El sociólogo, egresado de la UCV y presidente de la asociación civil “Oportunidad", cree que el momento de crisis ha develado la necesidad de “colectivizar el cambio" como único mecanismo para salir de ella y transformar a Venezuela

Redacción: Génesis Carrero Soto

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La desesperanza con la que muchas encuestadoras definen el momento que vive Venezuela no marca la tendencia para el sociólogo Luis Martínez, un hombre que cree en la fuerza de las acciones que promuevan la cultura de paz y el activismo ciudadano.

Eso es justamente lo que lleva al también presidente de la asociación civil Oportunidad a considerar que los venezolanos, lejos de mantener las energías en el momento de crisis, “están demandando cambios y buscando soluciones" y que es el momento de que los jóvenes materialicen ese cambio desde el empoderamiento.

En entrevista concedida a El Pitazo, el profesor egresado de la Universidad Central de Venezuela planteó que “Venezuela está en la gesta de su nuevo amanecer. De un amanecer que invita al ejercicio ciudadano, que invita a que todos expresemos los cambios y no permitamos que se comentan los errores del pasado. Que avancemos como ciudadanos, que nos reconozcamos, que nos reconciliemos".

Para Martínez, la crisis venezolana no es diferente a la que han vivido otras naciones que han demostrado que cualquier cambio se gesta a partir de “espacios colectivos". No obstante, el especialista considera que en el país es necesario reconocer esos espacios de reencuentro.

“Todos seremos necesarios para sacar al país adelante. Todos tenemos que abogar por la justicia, la paz y la reconciliación", comentó el sociólogo. En esta entrevista detalló las razones por las que cree que esta es la salida posible para Venezuela.


Todos seremos necesarios para sacar al país adelante. Todos tenemos que abogar por la justicia, la paz y la reconciliación

Luis Martínez, sociólogo

–¿Por qué un llamado a protesta permanente no toma cuerpo y fuerza en una situación como la de Venezuela?

–Estamos en un momento país que llama a la reflexión. Hay muchos problemas, hay situaciones adversas, pero efectivamente hay una particular actuación de la población. Uno, el venezolano se ha convertido en un gran resiliente, ha superado las adversidades más terribles y sobre ellas sigue buscando la sobrevivencia. La posibilidad de buscar la felicidad, la estabilidad en un ámbito tan complejo.

Vivimos al día con microprotestas por cualquier tema común: agua, luz, servicios, comida. Cualquier cosa que permite que la gente se manifieste. No hay esas grandes manifestaciones a las que estamos acostumbrados.

–Y ¿son esas grandes concentraciones las que pueden llevar a un momento detonante que derive en una transición?

–Estamos en un proceso de transición donde la sociedad está expresándose de forma distinta. Efectivamente, en Venezuela hoy la gente se está manifestando, la gente se está organizando, con mayor libertad expresan su inconformidad y lo que debe ser el país. El comportamiento de hoy no es el comportamiento de hace dos o tres años. Hay mayor libertad para expresarse, la gente es capaz de contar con mayor fluidez lo que piensa. No estamos gestándolo en grandes movimientos de masa, sino en realidades muy puntuales.

–¿Será entonces que la dirigencia política no está interpretando a la sociedad civil?

–Ese es un elemento que tenemos que considerar: la interpretación de la gente. La gente está hablando, se está expresando y cuando la invitan a salir con causa, sale, pero efectivamente hay un clic que no ha pasado.

–¿Cree que falta una estrategia, que faltan objetivos claros de parte del representante de la dirigencia opositora, Juan Guaidó?

–Para mí es un tema entre lo que la gente quiere escuchar y lo que se está diciendo. El país quiere escuchar cosas que sean muy rápidas. Soluciones.

–¿Pero cómo hacerle entender eso a la  gente si la dirigencia habla de días, de fechas y lapsos?

–La gente aspira a amanecer y que llegue la transición y este es un proceso que se va decantando día a día. Cada actividad que se genera permite facilitar ese proceso democrático que se viene consolidando. Nuestra cultura dice que los cambios deben ser ya. Como si en un clic se cambia un país y eso no va a ser así en Venezuela, ni ha sido en ningún país cercano.


Cada día se suman más a la paz, solo hay que darles las herramientas, visibilizarlos

Luis Martínez, sociólogo

–¿Y esos jóvenes a los que ustedes están entrenando en la asociación civil Oportunidad entienden este proceso?

–Yo estoy convencido que sí. Definitivamente, los jóvenes están motivados, activados e incorporados a ese proceso y en la medida en que uno baja más a las comunidades se consigue mucho más jóvenes queriendo participar. Nos mueve la paz, la convivencia que promueve la paz y activismo ciudadano en favor de los Derechos Humanos. Cada día se suman más a la paz, solo hay que darles las herramientas, visibilizarlos.

–Cuando uno recuerda las protestas de 2014 y 2017 es fácil ver a los muchachos encabezando manifestaciones violentas. ¿Cómo hacer entender a un grupo de jóvenes que ante organismos represores de seguridad se puede ejercer la protesta no violenta y lograr objetivos?

–Ahora el objetivo principal de la no violencia es la generación de conciencia, la ruptura y el quiebre de ese inmediatismo. Cuando ves la historia de Gandhi, la quema de cédulas impuestas y ese tipo de eventos, notas cómo acciones simbólicas crean conciencia en la gente, activan al otro y desmoralizan al adversario en términos reales.

Creo que 2014 fue un hecho país que está contextualizado en esa realidad, que tuvo un resultado particular. Ahora hay que voltear la mirada y saber que hay cosas que se están haciendo en forma de activismo ciudadano y que invitan a la reflexión y la toma de conciencia.

En este momento es importante, necesario y claro que se actúe como ciudadanos y se haga un proceso de control ciudadano porque la crisis va a pasar y que haber una respuesta de la gente organizada, concientizada e incorporada al proceso de cambio del país. Si esto no es así, volverá nuevamente la crisis.

–¿Alguna recomendación para ejercer esta protesta no violenta en una protesta como la que tenemos actualmente?

–Organización, propósito y sentido de país.

–¿Tiene usted una propuesta para los líderes políticos cuando convocan a estas protestas?

–Abrir las puertas a todos. No es el problema de unos u otros, sino de todos los venezolanos. Es llamar a todos a luchar por Venezuela, a reconciliarnos y a reconocernos como país. Reconocernos como venezolanos para construir juntos el país que queremos, de otra manera será muy difícil porque vivimos otros tiempos.

–Es un país distinto al de las protestas de 2014 o 2017.

–Claro que lo es. Hay 4 millones y medio de venezolanos fuera. Hay más necesidades, no hay agua, no hay luz, no hay medicamentos, con el sueldo mínimo nadie se mantiene. Esta es otra Venezuela.

–¿Y la gente que padece todas esas necesidades y no sale a protestar?

–Yo creo que se expresan de formas diferentes. La gente está protestando por agua en Catia, en Petare por las Faes… Hay diversas formas de expresarse.

– ¿Y cómo hacer para que esas protestas atomizadas se conviertan en todo un movimiento?

–Esa es una tarea pendiente. Estamos haciéndolo poco a poco cada uno de nosotros. Estamos haciendo pequeñas actividades con propósito, con sentido de pertenencia y que todos nos sintamos identificados. No creo que es la protesta contra alguien, sino la protesta por todos.

–Con este descontento generalizado por quienes encabezan las acciones, ¿en este 2020 podría surgir un nuevo líder que logré unificar esa protesta?

–Lo que va a surgir es una apuesta al país. Tenemos una cultura ciudadana de apostar a un hombre y no a una sociedad. Tenemos que colectivizar el cambio venezolano, ese proceso que en masa se va a generar para dar respuesta a las necesidades de todos va a generar el cambio y va a parir el liderazgo necesario. Y no un líder, sino una generación de líderes que permita transformar el país. Apostemos a construir ciudadanía que permita que muchos hombres o líderes construyan el país que necesitamos. Siempre hay gente visible, pero son una generación, no solo un hombre.

–El año pasado para esta fecha había desesperanza. Se esperaba que Maduro asumiera el poder sin contratiempos y no había ningún líder, apareció Guaidó y también el rechazo internacional, pero hoy día retomamos ese sentimiento. ¿Qué esperanza tiene el país con la mira puesta a 2020?

–Vamos a salir de estas fechas con la satisfacción de que hoy hay mayor consciencia de la gente que tiene que generar un cambio en el país. Sabemos que unidos que hay que buscar esa salida y creo que efectivamente lo vamos a lograr y que 2020 es un año que abre las esperanzas al país, que invita a vivir una realidad que no habíamos vivido antes.


2020 es un año que abre las esperanzas al país, que invita a vivir una realidad que no habíamos vivido antes

Luis Martínez, sociólogo

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