“Todos los días se iba muriendo alguna, o era una por semana. ¿Quién va a ser la que sigue?". Estas frases se escuchan en el trailer de El Portal, la historia oculta de Zona Divas, una serie documental que habla sobre la violencia que se vive dentro de las redes de trata con fines de explotación sexual en México y que estrena este 5 de septiembre en la plataforma Netflix.
El Portal hace énfasis en la historia de Zona Divas una plataforma de escorts en donde se cometían delitos de trata, explotación sexual y que en los años 2017 y 2018 fue noticia porque cinco mujeres: cuatro venezolanas y una argentina, que eran parte de la plataforma fueron víctimas de feminicidio. En esta serie documental se cuentan sus historias.
Las mujeres venezolanas que fueron asesinadas en México son Génesis Gibson, Wendy De Lima, Andreína Escalona y Kenni Finol cuyo feminicidio generó una alerta en el hecho de que algunas mujeres que habían migrado por las crisis del país eran víctimas de redes de trata. La serie también cuenta la historia de la argentina Karen Grodziñski.
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De estos cinco feminicidios, las personas detrás de Zona Divas solo se pronunciaron cuando asesinaron en 2018 a Kenni Finol, la joven zuliana que grabó videos y que se filtraron en donde mostraba el maltrato que le había hecho el que entonces era su pareja, Brayan Mauricio Miranda González, alias El Pozoles.
Esta serie fue hecha por Mezcla, que es una productora independiente especializada en documentales, que fue fundada por Laura Woldenberg y está dirigida por las reconocidas cineastas mexicanas Astrid Rondero y Fernanda Valadez.
Sobre los principales hallazgos de esta serie, Woldenberg afirma que lo que más les sorprendió fue entender cómo operan las redes de trata en México y América Latina y darse cuenta de que “está totalmente atomizado y que para que este delito exista hay que entender a la trata como una serie de acciones que van desde enganchar, trasladar, retener, entregar, recibir, alojar a una persona con la finalidad de explotación sexual y justo estas características hacen que esté completamente atomizado".
La productora considera importante que El Portal genere conversación y lance señales de alerta porque los enganchadores para captar personas y que luego sean víctimas de trata podrían ser desde “estilistas o las mismas amigas que genuinamente invitan a otras amigas pensando que van a tener un mejor futuro, los choferes que las transportan, las recepcionistas que son las que organizan las citas, los fotógrafos".
También denuncia Woldemberg que todo esto se hace con la colusión o pacto entre las autoridades, “sobre todo con las autoridades migratorias que ayudan a que estas mujeres entren a México, para enfrentarse después a policías corruptos, en muchas ocasiones que las extorsionan bajo la amenaza de deportarlas".
El ojo en el tema
El caso de Zona Divas ocupó titulares en los año 2017 y 2018 porque ocurrieron estos cinco feminicidios y la productora y jefa de Mezcla rechaza que la cobertura que la prensa le dio a este tema fue “muy amarillista, muy estigmatizante, muy sensacionalista y nos parecía que había allí una historia que contar, sobre todo porque estas mujeres estaban siendo estigmatizadas y objetivizadas y sentíamos que podíamos contar una historia donde puedan ser recordadas de otra manera".
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Querían, tanto la producción como la dirección de la serie, que se entendiera que estas mujeres “migraron desde Venezuela o de Argentina hacia México en busca de un mejor futuro y sobre todo para apoyar a sus familias. Entonces, cambiar esa narrativa era uno de nuestros objetivos y también nos parecía que el caso de Zona Divas era una excusa para poder entender cómo opera la trata en México y en América Latina. Este es también un caso que explica muy bien la violencia de género tan extrema a la que las mujeres nos vemos expuestas".
Este trabajo que duró tres años fue una montaña rusa de emociones en las que estuvieron en contacto con las familias de Génesis, Wendy, Kenni Finol y Karen Grodziñski. “Nos parece que la razón por la cual las madres y los familiares aceptaron abrirnos sus historias es justamente para cambiar la manera en la que serán recordadas sus hijas, para humanizarlas y para que la gente entienda que una trabajadora sexual o una mujer víctima de trata es un ser humano. Es una mujer, hermana, madre, amiga, con problemas, con sueños, con preocupaciones y me parece que eso fue la razón principal por las cuáles las familias nos abrieron sus historias".
Que sea un alerta
La productora mexicana considera que el mensaje que esperan que quede después de este trabajo, es el que genere una conversación en torno a la prevención, para que las mujeres que pueden verlo, las que viven en Latinoamérica “y que pueda servir como un foco rojo para que no caigan en estas redes de trata bajo falsas promesas. Que esta serie sirva de alerta para ellas".
También que “despierte una conversación en la sociedad que nos ayude a reaccionar. Estos delitos suceden en nuestras ciudades, en nuestros barrios, en los hoteles, en los edificios. Que entendamos la dimensión del problema y si vemos algo raro que se denuncie porque muchas veces las víctimas de trata, por sus propias condiciones, no pueden denunciar".
A las madres, hermanas y familias de las cinco mujeres víctimas de feminicidio les agradece que hayan confiado y les hayan contado sus historias. “Fue muy duro, pero a la vez fue gratificante" afirma, «en medio del hecho de que la justicia mexicana les quedó tanto a deber en el casos de sus hijas».