El polémico incidente de la medallista olímpica venezolana y ciclista BMX, Stefany Hernández, en un local en Las Mercedes, en Caracas, sigue dando de qué hablar. La esposa de Robert Ordóñez, el vigilante que fue detenido por la presunta agresión, usó las redes sociales para contar su versión de la historia.
La pareja de Ordóñez narró que la atleta venezolana y su grupo de amigos habían derramado bebidas sobre las otras personas que se encontraban en el lugar.
“Al tener este tipo de actos le pidieron a seguridad que sacará a las personas, porque la gente se estaba quejando no por homofobia", dijo a través del usuario @iragranadoz y quien se identificó como esposa del vigilante, compartido por el usuario John Manuel Silva (@johnmanuelsilva)
Granadoz destacó que tras ser sacados del lugar comenzaron a causar un “revuelo" en las afueras del club y justo en ese momento “le dio un golpe a uno de los vigilantes que hacía su trabajo", quien para defenderse subió su brazo izquierdo, lo que lo llevó a “rozar" a la medallista.
“No fue un golpe contundente ni intencional. Él solo hacía su trabajo", señaló la esposa de Ordóñez que ahora se encuentra detenido.
La mujer aseguró que el detenido es padre de tres niños. “Él no es culpable. Es inocente, pero nosotros no tenemos seguidores ni plata. No podemos luchar".
Robert Ordóñez Ángel se encuentra imputado por el delito de violencia física agravada, según informó el fiscal general, Tarek William Saab, en su cuenta Twitter.
La noche de este martes la ciclista BMX compartió en sus redes un nuevo vídeo, donde asegura que solo se les cayó un vaso con licor alrededor de las 2:00 AM y justo en ese momento decide ir al baño.
Al regresar se encontró con un grupo de más de 12 personas que le cerraban el paso hacía su mesa, contó la ciclista, quien detalló que en ese momento le informaron que debía salir del lugar y fue acompañada hasta la salida, donde decidió sentarse a esperar a sus compañeros que estaban pagando la cuenta.
Al reencontrarse con sus amigos es que se percata que estaban discutiendo con el personal de seguridad del local y escuchó que una de sus compañeras decía que le había dado una cachetada, una situación que la hizo molestar y «respondí con una cachetada a lo que regresó una mano demasiado fuerte que me golpeó en el lado derecho de mi cara".