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“No hemos podido bajar el cuerpo porque los ascensores están dañados", así refería un trabajador de la morgue del Hospital Universitario Dr. Victorino Santaella a una decena de familiares que aguardaban la entrega de los cadáveres a las puertas de la sala de anatomía patológica del Hospital ubicado en Los Teques, capital del estado Miranda.
La crisis hospitalaria ha llegado a todas las áreas del hospital altomirandino, centro centinela para la atención de pacientes con COVID-19, donde actualmente hay unas 400 personas recluidas entre pacientes con el virus pandémico y otras patologías.
Naila Mendoza esperaba el cuerpo de su mamá, quien había fallecido el sábado por una neumonía producto de COVID-19. Aunque no tenía prueba PCR que confirmara el positivo, el protocolo de atención fue el destinado para estos pacientes.
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Mendoza tuvo que esperar 29 horas para que bajaran desde el piso 9 el cuerpo y así comenzar los trámites para la cremación. “De repente el ascensor no funciona justo al mediodía que es la hora en la que a diario la morgue sube a buscar los fallecidos", dijo.
Sin ascensores
Ante estas fallas en los ascensores del centro asistencial, en el que solo 1 de 18 está operativo, los pacientes deben ser traslados por las escaleras.
“Los ascensores no funcionan desde hace años", denunció este lunes uno de los trabajadores de salud, quien envió una foto donde se muestra a cuatro camilleros y médicos, vestidos con trajes de bioseguridad, quienes cargan a un paciente sobre una silla de ruedas.
Narró que los camilleros y hasta las enfermeras deben trasladar en sillas de rueda y camillas a los pacientes hasta los pisos de hospitalización y hasta a los quirófanos.
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