Por: Paola Muziotti Salazar
Caracas. Miembros del Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques) denunciaron que las autoridades de la institución en lugar de conservar y preservar el ecosistema nacional, promueven la realización de actividades legalmente prohibidas.
El mal estado de los parques nacionales, la privatización de parques de recreación urbana, carreras ilegales de bicicletas, ventas de licores, concesiones otorgadas en contra de las normas, la minería ilegal en el Parque Nacional Canaima y gran parte de la Amazonía venezolana, son solo algunas de las irregularidades que se promueven en los parques nacionales.
La referida denuncia se realizó este 5 de octubre, día en el que se cumple el aniversario número 48 de Inparques, pero más que una celebración, sus trabajadores reprochan las condiciones humillantes de trabajo. La infraestructura de los alojamientos de guardaparques se encuentra en ruinas, pero además tienen salarios tan desfavorables que no les permiten cubrir la canasta básica.
También apuntaron los empleados que la gerencia de la institución fomenta el ingreso masivo de trabajadores mientras realiza despidos injustificados. El personal que labora en el Parque Nacional Guatopo afirma que debido a los problemas de inseguridad en las localidades aledañas, la coordinación los obliga a hacer guardias en el puesto La Elvira, y para poder llegar allí deben pagar transporte de dos dólares o caminar durante siete horas.
Lugares como los puestos de control del Parque Nacional Morrocoy, en el estado Falcón, y el Parque Nacional Sierra de Perijá, en el estado Zulia, hoy se encuentran sin mantenimiento y no tienen permanecía de guardaparques, a pesar de que son lugares que deben ser resguardados por su gran variedad de flora y fauna.
Abusos del patrimonio natural
Otra irregularidad ocurre en el Parque Nacional El Ávila, en la ciudad capital, que se ha convertido es lugar de eventos privados de rutas y carreras de ciclismo realizados por la tienda Scott, ubicada en las Mercedes. Los altos cargos de Inparques le otorgaron el derecho de la representación de los ciclistas, quienes ejercen y promueven la violación del Ordenamiento y Reglamento del Parque Nacional, normativa que mantiene vigencia.
Sumado a lo anterior está el hecho de que hace pocos días inauguraron el primer gimnasio “ecológico" en Sabas Nieves I (entrada desde la Cota Mil al parque), en donde el ministro para el Ecosocialismo y presidente de Inparques, Josué Lorca, anunció la creación de otros gimnasios en el territorio nacional. Al evento asistieron personas que circulaban en bicicletas, usaban cornetas con alto volumen y llevaban animales domésticos, todo lo cual está totalmente censurado.
Por si todo eso fuera poco, el hecho de haber construido casas, mansiones y carreteras en sectores pertenecientes al parque, viola el ecosistema y los estatutos.
En una investigación realizada por El Pitazo, se encontró que en la bahía de Yapascua, ubicada en el estado Carabobo, se talaron cujíes, cactus y otras especies con el fin de abrir paso a motos y vehículos. Adicionalmente, las personas que visitan la playa atentan contra la biodiversidad del lugar debido al uso de motos de agua y por la contaminación que provocan por la basura que dejan en el sitio. Son los guardaparques quienes terminan recogiendo los desechos.
Aunque constantemente el Sunep-Inparques denuncia ante las autoridades y la opinión pública la ocurrencia de ilícitos contrarios a las normas que rigen la gestión ambiental en Venezuela, no son escuchados. Mientras tanto, observan cómo se quebranta la ley y abusan del patrimonio natural de los venezolanos.