Caracas.- “Yo encontré esto peor que cuando lo dejé en febrero. Los retrasos son de 45 minutos y la gente no le para a nada". Esta es la opinión de Yefferson Edrobo, un vendedor ambulante dentro del Metro de Caracas que pasaba sus días enteros en las instalaciones del sistema de transporte subterráneo antes de la pandemia y que ahora retomó su trabajo con la flexibilización decembrina aprobada por el Ejecutivo nacional.
Este trabajador, conocedor de todas las instalaciones por su trabajo, cree que el deterioro en las escaleras, la poca higiene en los espacios, la inutilización de algunas entradas y la falta de cobro son males que se han mantenido y han empeorado con esta cuarentena, pese a que el uso del sistema fue disminuido considerablemente por los usuarios.
Este 1 de diciembre, el retraso en el metro era evidente en estaciones como Plaza Sucre o Plaza Venezuela, donde los usuarios reportaron esperas de hasta 40 minutos. La coincidencia entre los consultados por El Pitazo fue el retraso persistente en el sistema que los obliga a permanecer largo tiempo amontonados en los andenes o mezzaninas de las instalaciones, obviando el mensaje constante emitido desde los parlantes en el que piden a los usuarios mantener distancia y no permanecer mucho tiempo dentro del sistema.
El señor Wilmer Suárez ha usado el sistema durante toda la cuarentena, pues no paró en su trabajo como vigilante privado. En su recorrido diario desde los Valles del Tuy hasta Caracas asegura haber visto como “poco a poco quitan a los usuarios las entradas, las escaleras, cierran accesos y al final complican más todo porque es uno el que debe caminar más, pasear más, exponerse más", tal como refirió.
Para este usuario, el establecimiento de una tarifa y la creación de un subsidio a los usuarios por medio del sistema patria podrían ser las soluciones viables para la recuperación de un sistema de transporte, que aún en la merma de su uso no encontró mejoras.
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“Siempre hay retraso y más en la cuarentena, pero creo que ha habido menos gente hasta que empezó diciembre. El funcionamiento de escaleras es nulo y esto solo genera más aglomeración en los espacios y salidas que si están disponibles", refirió Oswaldo León, usuario del sistema entre las estaciones Chacao y Bellas Artes, en las que asegura falla hasta la iluminación de los espacios.
La información es corroborada por una miliciana destacada en Chacao, quien, aunque no ofreció su nombre, aseguró que se trabaja en un plan de cobro que no cree que sea instaurado, sino hasta el mes de enero.
“Desde mitad de noviembre aumentó mucho el número de personas que retomaron el uso del metro… Y uno intenta que cumplan las normas, pero es difícil porque es uno solo y un solo trabajador del Metro cuidando que un montón de personas no se quiten el tapabocas y los guantes", explicó esta miliciana, para quien el miedo a contagiarse de COVID-19 es el mismo que en el mes de febrero, cuando inició la pandemia.
En febrero de 2020, el Metro de Caracas anunció desde sus redes un trabajo de reparación de sus escaleras y durante la pandemia se aseguró en una nota de prensa que todos los lunes, miércoles y viernes las 48 estaciones del sistema son sometidas a jornadas integrales de desinfección ejecutadas por 20 cuadrillas.
Pero, en la práctica, para los usuarios “todo está igual de sucio, de caótico y de peligroso. Yo me monto y le pido a Dios que me cuide para que no me de COVID-19 aquí", comentó Luida Astor, mientras hacía una cola en el andén de Plaza Venezuela.