadas por absurdas. Lo que se buscaba era que en el sistema de control para las listas restrictivas apareciera mi nombre vinculado a varias denuncias y esa situación me impidiera acceder a créditos bancarios y otras operaciones. Ese era el objetivo, y formaba parte de estas estrategias para empañar la empresa.


Es absurdo que se haya dicho que los representantes de LionStreet son familiares míos solo por tener en común el apellido. A este tema es el único que le han dado vueltas

Guillermo Rodríguez Laprea, gerente general de Monómeros

–Entonces, ¿cuál es la historia detrás de LionStreet?

–Monómeros, al no tener créditos bancarios, necesita buscar nuevos productos, mercados y aliados porque no tenemos dinero, no tenemos un flujo de caja que nos dé posibilidades. Dentro del Plan Estratégico de la compañía 2020-2030 está incluido como prioridad buscar aliados y uno de ellos, de los muchos que pasaron, era LionStreet con la que se estableció un acuerdo marco que tenía como objetivo que ésta compañía nos iba a proponer negocios de nuevos mercados y productos, le propondría a las instancias técnicas de Monómeros ideas posibles de negocio. Si estas opciones eran positivas, se montaría luego un proyecto que debía aprobar la junta directiva. Es la junta directiva la que me autorizó a firmar ese acuerdo marco que no implicó ni un solo dólar en erogación por parte de la empresa ni estaba establecido que se pagará nada. En ese acuerdo también se habló del 60-40%.

Claramente estaba establecido que en los productos de exportación exclusivos se tendrá una proporción de 60-40%; pero más adelante decía que esto debe estudiarlo la junta directiva para que determinara la fórmula y las proporciones de ganancias.

–Hubo versiones que circularon en las que se afirmaba que este acuerdo con LionStreet había generado desconfianza en los proveedores de Monómeros. La Supersociedades plasmó en su resolución de agosto del año pasado que se prescindió de este acuerdo por decisión de ambas partes. ¿Hubo presión de los proveedores para ponerle fin?

–Para nada. Esa versión es la que se quiso mantener. En medio de este proceso, se enviaron cinco cartas a las empresas proveedoras en las que presentamos a LionStreet como un aliado para lograr nuevas fórmulas de negocios y buscar dinero. Estas empresas, para ese momento, ni siquiera eran proveedores nuestros, y lo que buscábamos era que estas compañías que aún no nos daban créditos comenzarán a dárnoslos. No se presentó ningún inconveniente con el resto de los proveedores tampoco. Es más: siguieron trabajando con nosotros. Y el acuerdo se termina con la aprobación de ambas partes porque, luego de presentarse esta situación mediática en torno a la empresa, la junta decidió revisar el acuerdo y LionStreet nos envió una carta en la que solicitó suspenderlo por la presión mediática, no por sugerencia o presión de los proveedores.

–También a usted lo han vinculado con dos empresas más. Un grupo llamado Monómeros Unidos colgó un video en el que lo acusa de fraguar contratos con Monómeros con las empresas Kapokar e Insumos de Pacífico. Esta última, según documentos presentados, de su propiedad.

–Sobre este tema hay una sola verdad. Lo que ocurre es que de esa verdad han sacado retazos. La primera vez que me preguntaron sobre este tema dije que sí estaba vinculado a Insumos de Pacífico, era el representante legal de esa empresa. De hecho esa empresa no tiene ni tuvo un contrato con Monómeros.

–¿Y la empresa Kapokar?

–Con esta empresa me acerqué a Monómeros para lograr una alianza, pero para ese entonces, yo no tenía planeado formar parte de Monómeros. No existía esa posibilidad. Y tuve que desprenderme de la compañía cuando entré a Monómeros. En el caso de Kapokar también se presentó una propuesta de alianza enmarcada en el plan 2020-2030. En Monómeros se han firmado cantidades de acuerdos de confidencialidad para la búsqueda de alianzas, un proceso normal. Nunca dije que no era verdad que estas empresas pasaron por Monómeros. Pero díganme ahora, ¿qué vínculos se generaron entre estas empresas en las que estuve y Monómeros? Ningunos. Cuando me designaron gerente general de Monómeros no tenía ningún vínculo con esas empresas, y esos acercamientos ocurrieron mucho antes de mi nombramiento que fue el 27 de enero de 2021.

Este tema ya es una novela que ha revisado mucha gente y lo único que queda claro es que al darse versiones irresponsables se le hace daño a la empresa, que es lo que no vamos a permitir. El año pasado me quedé callado, resistí todo lo que dijeron de mí, pero ahora dijimos que ya era suficiente y ejercimos acciones contra el diputado Pirela, quien es un irresponsable al decir barbaridades.

–¿Puede Monómeros denunciar a un diputado que tiene inmunidad parlamentaria?

–El señor Pirela empezó una campaña de ataque desde el 19 de mayo y la responsabilidad que tengo es defender el activo de los venezolanos, y en línea con esa meta, tengo que hacer todo lo necesario. Nosotros introdujimos una demanda por pánico económico el 26 de abril porque eso era lo que estaba generando el señor Pirela. Esta demanda la hicimos en silencio, no salimos a hacer escándalos ni a decirlo a la prensa. El 13 de mayo se ratificó esta demanda.

–¿Por qué hicieron esta denuncia en silencio?

–Porque no queríamos ser una caja de resonancia para el señor Pirela. No íbamos a aumentar más el daño que se le estaba haciendo a la empresa. Cuando alguien actúa dentro sus funciones y tiene una denuncia, la hace ante los organismos competentes, no tiene por qué salir a hacer escándalos y afectar a los demás. La empresa decidió tomar acciones para defender el bien de los venezolanos; lo que haga el señor Pirela es su asunto, nosotros seguiremos haciendo lo que nos toca por la empresa.

–Más allá de estas denuncias, ¿cuál es la situación actual de Monómeros?

–La Supersociedades ratificó a Monómeros el 13 de diciembre del año pasado que la empresa seguía bajo control. Pero en declaraciones dadas hace un mes por el actual superintendente en una emisora de radio, dijo que Monómeros estaba saliendo adelante. El control de la Supersociedades ha consistido en una revisión de todos los procesos, solicitudes de programas de mejoras, revisión de resultados.

Con la toma hostil ilegal, Monómeros perdió 108 millones de dólares en créditos de los proveedores, de los que dependíamos; a pesar de los efectos de la toma hostil, el patrimonio de los venezolanos creció el año pasado con ingresos de 58 mil millones de pesos, un 29% más que 2020; la empresa tuvo una utilidad operacional, que es el verdadero indicador que mide cómo estuvo la gestión, registró 89 mil millones de pesos, 106% más que 2020. Además tuvimos un ebitda de 120 millones de pesos, 64% mayor que en 2020. Si no hubiésemos pasado por la situación adversa, la empresa hubiese crecido más.

Estos resultados fueron aprobados por la asamblea de accionistas de Pequiven ad hoc junto con el revisor fiscal, que es un ente externo en Colombia y que tiene funciones frente a la Supersociedades. Decir que esas cifras fueron maquilladas es lo mismo que decir que el ente colombiano se presta para esa irregularidad. La administración de la empresa ha sido normal, salvo que hemos recibido algunas instrucciones directas de Supersociades, pero son indicaciones dadas a nivel societario, no administrativo.


La administración de la empresa ha sido normal, salvo que hemos recibido algunas instrucciones directas de Supersociedades

Guillermo Rodríguez Laprea, gerente general de Monómeros

–Como parte de ese proceso de supervisión, la Supersociedades acompañaría a Monómeros a llegar a acuerdos con los proveedores con los que tenía importantes deudas, ¿cómo ha transcurrido el proceso?

–La gran deuda que teníamos era con Nitron Group, que era nuestro mayor proveedor y con el que se tenía una deuda de 25 millones de dólares y, ahora, solo le debemos algo más de 16 millones de dólares. Hemos ido pagándoles a ellos, al igual que hemos estado cumpliendo con nuestros compromisos con los trabajadores, los proveedores nacionales e internacionales e impuestos.

La empresa ha saldado sus pagos sin llegar a un acuerdo especial como sí se hizo con Nitron Group, pues esta empresa nos daba un crédito por 120 días para el pago, pero luego cambió las condiciones y nos pidió en agosto del año pasado que toda la materia prima que nos llega debíamos pagarla antes y esto nos puso en una situación complicada, pues Monómeros depende de los créditos de los proveedores porque los bancos no nos dan préstamos por la condición que tiene la empresa por la Ofac. En 2016, Monómeros tenía 200 millones en créditos y hoy tiene cero.

–Usted habla de resultados alentadores, pero un informe del departamento de ingeniería al que tuvimos acceso indica que las instalaciones de la petroquímica están en franco deterioro, incluso señala que se necesitan 23 millones de dólares para labores de mantenimiento de edificios y plantas. ¿Cómo se produce con instalaciones tan comprometidas? ¿Han adelantado gestiones para recuperarlas?

–Hemos reinvertido el dinero en las plantas. Entre otras cosas, se invirtieron más de 21 millones de pesos en mantenimiento, la cifra más alta de inversión en los últimos ocho años. Y eso lo hemos logrado con dinero propio, sacado de nuestras entrañas, de las operaciones, sin los créditos bancarios como lo hacen otras empresas. Por ejemplo, las paradas anuales de las plantas son posibles gracias a los créditos a mediano y largo plazos, y aquí lo hemos hecho con el propio ejercicio de la empresa. Este año realizamos una cantidad de mantenimientos, los hemos hecho poco a poco.

Debo decirte que una empresa de sólidos no tiene una imagen muy bonita y quien no lo sepa se le muestra una foto y puede llevarse una información incorrecta. Pero, en todo caso, desde el año pasado estamos desarrollando un programa de mantenimiento e inversiones puntuales y significativas para mejorar la eficiencia de la empresa.

–¿Cómo avanza la auditoría que realiza la empresa encargada por Pequiven en Monómeros? ¿Es cierto que usted no quiso dejar entrar a esos auditores?

–No, la auditoría está en proceso. Los auditores externos trabajan y esperamos que dentro de dos meses culminen. Queremos que sea lo antes posible, pero hay un cronograma que se debe cumplir. Tampoco esta auditoría es un requisito para la renovación de la licencia de la Ofac, no tiene nada que ver con este organismo. Incluso, para mí, es importante esta auditoría para ponerle fin a esta pesadilla existente alrededor de la empresa y de mi nombre.

–Hay una preocupación latente sobre el futuro de Monómeros y el nuevo gobierno de Colombia que es aliado de Nicolás Maduro. ¿Se perderá Monómeros si Gustavo Petro gana la presidencia de Colombia?

–No se va perder. Monómeros es una empresa importante para Colombia y Venezuela, incluso la región en general. Tengo la certeza de que al nuevo gobierno le interesará que a la compañía le vaya bien y se potencie aún más. En este momento, además, Monómeros tiene el proyecto de amónico verde e hidrógeno más importante de Colombia, que va garantizar gran parte de los fertilizantes sin depender de la materia prima importada y vamos a lograr sacarlo adelante. Ni existe posibilidad de que no sea así.


Monómeros es una empresa importante para Colombia y Venezuela. Tengo la certeza de que al nuevo gobierno le interesará que a la compañía le vaya bien y se potencie aún más

Guillermo Rodríguez Laprea, gerente general de Monómeros

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