Caracas.- “Bueno, señores, este que está aquí sale a marchar mañana, sin miedo de nada, con la esperanza de encontrar un mejor futuro". Esas fueron las palabras que compartió en sus redes sociales el joven Bassil Alejandro Da Costa, de 23 años, el día antes de recibir un disparo en la cabeza en la esquina de Tracabordo, en La Candelaria, aquel 12 de febrero de 2014. Hoy, hace 10 años.
Martha Tineo, defensora de los derechos humanos y cofundadora de la ONG Justicia, Encuentro y Perdón, destacó en una conversación telefónica con El Pitazo que el caso de Da Costa es uno de los pocos que cuenta con una sentencia firme y confirmada por el Tribunal Supremo de Justicia.
“Una sentencia definitivamente firme respecto a los autores materiales o perpetradores, pero en 100 % de impunidad respecto a la cadena de mando", dijo Tineo.
Por el hecho fueron procesados ocho funcionarios de seguridad del Estado -del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB)-, uno con medida privativa de libertad y siete con medidas cautelares, reveló Amnistía Internacional.
“La justicia allí está a medias, no se ha cumplido totalmente", sentenció el abogado Joel García, quien fue uno de los que representó a la madre de Da Acosta, Jeneth Frías.
Este lunes, 12 de febrero, se cumple una década del asesinato de este joven, en el marco de una ola de protestas en Venezuela que causó 3.306 manifestantes detenidos, 973 heridos y 42 fallecidos entre febrero y junio de 2014, según datos difundidos por el Ministerio Público.
Esas concentraciones fueron protagonizadas en su mayoría por jóvenes, estudiantes universitarios y dirigentes políticos que exigían la salida del poder de Nicolás Maduro y el cese de la represión.
2014: año de protestas, represión e impunidad
El Observatorio de Conflictividad Social reveló que entre enero y diciembre de 2014 hubo al menos 9.286 protestas, equivalentes a 26 protestas diarias en todo el país.
La cofundadora de la ONG Justicia, Encuentro y Perdón añadió que, según los reportes de esta organización, existe 95 % de impunidad en los casos de asesinatos en el contexto de manifestaciones pacíficas desde 2014 hasta hoy y 100 % de impunidad respecto de las cadenas de mando.
El abogado Joel García sostiene que estos delitos son imprescriptibles y espera que, en el futuro, se haga justicia a través de un sistema garantista que respete los derechos humanos.
Implicado en el homicidio de Bassil Da Costa seguía trabajando en la Dgcim
Tineo recordó que, de las víctimas en esas protestas, un número importante de autores materiales no ha sido condenado, como sucedió en los casos de Jimmy Vargas, Robert Redman, Conan Quintana, entre otros 40.
“Haremos justicia porque esos casos todavía se mantendrán vivos hasta que encontremos realmente el juzgamiento de todos los responsables y, por supuesto, no solamente el que disparó, sino quien ordenó, quien mandó a ejecutar todo aquello, es decir, la cadena de mando", sentenció García.
Para la defensora de los derechos humanos, 2014 marcó un hito, porque se mostró la cara de la represión y la persecución por razones políticas en Venezuela. “El inicio de todo", precisó.
«Las familias de las víctimas viven con el peso de una década de impunidad, con el agotamiento emocional y desaliento absoluto de justicia en Venezuela. Sus expectativas están en la justicia internacional", puntualizó Tineo.
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