Caracas.- La estatua de María Lionza ha sido centro de varios acontecimientos en los últimos años en el país. La imagen original de la diosa indígena se partió en dos, fue suplantada, encerrada y salpicada de pasiones políticas antes de que la sustrajeran de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
El 3 de octubre, autoridades de la UCV alertaron de que esto se hizo sin previa autorización del Consejo de Preservación y Desarrollo (Copred) y aseguraron que desconocían el destino de la pieza.
“Resaltamos que ningún ente de la Universidad Central de Venezuela autorizó la movilización o algún tipo de intervención de esta escultura. Rechazamos categóricamente este hecho", señalan en la publicación.
A primeras horas de la mañana de este 4 de octubre nadie aclaraba dónde estaba exactamente la pieza, que es patrimonio artístico del siglo XX en Venezuela y motivo de veneración en el país. Tampoco daban detalles de cómo fue sustraída de la UCV y bajo qué condiciones.
Aquí te contamos cinco datos importantes sobre esta escultura:
- La estatua original de María Lionza fue creada por el escultor Alejandro Colina, en el año 1951. Mide tres metros de alto.
- Forma parte de la colección de arte de la UCV desde la década de los 40. Se utilizó como pebetero de los III Juegos Bolivarianos celebrados en las instalaciones deportivas de la Ciudad Universitaria en 1951.
- Desde 1964 estuvo ubicada en la isla central de la Autopista Francisco Fajardo, en la ciudad de Caracas. Allí, por las condiciones climáticas, sufrió deterioro. En 2004 se partió en dos luego de que una comisión restauradora, dirigida por la Alcaldía de Libertador, en ese entonces en manos de Freddy Bernal, la manipulara y sacara un modelo en yeso para hacer una réplica.
- Tras la fractura, fue trasladada bajo condiciones rigurosas, en un recorrido de 10 horas, hasta un galpón de la UCV para restaurarla. En su lugar instalaron una réplica plástica.
- La restauración se terminó por completo en el año 2005, es decir, hace 17 años. Se hizo siempre en las instalaciones de la UCV. Allí permaneció encerrada, pese a que la institución exhortó en tres ocasiones para que la reubicaran en el lugar donde estaba antes de que se partiera en dos.
Algunos datos de esta nota fueron tomados del blog personal de Fernando de Tovar, experto que participó en la restauración.