«Ser profesor en Venezuela es un sacrificio», es una de las frases que más repiten los docentes venezolanos, quienes conmemoran el Día del Profesor Universitario este 5 de diciembre con los peores salarios de la región y cumpliendo 627 días sin aumento de sueldo. Esas condiciones han conllevado disminución de la calidad educativa.
La crítica situación del sector educación ha obligado a los docentes a abandonar su profesión en busca de mejores oportunidades. Los profesores en el país aseguran que anteriormente podían dedicarse a tiempo completo a su carrera, pero ahora deben sortear su estabilidad.
Los docentes universitarios tienen salarios que oscilan entre 5 y 20 dólares. Un profesor titular a dedicación exclusiva ganaba 16 dólares en septiembre de 2023; en marzo de 2022 percibía 121 dólares.
Asimismo, un docente asociado a tiempo completo ganaba 12 dólares en septiembre de 2023; mientras que en marzo de 2022 percibía 90 dólares, según datos de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv).
De acuerdo con la Línea Internacional de Pobreza (LIP), una persona que gane menos de 1,9 dólares diarios se encuentra en pobreza extrema. En 2021, un profesor titular a dedicación exclusiva recibía un ingreso básico mensual equivalente a 3,72 dólares, es decir, 0,12 dólares diarios.
Frustración y compromiso
El profesor universitario y director de la ONG Aula Abierta, David Gómez Gamboa, aseguró que el docente en Venezuela enfrenta sentimientos de compromiso por la reconstrucción democrática del país, pero también frustración debido a los bajos salarios y la política del gobierno de destruir las universidades.
“A pesar de esto, los profesores continúan con su labor como héroes y heroínas en la reconstrucción del país a través del conocimiento científico, la investigación y el debate crítico", afirmó Gamboa en entrevista con El Pitazo.
Consideró que la situación de los profesores universitarios es crítica debido a los bajos salarios y malas condiciones laborales, por lo que muchos se ven obligados a buscar otras formas de subsistencia.
Además, dijo que la violación de la libertad académica y los derechos de los docentes es una transgresión a los principios democráticos y obstaculiza el desarrollo de la sociedad.
La profesora y coordinadora del Observatorio de Universidades (OBU), Yelena Salazar, expresó por su parte, que ser docente universitario en Venezuela es considerado un acto de resistencia y apoyo a las casas de estudio.
“Nos sentimos orgullosos de mantener la universidad abierta a pesar de la crisis económica y la falta de recursos. Sin embargo, también sentimos frustración por la decadencia de las instalaciones y la falta de recursos tecnológicos", comentó en entrevista con El Pitazo.
También se refirió a la crítica situación con los sueldos bajos y habló de las múltiples actividades que hacen para generar ingresos. Muchos trabajan en varias universidades o en áreas relacionadas con sus carreras, mientras que la actualización docente también está limitada, con pocas oportunidades de formación.
Profesores se sienten desprotegidos
En este Día del Profesor Universitario, la ONG Aula Abierta entrevistó a docentes para conocer su situación actual y todos coincidieron en que se sienten desprotegidos y el sueldo que reciben no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas.
En 2022, una encuesta de Aula Abierta entre 580 profesores universitarios evidenció que solo 37 (6.4 %) podían adquirir la canasta básica alimentaria, con ingresos complementarios.
Los profesores universitarios Rocío Belandria, Eduardo Milano, Livio de los Ríos y David Gómez Gamboa de la Universidad del Zulia (LUZ), aseguran que para llegar a sus lugares de trabajo deben hacer malabares y en muchos casos contar con la ayuda de un conocido.
Los beneficios laborales, que por derecho corresponden a los trabajadores sin excepción, han sido afectados, hasta en 50 % el ingreso mínimo, tras la firma del instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), con el que se regularon las tablas salariales por profesionalización y primas.
“Los profesores universitarios están sufriendo la extrema pobreza debido a los bajos salarios. En lo que va del 2023 se han registrado aproximadamente 70 protestas en el sector, lo que muestra las dificultades que atraviesa la comunidad y la demanda de derechos humanos", afirmó David Gamboa.
Comentó que el monto del bono vacacional se redujo drásticamente en comparación con años anteriores, lo que ha generado indignación y mayor descontento. Esto se suma a la sensación de violación sistemática de los derechos humanos, que incluye la falta de acceso a servicios de salud y seguridad social.
Hay 50 % de deserción de profesores
De acuerdo con Aula Abierta, se estima que hay 50 % de deserción de profesores en las principales universidades del país. Asimismo, los docentes aseguran que las aulas no cuentan con la misma cantidad de estudiantes que había hace cinco años.
En ese sentido, la organización exigió respeto y reconocimiento para sus profesores universitarios, que tienen años de dedicación que han sido fundamentales para el desarrollo del país, en medio de la peor crisis económica y social que les afecta.
«Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos de los profesores universitarios. Luchamos por una educación superior de calidad, en la que se respeten los derechos laborales y se promueva la excelencia académica», agregó Aula Abierta.
Respeto a los derechos y autonomía
En el Día del Profesor Universitario, el director de Aula Abierta consideró que es importante enfocarse en el respeto de los derechos humanos de los universitarios, especialmente la libertad académica, la cual se ve afectada por la falta de salarios dignos, servicios de salud y seguridad social y deterioro de las universidades.
“Esto es el resultado de una política de Estado que asfixia a las universidades y controla los salarios a través del sistema patria. Además, el gobierno interviene en las universidades a través del Poder Judicial y utiliza comisiones presidenciales y misiones para intervenirlas y destruirlas", puntualizó el profesor.
Exigió el cese de cualquier práctica que dañe la función universitaria y pidió que se respeten los principios interamericanos sobre libertad académica y autonomía. Asimismo, agregó que es necesario entender el valor de la universidad en la construcción de conocimiento científico y el desarrollo de la sociedad.
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