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Caracas.- Ana Luisa Martínez, habitante del sector Los Cangilones, en la parroquia La Vega, comentó que ya los adornos, bambalinas y todos los materiales que se usan para armar el arbolito de Navidad en su casa estaban rotos y viejos, por lo que, siguiendo las recomendaciones de su tía, se dispuso a comprar todo nuevo.
«Cuando fui a las tiendas convencionales quedé deprimida por lo caro de los materiales, por lo que opté por preguntar en las ferias navideñas que están funcionando en varias comunidades y terminé comprando a unos comerciantes informales algunos adornos», contó Martínez.
La señora Martínez explicó que tiene dos niños pequeños que todavía necesitan de esta ilusión, por lo que no le parece tonto gastar tiempo y dinero en colocar un arbolito nuevo en su casa. «Por suerte, mi marido siempre me ayuda con algo de dinero; gasté en bambalinas, flores y bolitas cinco dólares, y en luces, tres dólares, porque son las que tienen 50 bombillitos».
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La habitante de La Vega recalcó que ya estaba cansada de poner los mismos adornos viejos, por lo que el otro reto era comprar un arbolito. «Tampoco quería que fuera de reciclaje, un pedazo de raíz pintada de color blanco, por lo que me caminé todo el centro de Caracas hasta que conseguí un arbolito natural, pequeño, en ocho dólares».
Ramiro Torres, esposo de la señora Martínez, dijo que siempre cuidan para diciembre darles esa alegría a sus hijos. «Aunque este año no ha sido fácil, no solo por la pandemia, sino porque las ventas bajaron mucho en los siete meses de cuarentena, pero gracias a Dios desde hace dos meses nos estamos recuperando».
La ama de Casa de La Vega dijo que, junto a su esposo, venden empanadas y maltas. «Dios nunca nos falta; tampoco somos gente floja, siempre para adelante por nuestra familia».
«De 8 a 20 dólares»
Romelia Fuentes, habitante en la UD5 de la parroquia Caricuao, confesó que estaba muy desanimada, debido a la situación económica actual del país. «Mi hija me llamó varias veces para pedirme ayuda con los arreglos de Navidad para su casa, preocupada, porque no tenía arbolito sino un nacimiento pequeño que no quería colocar de nuevo en estas navidades».
Fuentes dijo que, gracias a esas bellezas de nietos que tienen, se animó y acompañó a su hija al centro. «Terminamos en la Plaza El Venezolano, donde encontramos a un señor que vende unos arbolitos chiquititos, así como unos renos, hechos con follaje natural, que son bien originales y bonitos».
La señora Fuentes explicó que su hija compró los materiales para adornar ese mini arbolito en un toldo de una comerciante informal que está cerca de la subida de la zona industrial de Ruiz Pineda. «Me dijo que gastó, en total, para armar su arbolito como 12 dólares, porque no le compró tantos adornos».
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Caminar, preguntar, regatear
Arminda Ferrer se confiesa una enamorada de la Navidad, junto a su hijo de cinco años. Arminda dijo que fue comprando los materiales para adornar el arbolito los fines de semana. «Todo está por las nubes, por lo que toca caminar, preguntar y, por qué no, regatear; es una estrategia comercial de las amas de casa que no debemos perder, así sea medio dólar menos, 50 mil bolívares menos, es bueno».
Ferrer vive en la parroquia San Agustín y recomendó que para comprar bien, bonito y más barato toca caminar bastante. Explicó que esto lo aprendió de su abuela. «Siempre recomiendo caminar, ver las distintas opciones que ofrecen de los productos que uno quiere comprar, por ejemplo, gracias a que compré en varias partes los adornos del arbolito me pude ahorrar algo».
La consultada dijo que gracias a su trabajo en un comercio de telas en el centro de Caracas consiguió un buen precio de un arbolito mediano, natural a 12 dólares. «Gracias a Dios, tanto mi esposo como yo, tenemos trabajo; ya mi bebé y mi sobrino tienen su arbolito y para el 24 de diciembre les esperamos dar sus regalos de Niño Jesús«.
Buhoneros cuentan con precios accesibles
Sandra Sánchez es una comerciante informal que decidió este año vender luces y adornos para los arbustos de Navidad. Explicó que vende dos guirnaldas por un dólar. «Los adornos que le decimos, variedad, que son las campanitas, angelitos y muñequitos, su precio oscila entre cuatro a un dólar».
La comerciante explicó que lo más caro es comprar el arbolito y las luces. «Vendo las de 50 luces, porque en esta comunidad la gente no maneja mucho dinero, por eso les ofrezco las más económicas, las que cuestan de tres o cuatro dólares».
